Viaje al Bucarest de antaño, finales del siglo XIX.
La historia de la famosa Mitza Biciclista, una de las más excéntricas mujeres del siglo pasado, y de su palacete situado cerca de Calea Victoriei.
România Internațional, 07.07.2021, 17:14
Reciban un saludo de quien les habla, Valeriu Radulian. Comienza una nueva edición de Vale la pena visitar Rumanía.
Imaginemos que podamos retroceder en el tiempo y situarnos a finales del siglo XIX, en Bucarest. Salimos a dar un paseo por la famosa Calea Victoriei y de repente vemos a una mujer andando en bicicleta. Hoy en día puede parecer algo de lo más normal, incluso hay carriles especialmente acondicionados para las bicicletas, pero en aquella época era algo nuevo, bastante escandaloso.
Así que, de frente se nos acerca la misma Mitza Biciclista, todo un personaje, quien nos va a servir de guía durante nuestro paseo de hoy por el Bucarest de antaño.
De niños oíamos refranes y dichos, algunos con matices vulgares, vinculados a este nombre: Mitza Biciclista, pero ella no fue un mero personaje inventado por la sociedad de aquel entonces. Fue una mujer real, por su nombre verdadero María Mhaescu, una de las más excéntricas mujeres del siglo pasado. ¿Eran esos comentarios maliciosos fruto de la envidia o no? ¿Cuánta verdad y cuánta mentira hay en las historias vinculadas a Mitza Biciclista?
Para entender esta historia, primero tenemos que ver quién fue Mitza Biciclista o Mitza Cotroceanca, como se le solía conocer en la época. Fue una de las más excéntricas figuras del Bucarest de entreguerras. La hermosa rubia de ojos azules nació en 1885 en el distrito de Prahova. Su madre trabajaba de lavandera en casa de un alemán y por lo tanto venía de una familia sin muchos recursos. No se conoce exactamente cómo llegó a Bucarest, pero lo cierto es que la capital rumana la hizo famosa y ella, con su estilo de vida excéntrico, hizo famoso el palacete situado cerca de Calea Victoriei, en las proximidades de la iglesia Amzei.
Cuando cumplió 15 años de edad, empezó a ejercer uno de los más antiguos oficios del mundo, pero solo aceptaba quedar con hombres famosos o que tenían mucho dinero. El apodo de Mitza Biciclista le fue dado por el periodista George Ranetti, en 1898, quien la admiraba paseando en su bicicleta por la famosa Calea Victoriei. Hay quienes dicen que él también estaba enamorado de ella, pero por haberlo rechazado le había dado este apodo. En aquella época la bicicleta era algo nuevo, bastante inaudito.
Tenía Mitza Biciclista un no sé qué, algo que volvía locos a los hombres. Les decía al principio que era una de las más excéntricas mujeres de la época porque hacía cosas jamás vistas en la capital rumana en aquella época. Tenía el pelo corto, eso también era algo inusual para los albores del siglo XX. Nombres sonoros de la época cayeron a sus pies como embrujados: el célebre pintor Nicolae Grigorescu, el poeta y político Octavian Goga e incluso el rey Fernando. Las malas lenguas dicen que el mismo rey, embrujado por la belleza de Mitza Biciclista le había regalado el palacete que está al lado de la iglesia Amzei, cerca de Calea Victoriei. La única certeza es que Mitza Biciclista se había vuelto una mujer adinerada para aquella época. Incluso llegó a vivir por un tiempo en París. Cuando volvió al país continuó llevando el mismo estilo de vida al que se había acostumbrado en la capital francesa. Fue la primera mujer que tuvo un coche tirado por caballos, luego un vehículo convertible y sirvientes que había traído de Polonia. Solía andar en bicicleta para conservar su figura. Cuando aparecía por Calea Victoriei, los aristócratas de la famosa cafetería Casa Capsa y los bohemios de Kubler se olvidaban de la política y de sus conversaciones y admiraban a la bellísima ciclista. Las malas lenguas decían que incluso el manillar de su bicicleta era de plata. Solo comía en el famoso Athenee Palace y frecuentaba la peluquería más cara de Calea Victoriei.
Les decía que llevaba un estilo de vida excéntrico porque además de todo lo mencionado anteriormente fue la primera mujer que tomó baños de sol en Mamaia, el más concurrido balneario de Rumanía, usando solo bikini. Si se le antojaba, llevaba pantalones, fumaba en la calle, hacía toples en la playa y compraba ropa en las más exclusivas tiendas de Calea Victoriei. En fin, su presencia se convertía en todo un espectáculo.
