Samoila Marza, el fotógrafo de la Unión
El 24 de enero, Rumanía celebra el aniversario de la unión de los principados rumanos de Valaquia y Moldavia, el primer paso que se dio en 1859 hacia la creación del Estado rumano unitario.
Valeriu Radulian, 24.01.2021, 15:58
El 24 de enero, Rumanía celebra el aniversario de la unión de los principados rumanos de Valaquia y Moldavia, el primer paso que se dio en 1859 hacia la creación del Estado rumano unitario. El proceso se había iniciado en 1848, gracias al fuerte acercamiento cultural y económico entre las dos provincias históricas habitadas por rumanos. Los primeros artesanos de esta unión fueron los príncipes Mihail Sturdza y Gheorghe Bibescu, quienes realizaron la unión aduanera de las provincias.
Luego todo culminó con la elección de Alexandru Ioan Cuza en el trono de ambos principados: en Moldavia, el 5 de enero, y en Valaquia el 24 de enero. Los austriacos y los otomanos alegaron que esto infringía el Convenio de París, pero en el texto del Convenio de 1859 no se estipulaba expresamente que los príncipes electos debían ser dos personas distintas. En 1862, con la ayuda de los partidarios a la unión, Alexandru Ioan Cuza realiza la unificación de los Parlamentos y los Gobiernos de los dos principados, es decir la unión política. Esta unión fue consolidada en 1866 cuando Cuza fue apartado del poder y subió al trono el príncipe alemán Carlos de Hohenzollern Sigmaringen. A través de la adopción de una nueva Constitución, el 1 de julio de 1866, los principados unidos pasan a llamarse oficialmente Rumanía. Más tarde, el 1 de diciembre de 1918, Transilvania se une con Rumanía y así aparece en el mapa de Europa un nuevo Estado, un oasis de latinidad en medio de tres grandes imperios: austrohúngaro, otomano y ruso.
Es un momento importante en la historia de nuestro país que merece ser recordado y celebrado por todo lo alto. Después de 1989, cuando Rumanía volvió al capitalismo, el 1 de diciembre fue proclamado Día Nacional de Rumanía.
A lo largo de los años, en este programa radial les he presentado momentos importantes tanto de la unión de Moldavia con Valaquia, celebrada el 24 de enero de 1859, como de lo que se conoce en la historia como la “Gran Unión del 1 de diciembre de 1918, pero esta vez les quiero presentar a una persona que llegó a ser famosa gracias a 5 fotos que tomó en la Asamblea de Alba Iulia celebrada en 1918, el fotógrafo Samoila Marza.
Samoila Marza fue un fotógrafo rumano de origen austrohúngaro, nacido en Transilvania, en 1886. Creció en la aldea de Galtiu, condado de Alba, en una familia de campesinos, al lado de sus 3 hermanos. A una edad temprana perdió a su madre. Su padre se volvió a casar y tuvo otros 6 hijos. Desde muy niño fue aficionado a la fotografía. En 1909 su padre decide enviarlo como aprendiz a Sibiu, para que un fotógrafo famoso de allí le enseñara este oficio. Desgraciadamente su etapa de aprendiz duró nada más unos 3 años, ya que en 1914 empezó la Primera Guerra Mundial. Rumanía se unió a la guerra en 1916 y entonces el joven Samoila Marza fue enviado al frente de Italia como topógrafo y fotógrafo del Ejército. Cuando finalizó la guerra, él estaba en Trieste. Para volver al país pasó por Zagreb, Belgrado y Viena. Marza logró llegar a casa 4 días antes de que se celebrara la Gran Asamblea Nacional de Alba Iulia. Para desplazarse de su aldea a Alba Iulia tuvo que cargar su cámara, que en aquel entonces era un aparato grande, con trípode y planchas de vidrio, en bicicleta. Hacía mal tiempo, un día nublado, con mucha lluvia. Sobre las 11 horas estaba en Alba Iulia, pero no tenía autorización para entrar en la Sala de la Unión. Cabe mencionar que para este evento las autoridades habían contratado a un fotógrafo alemán, por su nombre Bach, pero éste nunca llegó. Es por esto que no existen fotos de las delegaciones presentes aquel día en Alba Iulia.
A causa del mal tiempo y de lo complicado que resultaba manipular aquel aparato grande y complicado, Samoila Marza solo logró tomar tres fotos de la gente presente en el acto y dos de las tribunas oficiales donde se leyó el documento de la unión frente al pueblo y el Gran Consejo Nacional.
Samoila Marza logró publicar esta fotos en un álbum titulado “La Gran Asamblea de Alba Iulia en imágenes, que posteriormente fue enviado a varias personalidades, entre las cuales mencionamos al rey Fernando, al primer ministro Ion Bratianu y a otras figuras importantes de la época. El rey le envió una carta de felicitación y lo aceptó entre los fotógrafos de la Corte. El general francés Matías Berthelot le regaló viajes en los trenes franceses, en fin… logró el reconocimiento anhelado. Así empezó su carrera y con el tiempo llegó a fotografiar momentos importantes en la historia de nuestro país: la coronación del rey Fernando y de la reina María, en 1922, las manifestaciones organizadas en 1929 para celebrar 10 años desde la unión, etc. Logró hacerse amigo de nombres sonoros de la época. Su último álbum sobre la unión le fue regalado a Nicolae Ceausescu en 1966, cuando visitó Alba Iulia.
A todo esto le siguió una etapa de carencias materiales, en que Samoila Marza se vio obligado a vender algunas de las planchas de vidrio que utilizaba para sacar fotos para conseguir dinero y poder sobrevivir. Lo malo es que estas planchas de vidrio con las que se habían sacado las fotos de la unión no llegaron a manos de coleccionistas o de fotógrafos, sino que fueron destruidas y utilizadas en la elaboración de espejos, que estaban muy de moda. De proveedor de la Casa Real, llegó a mendigar trabajo, tomando fotos en bodas y entierros, pero llegó una época en que ya no pudo hacer esto y entonces se acostumbró a su pobreza y la aceptó.
En 1967, el director del Museo Nacional de la Unión de Alba Iulia le compró el aparato con el que había sacado las fotos de 1918. ¡Era una cámara que había ayudado a Samoila Marza a cumplir su sueño durante 60 años!
Aunque pasaba hambre, decidió comprar una cámara fotográfica moderna con ese dinero. Quería sacar más fotos con motivo del 50 aniversario de la Unión, pero desgraciadamente esto no fue posible, ya que una enfermedad incurable puso fin a su vida el 19 de diciembre de 1967.
Por muchos años la gente lo olvidó, pero en 2003 las autoridades rehabilitaron su figura y le dieron el lugar merecido, construyendo un monumento en su tumba e inaugurando su busto firmado por el escultor Bortes Narcis. El mismo año, se publicó un libro titulado “Samoila Marza, 1886-1967, el fotógrafo de la unión de Transilvania con Rumanía.
Con esto terminamos este viaje de hoy. Espero haber logrado despertar vuestro interés por la historia de Rumanía. Nosotros nos volveremos a encontrar también la próxima semana, a la misma hora aquí, en Radio Rumanía Internacional, con más información turística.
Quiero agradecer a todos los oyentes que me han enviado cartas y mensajes acerca de mi programa y os recuerdo que los interesados pueden entrar en contacto conmigo enviándome mensajes al correo electrónico de la sección española span@rri.ro, a mi dirección personal de correo electrónico valeriuradulian@yahoo.es o dejándome un mensaje en el artículo publicado en Facebook: Valeriu Radulian
Hasta la próxima semana. Un fuerte abrazo.