El Día de la Juventud
Desde hace 14 años, el 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud. Sin embargo, ahora este día de celebración se ha visto afectado por el alto nivel del paro juvenil.
Corina Cristea, 12.08.2013, 15:13
Según indican las estadísticas más recientes de la Organización Internacional del Trabajo, más de 70 millones de jóvenes no tienen un puesto de trabajo y esta situación se debe, en gran medida, a su falta de experiencia. Las estimaciones indican que esta es la causa del alto nivel del paro, que es tres veces mayor en el caso de un joven en comparación con el de una persona adulta. Paradójicamente, los países más afectados por el paro juvenil son los que tienen economías desarrolladas. En la UE, en países como Grecia o España, más del 50% de los jóvenes están en paro. Esta situación hace que el Día Internacional de la Juventud, celebrado cada 12 agosto, no sea un motivo de fiesta. Lo mismo sucedió en los años anteriores, desde que la crisis económica ha venido afectando a todos y ha generado un alto nivel del paro, así como la inseguridad laboral para aquellos que han logrado conseguir empleo. La insatisfacción generada por los salarios muy bajos completa el cuadro de la percepción entre los jóvenes de todas partes del mundo, sobre todo este año en que se cumplen 14 años desde la iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas de marcar el Día Internacional de la Juventud. Recientemente, preocupados por esta situación, los líderes de la Unión Europea han establecido asignar un total de 6.000 millones de euros por un periodo de dos años para reducir el paro juvenil. Sin embargo, algunos manifiestan su escepticismo sobre esta iniciativa, como por ejemplo John Springford, un conocido analista económico, que concedió una entrevista a la Voz de América. En su opinión, necesitamos soluciones a largo plazo y no fondos asignados en situaciones urgentes. John Springford:
“Si hacemos un cálculo simple, resulta que cada joven tiene asignados unos 1.000 euros. Este tipo de problemas se deben solucionar a través de políticas macroeconómicas, estructurales, y no a través de medidas coyunturales.”
A su vez, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, ha pedido paciencia:
“Somos conscientes de que las reformas llevan tiempo y que los resultados no serán inmediatos.”
En Rumanía, según indica dicha Organización Mundial del Trabajo, la situación es distinta: el 15% de los jóvenes tienen un nivel de educación demasiado elevado en comparación con lo que requiere el mercado. Se han graduado de institutos técnicos o de universidades, tienen buena formación profesional, pero no encuentran trabajo. Por eso, aceptan ocupar cargos que están por debajo de su nivel profesional o se van al extranjero. “¡Sed revolucionarios. Os pido que nadéis contracorriente. Sí, os pido que seáis rebeldes!”, este ha sido el mensaje del Papa Francisco, que ha pedido a los jóvenes crearse el mundo que quieran. Hace poco, en Brasil, en su discurso pronunciado en las Jornadas Mundiales de la Juventud Católica, el Pontífice llamó a los jóvenes a “salir de sus grupos herméticos, hacerse valer y luchar por sus valores y su fe”.
(Traducción: Simona Sârbescu)