Semana del 5 al 11 de diciembre
Los temas de hoy
Victoria Sepciu, 11.12.2022, 06:00
Los temas de hoy
Mensajes, comentarios y datos técnicos de nuestros oyentes.
Juan Franco Crespo de Valls Tarragona/España nos hizo llegar sus últimos informes de recepción. He aquí sus datos:
QTH/LUGAR/DÍA
VALLS TARRAGONA
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HORA
UTC
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K H Z
FRECUENCIA
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SINPO
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RECEPTOR
TECSUN PL-660+120 METROS
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6 NOVIEMBRE DE 2022
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2000-2030
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7235
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54454
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Antena telescópica + hilo largo
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6 NOVIEMBRE
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2030-2100
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9500
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54343
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13 NOVIEMBRE
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2000-2030
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7235
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54454
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13 NOVIEMBRE
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2030-2100
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9500
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44343
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20 NOVIEMBRE
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2000-2030
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7235
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54454
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20 NOVIEMBRE
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2030-2100
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9500
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54343
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27 NOVIEMBRE
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2000-2030
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9500
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33232
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27 NOVIEMBRE
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2030-2100
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7235
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55555
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Las dos frecuencias invernales, como cada año, suelen dar pequeños problemas, señala Juan, ante los SINPOS bastante ajustados, decidí cambiar la escucha y parece que la media hora en 7235 en el último control es casi perfecta, mientras que en 9500 seguimos padeciendo un oscilante SINPO donde el ruido, a veces se nos cuela con el desvanecimiento y hace realmente difícil seguir la señal.
-Muchas gracias, Juan, por compartir estos datos, un gran abrazo y ¡Hasta pronto!
Mi reaparición en este estudio de grabación tiene una única explicación: logré volver a sintonizarlos por aire y hacer un informe de recepción, informa Hugo Longhi desde Rosario, Argentina.
No fue una captación de lo mejor aunque no me quejo. El horario es un poco agotante para mi región pero es la frecuencia que mejor se escucha. Seguiré insistiendo y reportando.
Llegó el grato momento de darte un fuerte abrazo y saludarte hasta la próxima.
Y aquí el informe.
RECEPTOR: SONY IFC-SW 7600G ANTENA: TELESCOPICA INCORPORADA
DIA: 27-Nov-22
FRECUENCIA U.T.C. S I N P O OBSERVACIONES:
9740 KHz 03.00 4 3 3 3 3 Señal aceptable con disturbios ionosféricos.
-Muchas gracias, Hugo, un gran abrazo y ¡Hasta la próxima!
Ángel José Leonardo colabora de nuevo con nosotros desde San Nicolás-Argentina.
Queridos amigos de RRI:
Con mucho interés escucho los programas de vuestra emisora cada noche a las 03:00 utc en los 9740 khz, que en general tiene buena recepción.
La sintonía es buena con un S.I.N.P.O promedio de entre 3 y 4.
Les hago saber que como en ese horario ya me encuentro en mi cama, uso una antena interna ya que la externa se encuentra en la planta baja de mi casa. No obstante puedo disfrutar de los programas.
Me gusta la música rumana, sobre todo con instrumentos de viento.
Mi receptor es Sony ICF-SW 7600GR.
Envío cálidos saludos.
-Muchas gracias, Ángel, por estas informaciones. Me alegra que puedas escuchar nuestros programas cómodamente y en buenas condiciones. Te mando, un gran abrazo en la distancia y será ¡Hasta la próxima!
Alex Costa Oliveira de São Paulo-Brasil nos envía los datos de su último informe de recepción: La elección de la frecuencia de 9500 KHz para la emisión de las 20 UTC fue una sabia decisión del departamento técnico dada su mejor calidad de recepción, aprecia Alex. ¡Felices fiestas y un feliz y próspero 2023 para todos de RRI en español!
