Semana del 10 al 16 de noviembre
TRISTEZA EN EL ETER - cese de las transmisiones por onda corta de Radio Exterior de España
Victoria Sepciu, 20.11.2014, 09:54
– TRISTEZA EN EL ETER, es el titulo del material que nos mandó
Miguel Ramón Bauset desde Alboraya-Valencia, España, un material que, evidentemente, trata sobre la desaparición de las transmisiones por onda corta de Radio Exterior de España:
“Al final los pronósticos se cumplieron. Y la decisión tuvo efecto el día y la hora anunciada. El Centro emisor de Noblejas en la provincia española de Toledo cerraba su ventana al éter y dejaba de emitir tras 43 años de onda corta el pasado 14 de octubre a las 22.00 UTC hora española de verano. No valió para nada la carta del oyente cubano que estaba encantado oyendo la voz española y que no disponía de esos adelantos para seguir oyéndoles, ni tampoco la del marinero que, como decía un buen amigo, no podía imaginarse qué banco de peces a partir de ahora le proporcionaría una zona wifi en alta mar alejado de toda civilización costera para seguir oyendo al menos ESPAÑOLES EN LA MAR ,ni mucho menos la de bastantes otros desde zonas en guerra o pobres que tenían en las antenas de REE una buena información, una buena promoción del país, y un excelente medio de oir el español y otras lenguas.
Nada de nada. Con la idea fija del ahorro, y de que aquello está absoleto a pesar de que también emiten en DRM- si pero tiene poca audiencia porque los receptores son caros- le dan a los oyentes una versión oficial de que la emisión tendrá mejor recepción y sin cortes.
Hace un año también se cargaron el emisor de Costa Rica, todo modernizado y del que habían hablado maravillosamente, diciendo que a partir de ahora Noblejas iba a suplirlo con creces, pasando las emisiones a oírse mejor. De hecho la recepción de este centro emisor era muy buena mundialmente.
El método elegido, el de las razones presupuestarias, es el camino hecho por la práctica totalidad de las emisoras de onda corta que las han ido enmudeciendo sus respectivos gobiernos. Prometen mucho con los métodos que los van a sustituir y luego van desapareciendo, a pesar de la promoción que del país van haciendo. Vean sino como quedó el toque holandés, sin voz.
Siempre he sentido mucha pena por cada uno de los cierres de las emisoras de onda corta, pero esta vez no encuentro palabras para expresar lo del adiós de REE por la querida onda corta como sistema de transmisión porque es mi país, por el idioma y por el cariño que aun me producen sus transmisores cada vez que paso frecuentemente por allí camino de tierras manchegas.
¡Ay los transmisores de Noblejas! No hace muchos días en el puente de la fiesta de la Comunidad Valenciana me planeé un viaje para verlos en activo por última vez. Me puse manos a la obra como decimos por aquí y ¡a por el tren! Aún funciona un tren convencional que frente al AVE que tarda hora y media en cubrir el trayecto Valencia Madrid, este simpático tren lo hace en seis horas con toda la paciencia del mundo, por toda la serranía de Cuenca y recordando los viejos tiempos ferroviarios. Pocos viajeros, modestos, pero buena gente. Y les decía que aún funciona porque esta línea está amenazada constantemente con el cierre. La táctica ya se sabe; no cuidan las instalaciones, ponen horarios pésimos, no sube gente y ¡zas! A cerrar.
Después de pasar los pueblos vinícolas de la valencia castellana, Utiel, Camporrobles, Requena… y de dejar estaciones abandonadas, pueblos casi sin gentes, y paisajes mas que sorprendentes, arribamos a un pueblo manchego denominado Carboneras de Guadazaon muy a visitar y volver en otro momento, y siguiendo los parajes insólitos de vía única sin electrificar de velocidad limitada, se adivina la monumental Cuenca, con grandes instalaciones ferroviarias aparcadas, donde un día pasaban aquellos talgos rojizos de las primeras épocas conducidas por aquellas máquinas con nombre de Virgen de los nombres mas populares españoles. Hoy sirve como cruce de trenes tres veces al día y no mucho volumen de pasajeros que digamos.
Y sigue el viaje. Nuestros acompañantes que acaban de subir vienen preparados. El tren lleva aseos y aire acondicionado. Nada mas. Ellos abren su cestita como en los cuentos. Sacan la hogaza de pan, el chorizo, el jamón y la bota de vino. Comienzan a comer y beber. ¡Ande coma que el camino es largo ¡ Con pan y vino se hace el camino, decían, y yo por no molestar no les aceptaba tan grata invitación. Al final la señora se levantó y me lo ofreció sentándose a mi lado. No me resistí. Y del manjar a la amistad. Iban a un pueblo llamado Chillarón a ver la familia y como era el viaje era largo este era el aperitivo. Cuando el revisor les pidió los billetes también aceptó parte de aquel manjar. Hablamos de todo con el ruido de gas oil de fondo. El vino de la tierra ya iba surtiendo efecto. La bota, sabe, me la trajo mi prima de Zaragoza, hace un par de años con un paquete de adoquines, ya sabe los caramelos de aquella tierra que están muy buenos y son capaces de abrirle la cabeza a alguien. Jeje, les contesté, pero el vino es manchego sin lugar a dudas.
