El final previsible de la crisis política
La Unión Social Liberal, la alianza que ganó las elecciones legislativas de 2012, deja de existir a causa de la separación entre los socialdemócratas y los liberales. Durante los últimos tres años, la Unión Social Liberal ha tenido un solo éxito, es decir
Ştefan Stoica, 26.02.2014, 16:09
Después de más de dos semanas de tensiones y disputas públicas causadas, principalmente, por las distintas visiones sobre la reestructuración del gabinete, los liberales han decidido separarse del Partido Social Demócrata y renunciar a todos los cargos de ministros y de responsables de agencias gubernamentales. Al final de una agitada reunión de la dirección del Partido Nacional Liberal, el presidente de la formación, Crin Antonescu, ha explicado que la disolución de la Unión Social Liberal ha sido una decisión normal:
“Me ha parecido honesto no prolongar un festival de la hipocresía, sino tener el valor de admitir cuál es la verdad desde nuestro punto de vista, es decir, que la Unión Social Liberal ya no existe porque ya no tenía sentido que existiera, porque ya no teníamos los mismos objetivos.”
Anteriormente, el líder del Partido Social Demócrata, Victor Ponta, había lanzado un llamamiento a la reconciliación. Los socialdemócratas han declarado que han empezado ya las negociaciones con la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía para formar una nueva mayoría. Según ellos, este 4 de marzo, Victor Ponta presentará un nuevo gabinete, del que probablemente formarán parte el Partido Social Demócrata, sus aliados más pequeños, el Partido Conservador y la Unión Nacional para el Progreso de Rumanía, y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía. Los analistas habían anticipado estos acontecimientos y afirman que el principal motivo de la disolución de la Unión Social Liberal no es el rechazo de Victor Ponta a aceptar al alcalde liberal de la ciudad de Sibiu, Klaus Johannis, como viceprimer ministro y ministro del Interior. Crin Antonescu habría tomado la decisión de salir del Gobierno y separarse del Partido Social Demócrata cuando entendió que no recibirá el apoyo de Ponta en las elecciones presidenciales que tendrán lugar en otoño y presentará a su propio candidato, quizás él mismo.
Por otro lado, la Unión Social Liberal ha sido un proyecto controvertido, promovido por dos líderes a los que los unió únicamente la lucha contra Traian Băsescu. El fracaso de la Unión Social Liberal muestra que una colaboración de este tipo, basada en una rivalidad común, no puede durar mucho. La Unión Social Liberal ha fracasado sin haber alcanzado sus grandes objetivos: destituir al presidente, revisar la Constitución y poner en marcha la descentralización y reorganización administrativa y territorial. La Unión Social Liberal ha conseguido un solo éxito: obtener la mayoría parlamentaria con un 70% de los votos para derrumbarse tres años más tarde.
(Trad. Monica Macovei)