Fecha 03/12/22
Hora UTC 20:30
Frecuencia 9500 KHz
PGM Radio Abierta
SINPO. 35333
Receptor Bosch LD 243
Antena Interior L invertida de 5 metros.
-Muchas gracias, Alex, por habernos apoyado un año más. Me alegra que estés contento y, a mi turno, te deseo que pases unas bonitas fiestas navideñas y que el 2023 te cumpla las expectativas. Un gran abrazo, amigo, y ¡Hasta pronto!
Nuevamente me es un placer escribirles una semana más con mis informes de recepción, dice Matías Saibene. Aquí en Monte Hermoso (Argentina) el verano ya se hace sentir y las plantas de la huerta ya brotan con fuerza también gracias a las lluvias y al calor.
RECEPTORES: Tecsun PL-380. RTL-SDR, software SDR++. Antenas 2: una antena hilo largo de 12 metros de longitud a 6 metros de altura sobre el suelo, y otra antena hilo largo de 25 metros de longitud a 3 metros de altura sobre el suelo conectada a masa a tierra, y ambas antenas conectadas a la radio.
NIVELES DE SEÑAL: Máximo 100dBu, ruido 30dBu.
INFORME:
Fecha: 29 de Noviembre de 2022
Hora Frecuencia S I N P O Observaciones
03:30UTC 9740kHz 3 4 4 3 3 Señal de 60dBu.
22:00UTC 15120kHz SIN SEÑAL
22:00UTC 13580kHz SIN SEÑAL
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Fecha: 30 de Noviembre de 2022
Hora Frecuencia S I N P O Observaciones
00:00UTC 13600kHz SIN SEÑAL
00:00UTC 11800kHz 2 3 2 2 2 Señal de 50dBu muy ruidosa con fuertes desvanecimientos.
03:00UTC 11800kHz 2 5 2 2 2 Señal de 58dBu muy ruidosa.
03:00UTC 9740kHz SIN AUDIO Señal portadora de RRI presente pero sin audio.
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Fecha: 1 de Diciembre de 2022
Hora Frecuencia S I N P O Observaciones
03:00UTC 11800kHz 1 5 3 1 1 Señal inaudible.
03:00UTC 9740kHz 2 5 4 1 1 Señal de 50dBu apenas identificable.
22:00UTC 15120kHz SIN SEÑAL
22:00UTC 13580kHz SIN SEÑAL
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Fecha: 2 de Diciembre de 2022
Hora Frecuencia S I N P O Observaciones
00:00UTC 11800kHz 2 4 3 2 2 Señal de 50dBu.
00:00UTC 13600kHz SIN SEÑAL
03:00UTC 9740kHz 3 5 4 4 3 Señal de 65dBu.
03:00UTC 11800kHz SIN SEÑAL
22:00UTC 15120kHz SIN SEÑAL
22:00UTC 13580kHz SIN SEÑAL
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Fecha: 3 de Diciembre de 2022
Hora Frecuencia S I N P O Observaciones
03:00UTC 11800kHz 3 4 4 4 3 Señal de 60dBu
03:00UTC 9740kHz 4 5 4 5 4 Señal de 70dBu.
22:00UTC 15120kHz SIN SEÑAL
22:00UTC 13580kHz SIN SEÑAL
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Fecha: 4 de Diciembre de 2022
Hora Frecuencia S I N P O Observaciones
00:10UTC 13600kHz 3 5 4 3 3 Señal de 60dBu.
00:10UTC 11800kHz 1 5 4 1 1 Señal de menos de 40dBu.
03:00UTC 11800kHz 1 5 4 1 1 Señal apenas detectable.
03:10UTC 9740kHz 3 4 3 4 3 Señal de 65dBu pero ruidosa. Ligeras y esporádicas interferencias electrónicas que posiblemente era un radar.
03:20UTC 9740kHz 4 5 4 4 4 Señal de 75dBu muy buena.
