Domingo 7 de febrero
-Por aquí, amigos, ha hecho mejor tiempo, pero seguimos viendo cielos mayormente nublados con temperaturas máximas que han rondado los 9 grados centígrados.
Victoria Sepciu, 07.02.2021, 05:00
-Por aquí, amigos, ha hecho mejor tiempo, pero seguimos viendo cielos mayormente nublados con temperaturas máximas que han rondado los 9 grados centígrados.
En Rumanía, al igual que en todo el mundo, el principal problema de la vacunación contra la COVID-19 es la cantidad insuficiente de dosis disponibles. Bucarest recibe periódicamente vacunas a través del esquema de distribución de la Unión Europea realizado con antelación en nombre de los Estados miembros. Hasta el presente, en el espacio comunitario se han autorizado 3 sueros, Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca/Oxford. El mayor número de entregas a nivel de la UE ha sido realizado por Pfizer/BioNTech. Ya se han administrado centenares de miles de dosis, situándose Rumanía entre los países con un buen índice de inmunización.
Más allá de la escasez de dosis, otro factor que podría ralentizar la vacunación e, implícitamente, frenar la pandemia es la reticencia manifestada por una parte de la población. Además de los que están en contra de la vacuna y los interesados en introducir el caos por diferentes razones, la gente se hace preguntas normales ya que se trata de productos nuevos, realizados rápidamente, bajo la presión de la grave situación médica, social y económica. La inseguridad de la gente también se debe a que algunos sueros se hayan obtenido a través de tecnologías revolucionarias sin ser verificadas a tiempo y la existencia de varias vacunas ha abierto el debate sobre la elección de una u otra.
Con esto, queridos amigos, paso a contestar la correspondencia de hoy.
Anselmo Delgado nos mandó este mensaje desde Zapopan-Jalisco-México:
Te escribo muy contento, deseándote a ti y a todo el equipo de Radio Rumanía Internacional, que sea el 2021 un feliz y próspero año nuevo, con mucha salud y renovadas esperanzas.
Te cuento que por acá por mi ciudad Zapopan, estamos en semáforo preventivo amarillo por el alza en los contagios, posiblemente así sigamos hasta fines de febrero o más allá. Esta pandemia sigue pegando fuerte en todo mi país.
Yo sigo trabajando desde casa, y no se sabe aún si habrá fecha para un próximo regreso a las oficinas. Me gusta trabajar desde casa, aunque es pesado por el hecho de que básicamente no hay un horario de salida, bueno así se está haciendo en estos momentos. ¡Ojalá pronto cambie esta situación!
-¡Ojalá así sea, amigo Anselmo! Muchas gracias por haber reanudado tu colaboración con nosotros en este año que, a mi turno, espero que sea próspero y venturoso para todos. Desde aquí te envío un fuerte abrazo junto con mis mejores votos. ¡Hasta la próxima!
Diego Echeverri nos saluda de nuevo desde Támesis-Antioquia-Colombia y nos dice que sigue disfrutando de la programación en español de Radio Rumanía Internacional. Quiero nuevamente compartir con todos usted estas fotografías de mi pueblo Támesis, en las primeras imágenes pueden apreciar al lago La Oculta que inspiró la más reciente novela del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince. Hay también fotos del lago el Corralito, una casa típica campesina en Vereda el Hacha, margaritas, un árbol muy viejo, marco de casa de Támesis y ventana típica de Támesis.
-Muchas gracias, Diego, por seguir escuchando nuestros programas y por compartir datos interesantes y fotos maravillosas de tu pueblo. Me encantan las casas típicas de allí y sobre todo el magnífico entorno natural. Muchísimas gracias por todo, amigo, recibe un fuerte abrazo desde Bucarest y un cálido saludo en la distancia. ¡Hasta pronto!
Jorge Bustos Alarcón de Tocornal-Talagante/Chile vuelve a contactar con nosotros para enviarnos sus sinceros saludos y sus últimos informes de recepción. Nuevamente en contacto con ustedes, escribe Jorge, saludos y deseos de que estéis todos en excelente estado de salud, a la vez que el invierno no sea tan cruel con el pueblo rumano. Acá con calores en mi zona central de 17 a 32 º C todos los días. Personalmente, bien de salud y disfrutando de sus programas por la onda corta y apoyado en la página web. Me despido afectuosamente, en especial un saludo a Victoria. ¡Ojalá se normalice el correo pronto y así enviar sellos.
-Muchísimas gracias, Jorge, por tu cariñoso mensaje. Me alegra mucho que estés bien y que sigas escuchando nuestros programas. Esperemos que paulatinamente las cosas mejoren para recobrar, al menos algo, de la normalidad en este año. A mi turno, amigo, te mando un cálido saludo junto con mis mejores deseos para ti y tus seres queridos. ¡Hasta la próxima!
Daniel Rodrigo Troncoso Murillo de Bogotá, Colombia, escribe:
Espero todo marche muy bien, es muy emocionante saber que aún la radio se mantiene como nuestra eterna compañera pese a todas las nuevas tecnologías y que podemos celebrar gracias a eso el Día Mundial de la Radio. Procuro escucharlos a ustedes cada vez que puedo, debo confesar que al oír sus voces no puedo dejar de pensar que provienen del mismo país del músico Sergiu Celibidache, incluso por la magia de radio imagino que son como él de un rostro firme y una gran emocionalidad, creo que es un rasgo muy bonito de la personalidad de los rumanos.
