Los perros callejeros –una solución legislativa
El asunto de los perros callejeros se convirtió en una prioridad para las autoridades rumanas.
Florentin Căpitănescu, 11.09.2013, 19:01
Después de que un niño de cuatro años perdiera la vida, el asunto de los perros callejeros se convirtió en una prioridad para las autoridades rumanas. Es un problema que existe desde la época comunista y que las autoridades se han mostrado incapaces de solucionar. Algunos consideran que se trata de falta de interés. En un contexto como este, en el que la presión de la opinión pública pesa sobre los hombros de los mandatarios, el Parlamento de Bucarest ha decidido adoptar una ley que permite la eutanasia, una solución aceptada por la mayoría de la población. La ley prevé que un perro puede ser recuperado o adoptado de forma gratuita en un plazo de 14 días laborales. Al final de este período, las autoridades locales pueden eutanasiar a los perros o, si tienen suficientes recursos financieros, pueden prolongar su estancia en el refugio. Es decir, que la eutanasia no es una solución obligatoria. Los perros agresivos y los que sufran enfermedades incurables serán eutanasiados. Las personas que adoptan a los perros deben firmar una declaración en la que se menciona que cumplirán con todas las normas necesarias, no los abandonarán y, si ya no los pueden cuidar, los entregarán a las autoridades. El voto del Parlamento, que ha aplazado esta ley durante casi seis años, ha causado una ola de protestas por parte de las organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de los animales. Por lo demás, los millones de euros que han pasado por sus cuentas, dinero procedente de los presupuestos de los ayuntamientos y de fondos europeos, han demostrado ser inútiles. Los refugios, las adopciones y la esterilización como soluciones para frenar el fenómeno han demostrado ser nada productivas.
En Bucarest, ciudad que tiene 1,8 millones de habitantes, alberga casi 65.000 perros callejeros. Son unas cifras muy altas para una capital europea y para una ciudad civilizada. Por lo demás, los perros callejeros son mencionados como peligro para los extranjeros que visitan la capital de Rumanía.