Domingo 29 de noviembre
Primero, queridos amigos, os quiero decir que aunque las hojas de los árboles nos siguen encantado con sus colores, las temperaturas van disminuyendo y el frío se hace notar por las noches y en las primeras horas de la mañana cuando ya se registran temperaturas negativas.
Victoria Sepciu, 29.11.2020, 05:12
Primero, queridos amigos, os quiero decir que aunque las hojas de los árboles nos siguen encantado con sus colores, las temperaturas van disminuyendo y el frío se hace notar por las noches y en las primeras horas de la mañana cuando ya se registran temperaturas negativas.
En Rumanía, toda esta semana ha estado marcada por los últimos preparativos para las elecciones parlamentarias que tendrán lugar el próximo 6 de diciembre.
En cuanto a la actual crisis sanitaria, cada vez más localidades de Rumanía han entrado en cuarentena debido al gran número de personas diagnosticadas con COVID-19. Un poco más de un cuarto de los distritos del país sigue figurando en el mapa epidemiológico como zonas amarillas, es decir tienen menos de tres casos por cada mil habitantes en los últimos 14 días. En las localidades en las que se ha aplicado la cuarentena, las personas podrán circular sólo por motivos profesionales, asistencia médica, compras de productos de primera necesidad, voluntariado, donación de sangre y actividades físicas cerca del hogar.
La falta de personal y el exceso de trabajo del personal médico, en el contexto de la pandemia de coronavirus, han determinado al Gobierno de Bucarest a adoptar una ordenanza de urgencia que regula el desarrollo del voluntariado en las unidades de salud y los servicios de emergencia. Los estudiantes voluntarios recibirán una asignación de 2.500 lei al mes (unos 500 euros) si han trabajado al menos 120 horas en ese mes.
Con esto paso a contestar la correspondencia de hoy: Jorge Bustos Alarcón nos envía sus saludos y abrazos de amistad desde Tocornal-Talagante/Chile. ¡Muy buenos deseos de salud a todos ustedes!, escribe Jorge. Victoria, que la salud te acompañe y puedas cumplir tus actividades. Por mi parte, estoy bien de salud, cuidándome con las medidas sanitarias. La recepción ha mejorado algo en onda corta, esperando que sigan las buenas condiciones.
-Yo también lo espero, amigo Jorge. Muchísimas gracias por tus buenos deseos, por preocuparte por nosotros y por seguir escuchando nuestros programas e informarnos regularmente sobre las condiciones de escucha. Me alegra mucho que estés bien y que te cuides. Recibe un fuerte abrazo de amistad y mis mejores deseos para ti y tus seres queridos. ¡Hasta la próxima!
Aquí, en Porto Alegre, Rio Grande do Sul, seguimos cumpliendo con las medidas sanitarias, dice nuestro amigo Célio Romais. Este noviembre volví a trabajar unos días a la semana en la oficina del Gobierno, donde realizo mis actividades. Lamentablemente, el 17 de noviembre, Porto Alegre fue noticia mundial, debido a la muerte de un ciudadano negro, João Alberto, en un supermercado. Esperamos que los tribunales castiguen ejemplarmente a los asesinos.
Adjunto envío fotos de Porto Alegre que tomé a mi regreso a la calle, incluyendo escuchar onda corta en el lugar conocido como Ponte de Pedra, con el oyente y amigo Carlos Latuff. ¡Muchas gracias por tus programas!
-Muchas gracias a ti, Célio, por colaborar conmigo en su realización y por escucharlos. Mil gracias por compartir lo tuyo y las bonitas fotos de tu ciudad. Y como el día 24 de noviembre fue tu cumpleaños, aprovecho para enviarte mis mejores deseos y un gran abrazo de amistad. ¡Muchas felicidades! ¡Cuídate mucho!