Les dejo un gran saludo y envío algo que escribí para el Día Mundial de la Radio, así como también un informe de recepción. Abrazos desde Colombia.
-Querido Daniel, te agradezco el cálido mensaje y todo tu apoyo y no te preocupes, recibirás todas las QSLs correspondientes. Un gran abrazo y ¡Hasta la próxima!
Seguidamente, Miguel Ramón Bauset de Alboraya-Valencia-España, comparte la segunda parte de su reflexión sobre el modo en que esta pandemia nos ha cambiado la vida.
EL BAR DE LA ESQUINA (II)
Pili y su madre acaban de sentarse en una de esas mesas de hierro y madera que adornan exquisitamente el salón. Piden dos tostadas de pan integral con tomate natural y dos cortados descafeinados de sobre con leche desnatada. Todo un desayuno saludable. Van al mercado, viven en la huerta, dejaron el coche en lo que pronto será zona azul, y han hecho un alto en el camino ya que no han podido desayunar en casa porque se había terminado la bombona de gas, y anoche Iberdrola cortó la luz ante la abundancia del vendaval que se nos ha hecho mascota para desilusión de los viandantes y utilitarios de todo tipo de vehículos. Miel y sacarina porque eso les animará a hacer la compra del día e ir tomando turno. Un carro de la compra, ya que se acabó eso de regalar bolsas, es su compañero de viaje donde irán llenando las viandas y comestibles, y un estropajo y unas pilas por si vuelve esta noche la oscuridad. De lo contrario volveremos a utilizar las velas para orientarnos y no caernos.
Las mesas van llenándose para comer en el alto matutino. Unos traen el bocadillo de casa, otros fiambrera, otros pan de molde, y los más se piden el menú almuerzo. De pronto los camareros afaenados, las mesas se llenan de aceitunas de todas las especies ,chafadas, sevillanas, con hueso o sin, complementos, negras del Bajo Aragón, de cacahuete y almendras—pocas que están caras–, y también de cacahuete con cáscara que es más entretenido de pelar, de cervezas grandes, de gaseosas, de vino de batalla—el más común— para obtener el famoso tinto de verano, las botellas de agua sin gas de la más variada procedencia, y se van pidiendo las mezclas para la masa blanca del más variado repertorio, que medio, que entero, que sin mayonesa, que doble blanco, que dame uno de fiambre o de jamón y queso con el pan mojado de aceite o a la catalana con el tomate restregado…
Allí se habla de todo y se critica a todo bicho viviente, o se alaba depende. A la hora del café aquí sí que es necesario tomar nota: café solo en vaso, en taza, manchado, con crema, corto de café, largo, con leche, con poca o mucha nata, con un toque de coñac o anís, o ponche o cazalla… y después las copas con hielo o sin él, de esto, de aquello, o un chupito con o sin alcohol…y cubatas porque no da tiempo que si no también se lo tomarían… Los camareros no paran de llevarlo todo calentito a sus lugares. En la barra uno escucha lo que le piden los otros y va sirviendo.
La cocinera sale a ver lo que va escaseando para darle de nuevo al fuego y a su imaginación. Parece, de momento todo en su punto.
En la mesa de la ventana que hace ángulo unos labradores hablan de la crisis, del campo, de lo mal que está todo, y hacen negocios entre ellos de compra o venta, aunque bastante escasos.
Afuera el sol quiere lucir su territorio, el cartero comienza a repartir su calle, y el anotador del agua intenta en vano que le abran una casa cuyos dueños según le cuenta la vecina de al lado están pasando unos días en el Pas de la Casa andorrano, y oiga luego se irán a visitar a la Virgen de Lourdes que le tienen mucha devoción, así que no estarán en unos días. La de arriba del bar llega con unas flores que le llevará al día siguiente al marido al cementerio, y su amiga a quien despide también lleva otras para tener a la Milagrosa en casa. Dos casas más allá Pepe va a dormir unas horas porque estuvo regando las cuatro hanegadas toda la noche ya que venía poco agua. Dos sras discuten porque el perro le había manchado la fachada. En la panadería ya no quedaba pan, pero el hornero no pensaba renovar sus bollos y piezas porque basta que lo haga para que se me quede todo y se vayan al súper a por ese pan congelado que no se puede ni comer. El banco tenía cola para pagar recibos ya que no se aclara la gente mayor con esas máquinas denominadas cajeros. Los niños, todavía en vacaciones caminan con sus mamis y claro está sin faltarles la maquinita de turno. Algunos cofrades se llevan piezas de su anda que aún quedaban en la Iglesia a casa, para el siguiente ejercicio. Un coche propaga a los cuatro vientos, sin miedo a la policía que repara y afila cuchillos y otros enseres, y de fondo unos tangos del inolvidable Carlos Gardel. En el patio de enfrente Adela ya se va porque acabó su limpieza y le esperan dos calles más allá. El camión de la basura ensordece y aromatiza su paso para llevarse los restos que almacenaban dos contenedores. Un ciclista pide paso, a velocidad tortuguil, entre el gentío para, después de haber subido el puerto de Cárcer, volver a casa y darse una buena ducha. El sol se oscurece, víctima de dos cúmulos espesos que, como si de la vaca hindú se tratase, se dignan colocarse sobre él en su recorrido sobre el cielo azulado. En las mesitas de los fumadores, de esas redondas y altas, diversos ceniceros muestran un imperio de colillas de diversas marcas.
-Muchas gracias, Miguel, por seguir compartiendo tus bonitos relatos. Un fuerte abrazo, amigo, y ¡Hasta el próximo domingo!