Relaciones entre Bucarest y Chişinău
La República de Moldavia atraviesa una nueva crisis política.
Leyla Cheamil, 08.05.2013, 17:31
Los días pasados se cumplieron 23 años desde el momento histórico en el que más de un millón de rumanos pasaron sin visado ni pasaporte las fronteras a la República de Moldavia que, hasta aquel entonces, había formado parte de la Unión Soviética que caería en 1991. Rumanía había escapado del comunismo en 1989, tras una revolución sangrienta, y la actual República de Moldavia, la antigua Basarabia, donde la mayoría de la población habla rumano, declararía su independencia dos años más tarde.
Por lo tanto, el 6 de mayo de 1990, por primera vez tras la Primera Guerra Mundial, las fronteras rumano-soviéticas se pudieron pasar sin documentos durante unas horas. Se organizaron ocho puntos fronterizos y el acontecimiento de aquel día fue llamado el Puente de las Flores porque, simbólicamente, se echaron flores al agua del río Prut, que separa ambos países. Fueron momentos de profunda emoción. Rumanos que no se habían visto nunca lloraban de alegría, unidos solamente por el idioma que hablaban.
Sin embargo, durante los 23 años que han pasado, ha bajado el entusiasmo, dejando lugar al pragmatismo. Los dos países vecinos, con una historia común, intentan volver a encontrarse bajo el auspicio de la Unión Europea. Por lo demás, las autoridades de Bucarest han expresado en numerosas ocasiones su apoyo a la integración de la República de Moldavia. Recientemente, el presidente de Rumanía, Traian Băsescu, ha tenido una charla telefónica con su homólogo de Chişinău, Nicolae Timofti, con quien ha debatido la situación política de la República de Moldavia y las soluciones para superar la crisis política. El jefe del Estado rumano ha declarado que es importante que las decisiones que toman las autoridades moldavas no afecten el proceso de integración europea del país.
Actualmente, la República de Moldavia atraviesa una nueva crisis política. El 5 de marzo, el Parlamento hizo caer al Gobierno a través de una moción de censura presentada por los comunistas y el 25 de abril el presidente del Parlamento fue revocado del cargo. La antigua coalición mayoritaria, la Alianza para la Integración Europea, ha dejado de existir. El presidente Nicolae Timofti tiene atribuciones limitadas y la Constitución le permite únicamente consultar con los grupos parlamentarios el nombre del candidato para el cargo de primer ministro que forme el nuevo Gobierno. Si este no cuenta con el apoyo del Parlamento, el presidente puede disolver el legislativo y convocar elecciones anticipadas.
( trad. Monica Tarau)