Bucarest, ciudad de la poesía
Hoy les invitamos a un paseo por Bucarest.
Valeriu Radulian, 17.06.2014, 20:22
Tal vez hayan visto Uds. imagenes de nuestra capital en diversas revistas rumanas o extranjeras, o en las emisiones de televisión. Un Bucarest ahogado en las alineaciones de los bloques de viviendas que parecen copias de muchas otras ciudades europeas por varios motivos: necesidad de viviendas, industrialización, funcionalidad del espacio. Dejando de lado esta impronta que podria ser corregida por los años venideros, qusiéramos presentarles un Bucarest sentimental, resultado de una larga historia que le confiere una personalidad distinta.
La primera atestiguación documental data del 20 de septiembre de 1459; se trata de un documento emitido por la cancillería del vaivoda Vlad Ţepeş (Vlad el Empalador). Pero, de dónde viene el nombre de la capital rumana, Bucarest? La leyenda sobre la fundación de Bucarest reza que un pastor llamado Bucur, bajó de la Sierra de Făgăraş con sus ovejas por la vega del río Dâmboviţa y se instaló en el lugar de la futura ciudad. Y su nombre, Bucur, nombre bastante común para los rumanos, dio el nombre de la ciudad. El gran historiador y sabio rumano, Nicolae Iorga, emitió otra hipótesis: Bucarest derivaría del sustantivo bucurie” (alegría). Pero la leyenda es más aceptada por los rumanos, dado que en uno de los antiguos barrios bucarestinos, sita a orillas del río Dâmboviţa, se encuentra una pequeña iglesia conocida como la iglesia de Bucur”. Los historiadores infirmaron la leyenda, dado que la misma fue erigida en el siglo 17 como capilla del asentamiento monacal construida por el vaivoda Radu Vodă. La iglesia de Bucur existe también hoy en día, ella siendo uno de los atrayentes alicientes turísticos de Bucarest, sobre todo para los visitantes interesados en conocer el pasado de nuestra capital.
Cada gran ciudad europea , cada capital, tiene un núcleo antiguo, un casco viejo, de donde, a lo largo del tiempo, se ha venido desarroolando la ciudad. Tampoco Bucarest, capital de Rumanía, es excepción a la regla. Su núcleo urbanístico fue sacado a la luz durante las escavaciones arqueológicas de los anos 50 del siglo 20. Las investigaciones arqueológicas sacaron a la luz vestigios del palacio y la iglesia erigidos por el vaivoda Mircea Ciobanu en la segunda mitad del siglo 16. Cerca del casco viejo se encontraban la Calle Mayor y otros caminos comerciales. Con el tiempo, las calles de la zona llevaron nombre de los gremios: de los pellejeros, los abaceros, los herreros, etc.
Entre los conjuntos arquitectónicos de la zona antigua de Bucarest cabe mencionar la Posada Manuc, verdadero emblema histórico y espiritual de la ciudad de antaño. Los documentos arqueológicos sacaron a la luz pruebas sobre el año de la inauguración del albergue, alrededor de 1800. El albergue pertenecía al boyardo Emanuel Maraian — Manuc Bei, y fue construido al estilo tradicional rumano. A finales de la segunda guerra mundial, el albergue fue transformado en viviendas, pero en 1971, se convirtió, nuevamente, en albergue y restaurante, como lo es hoy en dia, siendo un de los importantes alicientes turísticos bucarestinos.
Después de esta secuencia musical dedicada a Bucarest, interpretada por Gică Petrescu, les presentamos algunos edificios emblemáticos de nuestra capital, ubicados en el centro. Cabe mencionar, primero, el monumental edificio del Palacio Real, erigido, en su forma actual, entre 1930 y 1937. Fue erigido sobre el sitio de un viejo palacio del vaivoda Alejandro Ghica, edificio modesto como dimensiones y aspecto. Después de la subida al trono, en 1866, del príncipe Carlos I de Hohenzollern, el edificio fue ampliado sustancialmente, y en 1882 beneficiaba ya de luz eléctrica. El rey Carlos I muere, pero deja un testamento con disposiciones especiales sobre el palacio y su colección de arte. Poco tiempo antes de la muerte de su sucesor, el rey Fernando, en 1926, el palacio fue destruido por un incendio; más tarde, durante el reinado del rey Carlos II, el palacio fue construido entre 1930 y 1937, segun los planes del arquitecto Nicolae Nenciulescu, construcción que se ha conservado hasta el presente. Después de la abdicación de la monarquía, en 1948, el palacio llega a ser Museo Nacional de Arte, tal como lo es en el presente. En sus galerías los vistantes pueden admirar importantes obras del arte rumano y universal, que llevan la firma de los artistas rumanos Nicolae Grigorescu, Stefan Luchian, Theodor Pallady, Nicolae Tonitza, o de los famosos pintores europeos Rembrandt, Rubens, Tizian, El Greco,Renoir, Monet, Pissaro, Delacroix y muchos otros.
El Palacio Real está rodeado de otros importantes edificios emblemáticos: el Ateneo Rumano, donde los melómanos pueden asistir a conciertos y programas culturales, y donde tiene su sede la Filarmónica George Enescu”, la Iglesia Kretzulescu, la Biblioteca Central Universitaria y el Hotel Athenée Palace-Hilton”.En la misma calle — Calea Victoriei — se encuentra el Museo George Enescu”, la Casa de Ahorros” y el viejo edificio de los Correos, que alberga, en el presente, el Museo de Historia de Rumania. Todos estos edificios que resistieron al paso del tiempo, son representativos para tener una imagen sobre nuestra capital.
Los actuales ediles de nuestra capital se preocupan por volver a introducir en el circuito público los grandes valores históricos y arquitecturales, realizando programas de restauración. Elocuente en este sentido es el barrio Lipscani, hoy en día el mayor aliciente turístico de nuestra capital. En el casco viejo de la ciudad, aparecieron clubes, restaurantes y terrazas muy atrayentes, muy frecuentadas y apreciadas por los turistas. Por su pasado y por su presente, Bucarest es, hoy en dia, una ciudad muy atrayente y alegre que vale la pensa ser visitada.
A los acordes de otra cancion dedicada a Bucarest, y con la esperanza de que el tema de hoy haya sido de su agrado, Lucia Fenesan se despide de todos Uds. agrdeciéndoles la atención dispensada. ¡Hasta la próxima semana!