Gaspar Ariel Melgarejo de Resistencia – Provincia del Chaco-Argentina reanuda el contacto con nosotros y comparte lo siguiente: Por aquí en Argentina todo continúa igual respecto de la situación del coronavirus aunque el Gobierno acaba de anunciar que para fin de año llegaría una vacuna, veremos si es cierto. Yo sigo trabajando desde mi hogar atento a que por hallarme dentro de los grupos de riesgo no puedo ir a trabajar de manera presencial en mi oficina. Quiero contarles que continúo escuchando las transmisiones diarias de Radio Rumanía Internacional todas las tardes a través de su página web o desde la aplicación que descargué en mi teléfono móvil. Por ejemplo, escuché el programa dedicado al Día del Oyente donde leyeron el mensaje que les envié por correo electrónico. También me resultaron muy interesantes los programas de Radio Abierta de la semana pasada donde pasaron al aire un reportaje referido a la caída del Muro de Berlín y el programa de esta semana que trataba acerca de un refugio para osos rescatados en Rumanía. Les comento que aquí nos estamos acercando al verano, los días se hacen cada vez más largos y está empezando a sentirse el calor, la provincia donde vivo queda al norte de Argentina y tenemos límites con la República del Paraguay. Dentro de poco más de un mes comienzan mis vacaciones de verano, generalmente suelo irme de viaje a las playas de Brasil en enero, pero este verano no creo que pueda por culpa del coronavirus, las fronteras siguen cerradas y el turismo está paralizado. Siento curiosidad por saber si Rumania tiene destinos turísticos de playa en las costas del Mar Negro o balnearios sobre el Rio Danubio. Si pudieran informar algo al respecto les estaría muy agradecido. Para finalizar me despido de todos Ustedes deseándoles que sigan bien de salud y enviándoles un gran saludo a todos los integrantes del Servicio en Español de Radio Rumanía Internacional y en especial a Victoria la conductora del programa Club de Oyentes.
-Bueno, Gaspar, primero te quiero agradecer el saludo y tus buenos deseos, así como tu interés especial por nuestros programas. Muchas gracias también por lo compartido sobre tus vivencias. Pasando al tema que te interesa, te puedo decir que el litoral rumano del mar Negro se extiende a lo largo de 245 kilómetros. El mar tiene una salinidad baja, y el relieve uniforme y la orientación hacia el este de las playas de arena gruesa crean el lugar idóneo para unas vacaciones relajantes. En temporada alta, la temperatura del agua marina puede superar los 25 grados centígrados. Cada noche tienen lugar varios acontecimientos, muchos de ellos reconocidos internacionalmente. Además, los balnearios rumanos son el destino idóneo tanto para familias con niños que buscan la tranquilidad, como también para los amantes de las fiestas hasta el amanecer. Constanza es la principal puerta de acceso para descubrir el litoral del Mar Negro de Rumanía. Es una de las ciudades más grandes e importantes del país gracias a contar con el cuarto puerto más importante de Europa, pero también al turismo. En la parte norte de Constanza, está ubicado el balneario de Mamaia. Es el centro turístico más moderno, popular y poblado del litoral rumano. Otros destinos imprescindibles de la costa del Mar Negro en Rumanía son Vama Veche, Costinești, Neptun y Eforie Nord. La costa rumana del Mar Negro ofrece una gran mezcla de destinos para fiestas, escapadas de spa y relax y centros turísticos para familias. Además, entre las localidades de Costinesti y Eforie Sud, hay un tramo costero completamente virgen de playas larguísimas y poco frecuentadas.
A continuación, Miguel Ramón Bauset de Alboraya-Valencia-España, nos comparte otra reflexión suya, esta vez sobre las peculiaridades dEL ÚLTIMO VIAJE cuando ya emprendemos el regreso a nuestras casas tras finalizar el ajetreo cotidiano.
Oscurecía en el entorno y las luces comenzaban a iluminar aquello que el sol había dejado de hacer en su viaje al otro medio mundo. Pero la vida seguía y seguía, las gentes iban volviendo a casa, los estudiantes también lo hacían y a la vez pensaban en sus tareas para el día siguiente, los coches en su mundo, de aquí para allá, las compras, sin cesar, algunas de ellas pensando en la Navidad tan cercana y por aquello de ahorrar un poco y evitar aglomeraciones, dos patinetes se cruzan en la misma calle con una bicicleta último grito que presume de luces Led, una adolescente ayuda a cruzar la calle a una señora cargada, el repartidor lleno de paquetes ha aparcado su furgoneta casi arriba de la acera, y se dispone a dejar multitud de envíos esperando que los destinatarios no se hayan ido muy lejos…
Mientras, la noche va cayendo, las estrellas inician su peregrinar visual que sólo los expertos saben identificar. Parece que será una noche muy estrellada, como las frías noches de invierno. De cuando en vez alguna nube se posesiona pero a ritmo lento, como descansando. Sus amigas las rápidas, aún no han pensado en cubrir el cielo por estas latitudes, así que dentro de un rato veremos la luna en su fase llena, iluminando por todas partes y dejando ver su hermosa figura repleta de cráteres y montañas.