El tren iba casi a 20 por hora entre rocas y precipicios. Allá al fondo parece que había lluvia y el sol muy débil y escondiéndose a veces. Dentro al fondo del vagón una muchacha despierta de su letargado sueño, imaginamos que muy dulce, porque estaba en la gloria. Nos preguntó por donde andábamos ya que el tren no tiene megafonía. El mismo agente nos avisa de novedades como a la salida de Valencia que tuvimos que cambiar de tren en la parada del Circuito de motos Ricardo Tormo porque salía un poco de humo.
Llegamos a Tarancón, luego Santa Cruz y nada mas pasar, nuestro tren que va zarandeando las provincias de Cuenca y Toledo, nos hace divisar el campo de antenas de Noblejas. Las vías del AVE nos cruzan por arriba. Por un momento pensé en una comparación, nuestro tren, que es el tren de siempre, donde viajamos la gente de a pie, la gente que va a los pueblos, se cruza con el AVE, el tren de alta velocidad, donde viajan los que pueden pagar el billete y que tienen prisa, que ni se enteran por donde pasa, frente a nosotros que observamos pájaros, tractores, pinos, desfiladeros y toda clase de objetos. Así las antenas que distribuyen la señal a todo el globo para recibirlas en un modesto receptor y práctico receptor de radio que puede ir contigo alimentado con pilas a cualquier lugar, y el internet, móvil o satélite que por muy poco que cueste la emisión no todos pueden disfrutar de él.
Cada vez las antenas van acercándose ofreciendo una imagen inédita y digna de las mejores fotografías. La carretera nacional de Toledo y los dos trenes van haciendo de postales. Allí están emitiendo, todavía es 10 de octubre, pero están condenadas a muerte sin merecer tan drástico castigo. Y esas antenas rojas y blancas, esas torres llenas de hispanidad, a buen seguro estarán en esos momentos llevando buenos programas a tantos y tantos oyentes de este planeta azul.
Le digo al revisor que sigo una parada, Ocaña, con el fin de hacer mas fotos y darles el último adiós. Sin problemas. Aquello es un tren casero. Los viejetes del aperitivo ya me dijeron adiós hace rato y me desearon mucha suerte. Estuvieron geniales.
En Ocaña mientras esperaba el tren de vuelta me tomé una cervecita y una tapa, esta vez de calamares, aprovechando la oferta de la tierra. Gente abierta y amable donde las haya. Estamos en La Mancha.
Vuelve el tren por la via en sentido contrario. Procede de Madrid y ya dejó Aranjuez donde viaja desde la capital española cada sábado el tren de la fresa, un tren de época. Grandes estaciones llenas de avisos y cerradas, sin ningún trabajador. El billete se vende a bordo.
En cinco minutos vuelven las antenas y ya estamos en Noblejas, un pueblo pequeño, de unos 4.000 habitantes, donde su estación se encuentra frente a las antenas. Sólo bajo yo, oigo de dentro de la estación cerrada un concierto de canarios que alguien debe de tener allí en algún rincón del habitáculo.
Me dedico a fotografiar a mis amigas en todas las poses y direcciones. Ajenas a lo que se les avecinan sirven de GPS exacto a Noblejas. Y que curioso, este pueblo que gracias a Radio Exterior de España, se ha hecho famoso por anunciarlo en sus promos y tenerlo miles de oyentes en sus qsl de escucha, ahora cierra también su publicidad. Igual les paso a pueblos como Bonaire, Lópik o Flevo para radio Nederland, Moosbrun para Radio Austria, Santa María de Galleria para Radio Vaticano, Julich para Deutche Welle, Noblejas y Arganda para REE, y el llac d engolasters como lugar de los 702 Kcs de Radio Andorra que llegó a tener onda corta también.
Unas sras me ven con tanta foto y ellas hacen un alto en el camino de su paseo diario contra el colesterol por aquella avenida de la estación que me conducirá al pueblo, toda rodeada de árboles y parques. Entonces—me dicen— ahora quieren quitar las antenas y de vez en cuando nos asustan con el tren. Tanto ahorrar, tanto ahorrar y luego otros se embolchacan y no les pasa nada…
Y tienen razón las pobres, a este paso les van a dejar sin nada.
