Escándalo de alto nivel
Un inmenso escándalo político, mediático y judicial ha estallado en Bucarest tras la detención del hermano del presidente de Rumanía el pasado jueves por los fiscales anticorrupción, por una acusación de tráfico de influencias.
Bogdan Matei, 20.06.2014, 14:48
A menos de seis meses del final de su mandato constitucional, el presidente Traian Băsescu vive el momento más embarazoso de la década en la cual, como jefe del Estado, se legitimó sobre todo por la lucha contra la corrupción. Su propio hermano Mircea protagoniza un caso tragicómico de tráfico de influencias. Los fiscales anticorrupción lo acusan de haber recibido 250.000 euros a cambio de la promesa de que podría obtener una sentencia favorable en el juicio en que el hombre de negocios Sandu Anghel fue condenado por tentativa de asesinato, tras haber apuñalado a uno de sus familiares.
Anghel es apodado Bercea Mondial y es también conocido por su implicación en las actividades ilegales de la mafia gitana de la región de Oltenia, en el sur del país. Sin embargo, nadie puede negar su habilidad para influir en los votos de la comunidad gitana y de insinuarse en círculos que deberían ser inaccesibles. Dos de sus nietos tienen como padrinos al ex primer ministro de los años 1991-1992, Theodor Stolojan, y al hermano del actual presidente, Mircea Băsescu, respectivamente. A este último Mondial lo acusa de haber recibido soborno para facilitar su puesta en libertad. Aunque las pruebas sonoras, hechas públicas por la prensa, no le fueran favorables, Mircea Băsescu rechaza rotundamente todas las acusaciones. Además, niega cualquier implicación de su ilustre hermano en este asunto alucinante. A su vez, el presidente aseguró que no intervendrá ante las instituciones del Estado para proteger a su hermano. Escuchémosle:
“No me convertiré en uno de sus abogados, más aún cuando me parece que se ha implicado en un asunto en que no debería haberse implicado. Partimos de la premisa de que ante la justicia, independientemente de cómo nos llamemos o del cargo que tengamos, todos somos iguales, y el hecho de que seas el hermano del presidente no te exime de la responsabilidad ante la justicia y la ley.”
Incluso los más encarnizados adversarios políticos de Băsescu parecen avergonzados. El primer ministro, Victor Ponta, le pidió al presidente que dimitiera para eliminar de esta forma toda sospecha de influir en la investigación. Más allá de las implicaciones políticas, este caso plantea serios interrogantes. ¿Cómo obtuvo la familia del gitano Mondial los millones de euros a los cuales se hace referencia en las entrevistas? ¿Ha pagado impuestos por este dinero? ¿Deberían los servicios de inteligencia haber investigado la relación entre el mundo del hampa y la familia del presidente? ¿Deberían haber avisado al presidente de que las debilidades de su hermano se habían convertido en un riesgo de seguridad? ¿Conocían los servicios secretos este asunto y guardaron silencio?
Lejos de dar respuestas, tanto los periodistas como los analistas coinciden solo en que este inmenso escándalo de alto nivel no ha hecho más que empezar.