La beatificación de Vladimir Ghika
Monseñor Vladimir Ghika, príncipe, hombre de letras, sacerdote y mártir cristiano, será beatificado en Bucarest el próximo 31 de agosto.
Valentin Țigău, 22.08.2013, 14:56
Monseñor Vladimir Ghika, el pastor romano-católico rumano cuyo martirio por la fe fue reconocido por el Papa Francisco el pasado 27 de marzo, será beatificado el próximo 31 de agosto en el marco de una misa solemne. La beatificación, el acto mediante el cual el Papa atribuye a un cristiano católico que tuvo muerte de mártir o que ha ejercido las virtudes cristianas en grado heroico el título de beato, permite que se le rinda culto público de veneración a un futuro santo, pero con ciertas limitaciones. Esta beatificación tendrá lugar por vez primera en Bucarest y es considerada el acontecimiento más importante de la Iglesia Católica Rumana, tras la visita del Papa Juan Pablo II en 1999. Participarán a este acontecimiento tres cardenales, más de doscientos de obispos y sacerdotes y miles de feligreses. Monseñor Vladimir Ghika nació en 1873 y fue nieto del último príncipe del Principado de Moldavia. Bautizado ortodoxo, con 29 años de edad pasó a la Iglesia romano-católica para ser, según el mismo confesaba, un ortodoxo mejor. Estudió en Francia e Italia, dedicando la mayor parte de su vida a la ayuda de los necesitados, que lo apodaron “el príncipe de los pobres”. En Rumanía fundó el primer hospital gratuito y el primer servicio de urgencias. En 1939, la Segunda Guerra Mundial lo encuentra en el país. No quiere abandonar Rumanía, para poder apoyar y animar a los pobres y a los enfermos, incluso durante los bombardeos de los aliados sobre Bucarest. Tras llegar al poder los comunistas, se niega a salir en el tren real por las mismas razones. Es detenido en noviembre de 1952, acusado de “alta traición” y encarcelado, cerca de Bucarest, donde es amenazado, golpeado y torturado. Dos años más tarde muere en prisión a causa del tratamiento inhumano que le aplicaron. Lo que es interesante es que Vladimir Ghika fue cura católico pero recibió por parte del Papa Pio XI el privilegio de poder celebrar la misa tanto por el rito latino como por el bizantino. Fue un promotor de varios campos y sus actividades traspasaron las fronteras confesionales y el espíritu de la época, por lo que fue considerado un verdadero precursor del ecumenismo. Después de recibir el título de beato, monseñor Vladimir Ghika formará parte de los beatos y santos de la Iglesia Católica y será inscrito en el calendario de la Iglesia local, en la fecha del 16 de mayo, día de su martirio. Así se sumará a otros dos mártires rumanos de la época de la persecución comunista que también fueron declarados beatos por la Iglesia Católica.
(Traducción: Simona Sârbescu)