Hoy en día habría sido la más fervorosa defensora delos valores feministas y no motivo de chismes en la revista Furnica, el celebre periódico de sátira de la época de entreguerras.
Otro de sus apodos era Mitza Cotroceanca, vinculado al famoso barrio de Cotroceni donde se encuentra incluso hoy en día la residencia del presidente del país. En aquella época en el palacio de Cotroceni vivía el rey Fernando, quien también quedó fascinado por esta mujer e incluso hay quienes dicen que fue el que le regaló el palacete situado cerca de Calea Victoriei que valía una fortuna. Se estima que el rey había pagado unos 4 millones de lei.
Cuando Mitza Biciclista estrenó su palacete, los chismes y los comentarios maliciosos se intensificaron. Nadie nunca pudo comprobar si el inmueble le había sido regalado por el rey a cambio de momentos inolvidables de placer. La única certeza es que Mitza Biciclista compró el edificio del general Constantin Teodorescu. Llamó al arquitecto Nicolae Mihaescu, uno de los más famosos de la época, le mostró una foto de un grandioso palacio de París y le pidió que transformara el inmueble en algo parecido. El arquitecto agregó elementos art nouveau y neobarroco a la construcción inicial. La fachada sigue impresionando a los transeúntes.
El palacio se había degradado mucho después de 1989 y en 2017 fue comprado por una empresa española a los herederos de Mitza y lo rehabilitaron, le devolvieron la vida y lograron que brillara más que a principios del siglo XX. Cabe añadir que el nombre del arquitecto Nicolae Mihaescu está vinculado también al palacio que hoy en día alberga la sede del Ministerio de Educación, de la calle Berthelot, donde también se encuentra la Radiodifusión Rumana. También él coordinó las obras de restauración en los monasterios de Agapia, Neamt y Caldarusani. El palacio de Mitza Biciclista tiene 28 habitaciones y 15 cuartos de baño y se compone de tres cuerpos. En el cuerpo A abundan los elementos art nouveau. El cuerpo B destaca por los adornos al estilo neorrumano, mientras que en el cuerpo C vivía la servidumbre. Se siguen conservando las estufas originales, fue recuperado el parqué original, así como los estucados de madera. Las fachadas están ricamente adornadas con elementos representando leones y cupidos.
La vida de Mitza Biciclista estuvo caracterizada por mucho dramatismo. Nació en medio de la pobreza, luego conoció una riqueza extraordinaria, para terminar nuevamente pobre, a los 83 años de edad, cuando murió en Bucarest.
Estuvo casada con el general Alexandru Dumitrescu. Sin embargo, su corazón siempre perteneció al profesor universitario y médico forense Nicolae Minovici. Mitza Biciclista había rechazado muchas propuestas de matrimonio porque seguía abrigando la esperanza de que algún día su amado le iba a proponer matrimonio. Hay quienes dicen que incluso rechazó propuestas de matrimonio lanzadas por importantes reyes de Europa.
Mitza ya no está, pero su estilo de vida y su personalidad pasaron de leyendas a costumbres comunes y corrientes. Hoy en día las muchachas usan bikini en Vama Veche o Mamaia, conducen coches caros y pasean en bicicleta por Calea Victoriei, así que podemos considerar a Mitza Biciclista una pionera, una feminista que cambió por completo mentalidades y que lanzó modas. Cabe agregar que en 1899 fue creado en Bucarest el Club de los Ciclistas y fue construido el primer velódromo.
Si emprenden un viaje a Bucarest, acérquense a la calle Cristian Tell no. 9-11 para admirar este palacio impresionante que sigue escondiendo muchos secretos del Bucarest de entreguerras, historias que se nos revelan de a poco admirando cada estatuilla y cada adorno del inmueble. Es un monumento histórico que vale la pena visitar.
Termina aquí nuestro viaje de hoy en el que hemos descubierto algunos de los encantos del Bucarest de antaño y de modo especial de la famosa Calea Victoriei.
La próxima semana volveré con más información turística. Mientras tanto, si se quieren poner en contacto conmigo, lo pueden hacer enviándome mensajes al correo electrónico valeriuradulian@yahoo.es o dejándome su mensaje en la publicación de Facebook, en nuestro perfil de la radio: Radio Rumanía Internacional o en mi perfil personal Valeriu Radulian
Hasta la próxima semana.