Estadísticas sobre las evoluciones económicas
Rumanía está entre los primeros países de la Unión Europea respecto a la producción industrial, según muestran las estadísticas europeas. En cambio, tiene problemas en cuanto a las inversiones extranjeras directas.
Ştefan Stoica, 14.08.2014, 18:04
Este miércoles, la Oficina de Estadística de la Unión Europea ha ofrecido información sobre la evolución de la producción industrial en la eurozona y en toda la Unión Europea. Si en la zona dominada por la moneda única la producción industrial ha quedado estable, en el conjunto de la Unión Europea ha registrado un leve crecimiento, del 7%, en junio de 2014, frente al mismo período de 2013. Hungría y Rumanía han registrado el avance más significativo de los estados miembros de la UE.
El crecimiento de la producción industrial de los dos países es del 11,3% y el 9,9% respectivamente. Sigue la industria de Eslovaquia, con un avance del 7,5%. En cambio, otros países como Grecia, Malta y Letonia han registrado una reducción del 6,9%, el 3,8% y el 2% respectivamente. Frente al mes anterior, en junio de 2014, la producción industrial ha registrado un retroceso del 0,3% en la eurozona y el 0,1% en la Unión Europea. Entonces, Malta, Dinamarca y Hungría habían registrado los mayores crecimientos, mientras que Irlanda, Holanda y Lituania registraron las reducciones más significativas.
En junio de 2014, Rumanía registró un retroceso de la producción industrial del 0,7% frente al mes anterior, cuando había registrado un avance del 2,7%. En cuanto a la producción industrial, hay buenas noticias, pero la situación no es la misma respecto a las inversiones extranjeras directas. En la primera mitad de este año, Rumanía registró inversiones de 1.200 millones de euros, un 10,3% menos que en el mismo período del año pasado, según informa el Banco Nacional de Rumanía. La reducción de las inversiones extranjeras directas frente al mismo período del año pasado ocurre tras cinco meses consecutivos de crecimiento. Los mayores índices, del 35%, se registraron en febrero.
Los expertos opinan que esto se debe a las tensiones políticas internas, aumentadas por las próximas elecciones presidenciales, la fragilidad económica de Europa y el conflicto entre Rusia y Ucrania. Por otro lado, todavía existen reservas ante la posibilidad de que la evolución de la economía permita al Gobierno de Bucarest reducir en el 5% la contribución de los empleadores a la seguridad social. Todos opinan que, en teoría, es una buena medida, porque reduce el peso fiscal sobre el sector laboral, pero algunos consideran que el 1 de octubre no es el momento adecuado, porque podría crear huecos en el presupuesto que solo se podrían llenar a través de nuevos impuestos.
(Traducido por Monica Tarau)