La liberalización del mercado laboral europeo
La ministra rumana de Trabajo, Mariana Câmpeanu, se ha reunido en la Haya con su homólogo holandés, Lodewijk Asscher, para debatir los cambios de la legislación después de que el mercado laboral holandés se abra a los rumanos.
Valentin Țigău, 10.09.2013, 19:59
El documento de 2007, cuando Rumanía y Bulgaria ingresaron en la UE, permitió a los estados miembros aplicar normas transitorias respecto al acceso de los rumanos y búlgaros al mercado laboral por un período de como máximo siete años. Según estas normas, nueve estados miembros mantienen todavía restricciones que se levantarán el 1 de enero del 2014, cuando el mercado laboral europeo se abrirá completamente. Mientras que los gobiernos de Sofía y Bucarest consideran estas medidas como normales para todos los estados miembros, hay todavía temores en cuanto a una masiva migración desde el este de Europa. Junto al Reino Unido, los Países Bajos son uno de los países donde hay voces que solicitan al gobierno que aplace la liberalización del mercado laboral para los rumanos y búlgaros.
La ministra rumana de Trabajo, Mariana Câmpeanu, se ha reunido este lunes en la Haya con su homólogo holandés, Lodewijk Asscher, para debatir este asunto. Al final de la reunión, ambos mandatarios han declarado que Rumanía y los Países Bajos encontrarán soluciones comunes para asegurarse de que la decisión de abrir el mercado laboral para los rumanos y búlgaros no creará problemas. En los Países Bajos, numerosos mandatarios afirman que los rumanos y búlgaros serán bienvenidos a partir del 1 de enero, pero existe también el temor de que los holandeses pierdan sus trabajos tras su llegada. He aquí la declaración de Mariana Câmpeanu:
Los holandeses piensan probablemente que los rumanos podrían aceptar sueldos más bajos y así se podían quedar sin trabajo, pero el problema no es este. El problema es por qué hay empresas que infringen la legislación. En esto se tiene que trabajar, porque en vez de un rumano o un búlgaro puede venir un croata, un francés o un alemán. Si quieren defender sus trabajos, deben entender que cualquier persona que trabaja, por ejemplo, en los Países Bajos debe tener los mismos derechos.
Ambos ministros de Trabajo han declarado que en Bucarest y la Haya las medidas de protección de los derechos laborales tienen que luchar contra abusos como la explotación de los empleados, los sueldos inferiores al salario mínimo o las jornadas extensas. En última instancia, al respetar las leyes internas, los Países Bajos se comprometen a respetar también los Tratados internacionales firmados, inclusive el Tratado Europeo, en el que se menciona la libre circulación de la mano de obra.
(Traducción: Monica Tarău)