Curarse en salud
Es en esta época del año cuando pasamos más tiempo en el exterior y nuestra piel requiere mayor atención.
România Internațional, 18.07.2016, 08:28
Es en esta época del año cuando pasamos más tiempo en el exterior y nuestra piel requiere mayor atención aunque, no hay que olvidar que protegernos del sol debería de formar parte de nuestros gestos cotidianos durante todo el año.
La Organización Mundial de la Salud recuerda que las gafas de sol, las prendas de vestir y los sombreros son la mejor protección. Además es necesario aplicarse una crema con filtro solar en las partes del cuerpo que quedan al descubierto como es el caso del rostro y las manos.
Se recuerda que es importante evitar la exposición en las horas centrales del día. Los rayos UV solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Tenga especial cuidado con la exposición al sol durante esas horas.
El índice ultravioleta es un importante dato que le ayuda a planificar sus actividades al aire libre para evitar una exposición excesiva a los rayos del sol. Es necesaria protección solar siempre que el índice UV prevea niveles de exposición de moderados a altos.
Aproveche las sombras pero no olvide que los árboles, las sombrillas o los toldos no protegen totalmente contra la radiación solar.
Use ropas que le protejan. Un sombrero de ala ancha protege debidamente los ojos, las orejas, la cara y la parte posterior del cuello. Las gafas de sol con un índice de protección del 99%-100% frente a los rayos UVA y UVB reducen considerablemente los daños oculares debidos a la radiación solar. Las prendas de vestir holgadas y de tejido tupido que cubran la mayor superficie corporal posible también protegen contra el sol.
Utilice cremas con filtro solar. Aplíquese una crema protectora de amplio espectro, con factor de protección igual o superior a 30. Extiéndala generosamente sobre la piel expuesta y repita la aplicación cada dos horas, o después de trabajar, nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre.
Evite las lámparas y las camas bronceadoras. Las lámparas y las camas bronceadoras aumentan el riesgo de cáncer de la piel y pueden dañar los ojos si no se usa protección. Debe evitarse completamente su uso.
Proteja a los niños. Los niños suelen ser más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos. Cuando estén al aire libre, hay que protegerlos de la exposición a los rayos UV como ya se ha explicado. Los bebés deben permanecer siempre a la sombra.
Ante cualquier duda o consulta no olvide acudir a un especialista.
Fuente: OMS
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