El pueblo, como todos los pueblos manchegos, blanco, de casas grandes, en este caso agrícola y algunas industrias. Mas de uno ha trabajado en el centro emisor que se encuentra en un lugar estratégico y también se pregunta el porqué. Kilómetros arriba el anterior a este, en Arganda del Rey tiene visitantes en sus antenas. Las cigüeñas anidan y hacen de las suyas ajenas a la autovía de Valencia o a la línea del metro madrileño que llega hasta aquí tomando el aire puro del Guadarrama.
Dejé mi pequeña maleta en el único hostal del pueblo no sin antes saborear una tapa y beber una cerveza bien fría.
Volví camino de la estación sin apenas público en esos 1000 m de distancia. Empezaba a anochecer. La estación, a la espera de ningún tren, y con los canarios durmiendo, intentaba encender sus luces de Led. En un parque añejo un grupo de jóvenes al lado de sus coches charlaban de sus cosas y bebían algo mas que refrescos y fumaban algo mas que tabaco, Eso sí, el saludo, a pesar de ser gratuito, no existió. Buenas noches,—la callada por respuesta.
Empecé a tomar posiciones fotográficas e inundé con una colección el dispositivo. De repente comienzan las luces blancas de base y los pilotos rojos de los mástiles. Una gozada el fotografiarles y una tristeza que incluso llegué a percibir sobre todo en un grupo que parecían el castillo encantado de Walt Disney. De auténtica pena. Es como si me estaban diciendo adiós.
Una noche fresca que me hizo sentir feliz frente a los calores de mi tierra. Pueblo tranquilo donde los haya.
A la mañana siguiente, sábado, comí pronto, comida manchega por supuesto, y tres horas antes de pasar el tren aparqué mis cosas en un parque delante de la vía y me puse a fotografiar de nuevo, con ángulos y situaciones bien diferentes, y con un vientecillo de gloria.
Reflexioné y reflexioné mientras una pandilla de gatos saboreaban los restos de comida que una vecina les había traído y claro, se ponían las botas con aquellos manjares que a ellos les cuesta lustros de encontrar entre los contenedores del barrio.
Era inútil, las antenas iban a ser cerradas porque ya llevaban detrás de ello mucho tiempo. Allí mismo con un simple receptor de onda corta podía oir lo que las antenas estaban transmitiendo al mundo. ¿Donde estaba el wifi para oírlo por internet o el receptor satelital?
Menudo parque arbóreo recibe a cada tren cuando pasa de su lento y elegante viaje. Por cierto el tren llegó y con otras aventuras que serán fruto de otro comentario, nos llevó a Valencia casi las once de la noche, tiempo suficiente para oir la radio un rato en el día previo al de la Raza.
Los días posteriores todos, fundamentalmente los oyentes de la onda corta , pendientes de lo que iba a suceder. Ningún medio dijo nada nuevo. El programa Amigos de la onda corta,—Cómo se llamará a partir de ahora y a quién dará las gracias si los trabajadores de Noblejas no existen? Se emitió con mas pena que gloria y ni una lagrimita.
Los días después ningún periódico se hacía eco del cierre, bajo ningún aspecto. La página web de REE, eso sí, había eliminado el día 15, no el comunicado de cierre de la onda corta que allí seguía arrinconado, sino el esquema de frecuencias y áreas que no se habían molestado ni en cambiar pues correspondían al anterior periodo invernal.
Y así estamos. Esperamos que esto no sea el comienzo de un cierre definitivo de REE. La audiencia bajará muy mucho y los huérfanos que se han quedado sin oírles que pena que no han contado con vuestra audiencia.
Lo que si está mas que claro es que mis amigas las antenas de Noblejas que estuvieron hablando años y años de mi tierra, de mi país y de todo el mundo, les han cerrado el habla y allá arriba, entre estrellas, la luna y el sol, no habrá propagación de la ionosfera para una emisora con miles de oyentes en todo el mundo, para Radio Exterior de España.
En vez de buscar otras soluciones para hacer frente a los gastos, la solución mas cómoda es el cierre enviando a quien quiera seguir oyendo a otros métodos para ellos inalcanzables o tremendamente caros. Ni una encuesta ni nada parecido. Ojalá amigas manchegas del éter alguien piense en el error cometido y pueda aún tirar marcha atrás.
Un abrazo como siempre,
Miguel Ramón Bauset octubre.14
– Han enviado informes de recepción: Alexis Rocas Ramírez de Maracay/Venezuela, Aparecido Fernández de Presidente Prudente-Sao Paulo/Brasil, Alex Costa Oliveira de Sao Paulo/Brasil, Víctor Gutiérrez de Panamá, Juan Ruíz Gómez de La Habana-Cuba, Frank Martínez de Vedado-Habana-Cuba, Miguel Alejandro Pacheco Ropero de Ocaña/Colombia, Jorge Raúl Ocegueda Robles de Jalisco,Nay/México, Hugo Calderón Carbajal de Jojutla-Morelos/México, Gabriel Bennasar de Ugeda-Toledo-España.