Tradiciones rumanas: la fiesta de Dragobete
Es celebrado en Rumanía en el 24 de febrero de cada año. El Dragobete es el equivalente rumano del Día de San Valentín. ¿Qué podría ser más bonito que un día especial en el que confesamos el amor a nuestras personas amadas?
Simona Sarbescu, 24.02.2016, 14:07
Después de haber celebrado, el pasado 14 de febrero, el Día de San Valentín, una fiesta prestada o digamos importada a Rumanía, que tiene su origen en EE.UU. y ha llegado a ser una fiesta muy popular en muchos países del mundo, ahora le toca el turno a la fiesta rumana del amor, el tradicional Día de Dragobete. Es celebrado en Rumanía en el 24 de febrero de cada año. El Dragobete es el equivalente rumano del Día de San Valentín. ¿Qué podría ser más bonito que un día especial en el que confesamos el amor a nuestras personas amadas?
Dragobete es un personaje mitológico, es el hijo de Baba Dochia, una anciana que en la tradición popular rumana se identifica con el invierno. Hay varias leyendas antiguas, según las cuales cuando Dragobete nace, comienza la primavera y el ciclo de la fecundidad en la tierra y entre los seres humanos.
En la tradición rumana, el día 24 de febrero se llama también «el día en que los pájaros se enamoran». La gente de las aldeas cuidaba en ese día de todos sus pájaros, pero también de los pájaros del cielo. En ese día no se sacrificaba ningún animal, porque el sacrificio venía en contradicción con la celebración de la vida, de la primavera y del amor.
Dragobete es considerado el dios de la juventud y el patrón del amor. Se identifica con otro personaje mítico del panteón rumano: el Veloz, hermoso muchacho que vuelve locas a las chicas, razón por la cual la Santa Vírgen María lo transformó en una planta de amor que lleva su nombre.
El día de Dragobete, las chicas recogen las últimas huellas de nieve, llamada «zăpada zânelor, la nieve de las hadas», y el agua que resulta de esa nieve es usada a lo largo del año para el embellecimiento y para fórmulas mágicas de amor , según un antiguo rito de origen pagano.
Las leyendas hablan de Dragobete como una entidad mitológica similar a los dioses Eros o Cúpido. Una de las teorías dice que el nombre de Dragobete proviene de las palabras dacas trago-macho cabrio y bete- piernas. El cabrio simboliza la fecundidad y el poder de procreación. Otros creen que el nombre significaba en el eslavo antiguo, dragu bitti, o ser amado.
Otra tradición popular cuenta que vestidos en trajes de fiesta, los chicos y las chicas se daban cita delante de la iglesia del pueblo y partían hacia los valles y los bosques, para buscar las primeras flores de primavera. Los jóvenes recogían campanillas y violetas para guardarlas hasta la fiesta de Sanziene en verano, cuando tiraban las flores al río.
En algunas zonas del sur de Rumanía, las chicas regresan al pueblo corriendo, seguidas de los chicos que se han enamorado de ellas. Si el muchacho es lo bastante rápido para llegar a la chica amada, y él le gusta también a ella, se besan delante de todo el mundo. Ese beso significa el compromiso de los dos por un año. Por esta razón, en los pueblos sigue circulando el dicho Dragobetele saruta fetele — Dragobete besa a las chicas.
Las mujeres casadas solían tocar a un hombre de otro pueblo para ser cariñosas con su marido durante todo el año.
En la actualidad, la fiesta de Dragobete, estos rituales de buscar pareja, de cortejo, al igual que otros similares existentes en otras culturas, han dejado de tener su sentido original, pero los rumanos intentamos mantener viva esta celebración como costumbre o tradición folclórica de nuestro pueblo. Si tu pareja es rumano o rumana: ¡no olvides el 24 de febrero!