El primer ministro rumano viaja a Asia
La componente económica, especialmente la energética, domina la agenda del viaje que el primer ministro rumano, Victor Ponta, efectúa a Asia.
Florentin Căpitănescu, 28.06.2013, 19:29
Generalmente vulnerables en lo que se refiere a la seguridad energética, los estados de la UE corren en busca de nuevas fuentes alternativas. Entre los concurrentes figura también Rumanía, país agotado por los altos precios que pagan por el gas que recibe desde Rusia. Aunque gran parte de la demanda de consumo interno, en baja en los últimos años, está garantizada por la producción propia, Rumanía trata, individualmente, igual que muchos otros estados comunitarios, de librarse de la dependencia del gas suministrado por el gigante ruso Gazprom. El continente asiático en general y la Cuenca del Mar Caspio, en particular, son considerados por los europeos un El Dorado de los recursos energéticos. Precisamente por ello, las visitas que el jefe del gobierno rumano, Victor Ponta, efectuó a Azerbaiyán y Kazajistán, como escalas clave en su periplo asiático, no parecen fortuitas. Coincidencia o no, Ponta llegó a Bakú exactamente en el día en que el gran gasoducto Nabucco, promovido a bombo y platillo por la UE y en que Rumanía estaba implicada directamente, se transformó de un mega proyecto en un sonoro fracaso.
El consorcio internacional involucrado en la explotación de Afganistán ha anunciado que Nabucco, el gasoducto que iba a conectar Turquía con Austria vía Bulgaria, Rumanía y Hungría, no fue elegido como ruta de transporte hacia Europa. Decepcionada tras haber dado muchos pasos adelante desde el punto de vista legislativo y financiero, a Rumanía le queda, pese a ello, otra oportunidad, tal vez provechosa, de colaborar con Azerbaiyán. Se trata de AGRI (Interconexión Azerbaiyán-Georgia-Rumanía), un proyecto destinado a asegurar el transporte del gas procedente de Azerbaiyán, vía Georgia, hacia Rumanía y luego hacia mercados de la UE. El proyecto incluye, entre otras cosas, la construcción de una unidad de licuación de gases en Rumanía. Además de AGRI, el primer ministro rumano enfocó con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, las posibles inversiones que la Compañía Nacional Petrolera de Azerbaiyán, SOCAR, podría hacer en Rumania. El gran complejo petroquímico Oltchim de Râmnicu Vâlcea, cuya privatización ha fracasado hasta la fecha, sería en opinión de Victor Ponta un potencial blanco para SOCAR. Por otra parte, los responsables de Astana le hicieron a Ponta una propuesta interesante, a saber, el suministro de gas desde Kazajistán a Rumanía a través de una extensión del gasoducto SouthStream de la Bulgaria vecina. Pero del dicho al hecho hay un gran trecho y esto lo ha comprobado el propio proyecto Nabucco.
Traductora: Rodica Popa