22:00UTC 15120kHz SIN SEÑAL
22:00UTC 13580kHz SIN SEÑAL
-Muchas gracias, Matías, recibe un gran abrazo en la distancia y ¡Hasta pronto!
Seguidamente finalizamos la interesante reseña de la novela Austerlitz, de Winfried Georg Sebald que realizó Juan Franco Crespo y que pertenece al apartado TEMÁTICA RADIAL EN LA LITERATURA.
Digamos que Sebald no es precisamente uno de los autores fáciles de leer y a ello le añade ese río, continuo, de la escritura sin descanso, un relato que te deja enganchado y que necesita concentración. Si además encuentras pasajes o lugares por los que has estado, entonces ya no deseas dejar ese libro de casi trescientas páginas en las que pocas cosas hay que desentonen. De hecho sólo encontré una fecha que no cuadra con la historia, sin duda un baile de números o un simple despiste a la hora de teclear la versión en español; en la página 156 dice “en mayo de 1993 cuando en realidad es 1939. Por lo demás, un buen trabajo del autor alemán y de su traductor Miguel Sáenz.
Y ahora vayamos a la parte que nos interesa para esta serie de la radio en la literatura. Hay unos cuantos párrafos de interés y, desperdigadas, numerosas referencias a Petrin, que es la colina en la que se halla la famosa torre de radiotelevisión de Praga, que tiene bastante parecido con la famosa torre de París. Paseos por esa preciosidad de colina, las referencias al barrio judío de Praga o incluso las instituciones que visitaba Austerlitz, te hacen reflexionar y descansar al dejar ir tu memoria a aquellos fantásticos recuerdos de tu primer viaje a Praga y la presencia en la tribuna de invitados para aquel fantástico primero de mayo que nunca se olvida. Curioso, en aquella época de escasez, había concursos que te permitían ciertas cosas; hoy hay alienación y no queda tiempo para el dichoso trabajo bien hecho, por no decir todos los recursos para mí y mis secuaces, demostrando que la voracidad de la especie, del bicho humano, no tiene límite o, como dirían en mi pueblo, “no tienen hartura —léase con hache aspirada para hacerlo más jameño.
Y ahora sí, ahora toca ir al capítulo de la radio en Austerlitz.
Reinaba el silencio en la librería y sólo de la pequeña radio que Penélope, como siempre, tenía a su lado, surgían voces suaves, y esas voces, al principio apenas perceptibles pero pronto para mí sumamente claras, me cautivaron de tal modo que olvidé totalmente las hojas que tenía ante mí y me quedé inmóvil, como si no pudiera perderme ni una de las sílabas que salían de aquel aparato, un tanto chirriante. Lo que oí fueron las voces de dos mujeres que hablaban entre sí de cómo en el verano de 1939, siendo niñas, las habían enviado a Inglaterra en un transporte especial. Mencionaron toda una serie de ciudades —Viena, Múnich, Danzig, Bratislava, Berlín—, pero sólo cuando una de las dos comenzó a decir que su transporte, después de un viaje de dos días a través del Deutsche Reich y de Holanda, donde habían visto desde el tren las grandes aspas de los molinos de viento, había sido con el transbordador Prague de Hock a Harwick, por el Mar del Norte, supe, sin lugar a dudas, que aquellos recuerdos fragmentarios eran también parte de mi vida. Estaba demasiado asustado por la súbita revelación para anotar las direcciones y números de teléfono al final del programa. Me veía solo aguardando, en un muelle, en una larga fila doble de niños que en su mayoría llevaban mochilas o carteras (pp. 143-144).
Junto a la cama había una pequeña caja de Château Gruaud-Larose, con su escudo negro grabado a fuego y, sobre la caja, el resplandor suave de una lámpara, un vaso, una garrafa de agua y una antigua radio en una caja de baquelita marrón oscuro (p. 167).
