El vicepresidente de EE. UU. en Rumanía
La intensificación de las relaciones económicas bilaterales, el Estado de derecho en Rumanía y, sobre todo, la seguridad regional son los temas que han dominado las conversaciones entre el vicepresidente estadounidense Joe Biden y los mandatarios de Bucar
Bogdan Matei, 21.05.2014, 19:49
Hay pocos países europeos cuyos políticos y también la opinión pública pongan de manifiesto su simpatía por EE.UU. de una manera tan evidente como lo hacen en Rumanía. País aliado en la OTAN, socio estratégico de Washington y sede de bases militares y de elementos del escudo antimisiles estadounidense, Rumanía puede, a su vez, contar con el apoyo incondicional de EE. UU. Este ha sido el mensaje expresado en Bucarest por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden. Para el número dos de la Casa Blanca esta no es la primera visita a Rumanía, pero esta vez su objetivo ha sido reiterar el compromiso de EE. UU. en cuanto a la seguridad de sus aliados del este de Europa, preocupados por el conflicto en la Ucrania vecina. Para los estadounidenses, según ha declarado Biden, tanto en nombre propio como en nombre del presidente Barack Obama, apoyar a los rumanos y a la OTAN es un deber sagrado.
Sin embargo, estas palabras pronunciadas en Bucarest también se han dirigido a Moscú. Dos décadas tras la caída de lo que en aquella época se llamaba el Imperio del Mal, los líderes occidentales comprueban con estupefacción la reanudación de las prácticas anexionistas estalinistas y de la retórica agresiva de la época de la Guerra Fría. Las fronteras de Europa no se deben cambiar a través de la fuerza armada y. por consiguiente, condenamos la anexión de Crimea por Rusia, ha destacado el vicepresidente estadounidense al reiterar la postura de Washington y de la Alianza del Atlántico Norte. El presidente de Rumanía, Traian Băsescu, ha valorado positivamente esta reacción inmediata de EE. UU. ante la anexión de Crimea.
El aumento, por parte de EE. UU., de las fuerzas aéreas, marítimas y terrestres en esta región puede desanimar a Rusia en su intención de volver a ser la Unión Soviética, ha declarado tajantemente el jefe del Estado rumano. Según el jefe de la diplomacia de Bucarest, Titus Corlățean, la visita de Joe Biden a Rumanía representa una señal política muy importante que confirma el apoyo a un aliado fiel, un socio estratégico de EE. UU. en un momento complicado en las fronteras orientales de la OTAN.
A su vez, el primer ministro Victor Ponta ha destacado que Rumanía espera de EE. UU. no solo que se garantice su seguridad territorial, sino que se garantice la independencia energética ante Rusia. Precedida el pasado viernes por la llegada a Bucarest del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, la visita de Biden confirma el mismo mensaje: Rumanía no está sola ante las amenazas regionales. En este contexto, Rasmussen ha valorado positivamente la decisión de Bucarest de no considerarse solo un beneficiario sino también un proveedor de seguridad, así como de aumentar antes de 2017 el presupuesto de Defensa en un 2% del PIB. Así, Rumanía será un ejemplo para otros estados miembros de la OTAN, según ha destacado el secretario general de la Alianza.