Día Internacional de la blusa rumana (Ie) y fiesta de «Sanziene»
Unas vacaciones en el mundo de las aldeas te ofrecen la oportunidad de encontrarte con cautivadoras creencias populares.
Valeriu Radulian, 24.06.2021, 12:07
Unas vacaciones en el mundo de las aldeas te ofrecen la oportunidad de encontrarte con cautivadoras creencias populares.
Junto a los días de fiesta del Santo patrono de cada iglesia, a las fiestas campesinas o a las ferias anuales, muchas de estas supersticiones y prácticas antiguas son festejadas con mucha pompa y siempre estarán invitados a tomar parte en ellas.
Foto: Valeriu Radulian
Cada 24 de junio celebramos el Día Internacional de la blusa rumana (ie), en honor a uno de los símbolos nacionales. Llamada ie, la blusa tradicional tiene bordados tradicionales muy característicos. Desde la época de los Romanos hasta la actualidad, el traje típico Rumano experimentó pocos cambios radicales, ya que los bajorrelieves de la Columna de Trajano ubicada en Roma muestran trajes campesinos muy similares. Es impresionante la variedad de colores vegetales conseguidas por los campesinos rumanos, igual que el diseño de los ricos bordados que adornan estas blusas.
El bordado es como una escritura capaz de hablarnos, como si fuera un texto arqueológico sobre cómo interpreta el universo de espiritualidad el autor anónimo de estas blusas. Es como un lenguaje non verbal que consigue transmitir visualmente todo lo que significa creatividad.
La creencia popular dice que, el día del 24 de junio, alrededor del solsticio de verano, las plantas tienen el mayor poder para curar y quien las recoge tendrá buena suerte y gozará de buena salud durante todo el año. Es la fiesta que, celebrada a mediados del verano, en Muntenia y en Dobrogea se llama Drăgaică, y en Transilvania, Moldavia y Oltenia – Sânziene. Ambas denominaciones vienen de una planta con flores amarillas, que crece en claros de bosque y en calveros, en las llanuras, pero también en las regiones montañosas. La flor de sânziana o de drăgaica se pone, en forma de corona, tanto en las puertas, para alejar el mal y para el recuerdo de los muertos, como en los cuernos de las vacas, para alejar las almas en pena y cualquier espíritu malo.