Antes de acostarme, encendí la radio que estaba junto a mi cama, sobre la caja de Burdeos. En su cuadrante, iluminado y redondo, aparecían los nombres de las ciudades y estaciones con las que, en mi infancia, relacionaba las más exóticas ideas: Monte Carlo, Roma, Ljubljana, Estocolmo, Bermünster, Hilversum, Praga y otras. Puse el volumen muy bajo y escuché un idioma para mí incomprensible que desde gran distancia, se esparcía por el éter, una voz de mujer que a veces se hundía entre las olas, luego emergía de nuevo y se cruzaba con el juego de dos manos cuidadosas que, en algún lugar desconocido para mí, me movían sobre el teclado de un Bösendorfer o un Pleyel, produciendo fragmentos musicales que me acompañaron hasta muy entrado en el sueño, creo que de El clave bien temperado. Cuando me desperté por la mañana, de la rejilla de latón de apretada malla del altavoz sólo venía un débil ruido de fondo y una especie de arrastrar. Poco después, en el desayuno, cuando me puse a hablar de la misteriosa radio, Austerlitz dijo que él tenía la opinión de que las voces que, al comenzar la oscuridad, atravesaban el aire y de las que podíamos captar muy poco, tenían, como los murciélagos, su propia vida, que rehuía la luz del sol. A menudo, en sus largas noches de insomnio de los últimos años, las veía al oír a las locutoras de Budapest, Helsinki o La Coruña, seguir muy lejos sus caminos zigzagueantes y deseaba estar en su compañía (pp. 167-168).
En la radio se precipitaban las noticias que daban los locutores con un tono curiosamente agudo, exprimido de la garganta, de los éxitos innegables de la Wehrmacht, que pronto ocuparía todo el continente europeo y cuyas campañas poco a poco, con una lógica aparentemente aplastante, abrían a los alemanes la perspectiva de un imperio, en el que todos, gracias a pertenecer a aquel pueblo elegido, seguirían la carrera más brillante (pp. 178-179).
A finales de otoño de 1941, creo, dijo Vera, que Agáta tuvo que llevar al llamado Centro de Entrega Obligatoria la radio, su gramófono, con los discos que tanto quería, sus prismáticos y gemelos de ópera, los instrumentos de música, sus joyas, las pieles y el guardarropa que había dejado Maximilian (p. 178).
Y hasta aquí lo más destacado sobre la radio. En algún caso nos está narrando el comportamiento de la onda media que con la llegada de la noche permite captar estaciones sumamente lejanas y que al levantar el alba desaparecen. Incluso durante la noche cerrada se van viendo desaparecer algunas de ellas y en el mismo punto salen otras. Recordemos que en la época la radio no funcionaba las veinticuatro horas del día y, en el continente europeo, casi todas las estaciones eran de titularidad pública, o sea: de los gobiernos que ejercían un control sobre sus operaciones radiales. Personalmente me quedaba muchas noches para escuchar las emisiones de Monte Carlo y Luxemburgo, o incluso la del Sarre o Europa número 1 con un tipo de música que en los años sesenta/setenta no era habitual en España, mucho menos en mi provincia de nacimiento: Granada. Las emisoras del Este eran una delicia por la música clásica que divulgaban; especialmente excepcional era la recepción de Praga y Budapest, una joya para los oídos.
También el personaje central de la novela, sin saberlo, estaba realizando esa maravillosa afición del mundo de la radioescucha, y quién sabe si Sebald fue un amante de las tarjetas QSL o simplemente se dedicaba a escuchar la radio y a disfrutar, e imaginamos que a soñar con esas ondas voladoras que cada vez escasean más y en donde la concentración de medios está acabando con infinidad de estaciones y, en muchos casos, desmontando los sistemas públicos de radiodifusión que tanto hicieron para cohesionar al continente y llevar libertad a lugares en donde no siempre existía esa posibilidad.
-Muchas gracias, Juan, por haber compartido esta interesante reseña, un gran abrazo, amigo, y ¡Hasta pronto!