La ciudad de Constanta
Repasemos un poco la historia de la ciudad de Constanta, sudeste de Rumanía.
Valeriu Radulian, 12.03.2014, 18:54
Indistintamente de la temporada, vale la pena dar un paseo por esta ciudad cargada de historia, pero también de vestigios culturales y religiosos de épocas pasadas. Esta ciudad fue mencionada en un documento, por vez primera, en el año 657 antes de Jesucristo, cuando en este lugar se había formado una colonia griega llamada Tomis. Según reza la leyenda, el griego Iason y sus allegados hicieron un alto en estas tierras inmediatamente después de haber robado ¨La lana de Oro¨. Gracias al puerto, el asentamiento se ha transformado rápidamente en una ciudad próspera. Ulteriormente Tomis llegó a formar parte del Imperio Romano y el nombre le fue cambiado en Constantina. Allí murió desterrado el porta romano Publius Ovidius Naso.
Durante la Edad Media, fue centro del comercio italiano en la cuenca del Mar Negro, el principal grupo de comerciantes siendo el de los genoveses. En el siglo XV la importancia de la ciudad disminuyo a causa de que la misma fue conquistada por los otomanos y éstos rompieron cualquier lazo comercial con los italianos. Apenas en 1878, cuando termino la guerra de Independencia de Rumanía, la región de Dobrogea, donde se halla también la ciudad de Constanta, volvió a reintegrar el estado rumano. Este fue el momento en que Constanta vuelve a conocer un importante desarrollo urbanístico.
La ciudad denominada por el rey Carlos I de Rumanía ”El pulmón de nuestro país” se transformó en el principal puerto de Rumanía, especialmente después de que el arquitecto Anghel Saligny haya construido el Puente de Cernavoda.
Si decides dar este paseo, te recomendamos dirigir tus pasos hacia el casco viejo de la ciudad, con calles estrechas, empedradas, a lo largo de las cuales se encuentran, en filas, casas antiguas que parecen unos soldados cansados, modelos arquitectónicos muy variados, que recuerdan la diversidad de las influencias culturales que ha venido conociendo a lo largo de los siglos. El perfume de la historia es más fuerte en la zona antigua, donde hay un barrio rodeado por restos de los antiguos murros griegos. Los lugareños suelen referirse a este barrio como al barrio del Casino. Es una zona preciosa y es una pena que no se encuentran los fondos necesarios para rehabilitar este barrio antiguo. Las autoridades intentan conseguir fondos europeos para rehabilitar de modo especial la Plaza de Ovidio, porque la zona goza de especial interés por parte de los turistas que llegan a Constanta. La UE ha enviado a varios expertos que analizaran la importancia histórica de este barrio de Constanta. Las autoridades consideran que los costes totales alcanzarían los 75 millones de euros. Incluso hay un proyecto para construir calles pequeñitas que llevasen el nombre de los comerciantes, como por ejemplo la callejuela griega, la callejuela turca y así por el estilo, a fin de reconstruir el carácter cosmopolita de la ciudad.
Amigos, nuestro viaje de hoy está por acabar, pero no podemos concluir la edición de hoy de nuestro programa sin decirles algunas palabras sobre el Casino de Constanta, una verdadera joya de la arquitectura.
Pues el casino es construido al estilo Art Nouveau. Este edificio no tiene sólo una historia muy rica, sino también muy controvertida. Es uno de los primeros edificios construidos allí, cuando la ciudad de llamaba Kustenge. Sería para organizar bailes cuando llegaban los marineros y para la élite local. Inicialmente el edificio era de madera y fue destruido por una tempestad. En 1891 se decidió su reconstrucción, pero las obras empezaron mucho después, apenas en 1903. Fue edificado un casino moderno, al igual que los de la costa francesa. Fue inaugurado en 1910 y un año más tarde fueron autorizados los juegos de azar.
Amigos, ponemos fin aquí a nuestro viaje de hoy. Espero haberos convencido una vez más de que vale la pena visitar Rumanía y, de modo especial, la ciudad de Constanta, en la costa rumana del Mar Negro. Si queréis más informaciones sobre el particular o simplemente si me quieren decir si esta edición fue o no de vuestro agrado, me podéis hacer llegar vuestras cartas a la dirección de nuestro correo electrónico span@rri.ro. Tampoco se olviden de nuestra pagina web. www.rri.ro
Nosotros nos volvemos a encontrar también la próxima semana, aquí en las antenas de RRI, a esta misma hora.
Un fuerte abrazo y hasta la próxima, amigos.