Por un momento te puedes poner a pensar en lo que estarán preparando para cenar dentro de cada hogar, dentro de cada ventanita que deja entrever esos rayos de luz, a veces con algún colorido.
Y hablando de coloridos, comienzan a verse en fachadas y balcones, luces y más luces, que juegan y juegan, mientras se apagan y encienden, con cadenas mágicas anunciando las próximas fiestas navideñas, esas jornadas tan entrañables donde aparte de celebrar las efemérides tan extraordinarias, reúne a familiares y amigos que igual no se han visto en años por los mil y un motivos.
El pueblo se comunica con sus cercanas playas a través de un autobús, que recorre parajes plenos de naturaleza y cultivos, donde van intercambiándose viajeros que aprovechan de este servicio tan familiar para acercarse y realizar sus gestiones.
Aún le quedaban un par de viajes para poner fin a su recorrido y descansar sus horas nocturnas en busca de nuevas aventuras en su variado recorrido al día siguiente. En esta ocasión el pasaje fue bastante notorio, para la época del año en que se sucedía.
Cumplía su horario como podía ya que el tráfico era su caballo de batalla, y contra eso nada podía hacerse. Pero, aun así, no se iba demasiados minutos en pasar por cada parada.
Y de esta manera, pasaban los días, repletos de acontecimientos con mayor o menor importancia.
Tras un tráfico esta vez un poco apretado porque había cola en la autopista debido a un partido de fútbol a disputar en la vecina ciudad, entre dos equipos de fútbol de primera división, el bus verde, de color ecológico de los pies a cabeza, dejó a una veintena de viajeros para emprender el último viaje de vuelta.
Después de ver menguado el pasaje, subió una señora muy amable que preguntó al chófer cuál era el destino final en el vecino pueblo. Se lo pensó y sacó la conclusión de que le convenía. Pagó su euro, recogió su billete impreso y caminó por el pasillo para elegir lugar, entre la variada oferta que se le presentaba. Dejó el bolso en el asiento contiguo, y sacó, como la mayoría, su móvil para ver la última docena de mensajes que le habían entrado.
Cuando le faltaban al bus tres minutos para su última salida del día, un joven se aproxima con una rueda en la mano como su único equipaje. Intenta pagar con el móvil, pero el amigo conductor le dijo que allí sólo podía hacerse con un abono o pagando en efectivo. El muchacho, que trabajaba en un centro comercial cercano, no llevaba nada de dinero, había ido a trabajar en bici, pero a lo largo de su jornada laboral los amigos de lo ajeno, que lo vendrían observando seguramente algunos días, se habían llevado su bicicleta casi por completo, dejándole solo esa rueda que estaba atada con una cadena a un poste en el amplio aparcamiento no vigilado del parking al aire libre.
Normalmente, según contó, él era muy amigo del patinete para trasladarse de un lugar a otro, pero en su lugar de trabajo que había estrenado hace pocas semanas, no le dejaban guardarlo. Así las cosas, optó por la bicicleta, hasta hoy. Tan sólo al día siguiente podía ir con patinete por aquello del robo.
Varios pasajeros se ofrecieron a pagarle el viaje con un ejemplar de la moneda europea, pero finalmente la señora que subió previamente ganó el ofrecimiento.
Durante el camino, iba explicando lo decepcionado que estaba con la aventura vivida, que por supuesto puso en conocimiento de las autoridades correspondientes.
Cuando el bus finalizó su recorrido, el joven dio las gracias a todos por la ayuda prestada y emprendió el pateo a su casa con la rueda como única compañera de esta última etapa de su viaje.
A la mañana siguiente iniciaría, bien temprano, cuando todavía el bus verde no había comenzado su recorrido, la vuelta al trabajo, esta vez, y por única vez, con su patinete.
Y a buen seguro, en más de una ocasión recordará que a pesar de todos los contratiempos del día a día, hay gente buena dispuesta a echarte una mano.
-Muchas gracias, Miguel, por haber compartido esta bonita reflexión sobre el final de nuestras actividades cotidianas, un guión en el que reconocemos muchas secuencias comunes. Un fuerte abrazo, amigo, y ¡Hasta pronto!