Nicolae Paulescu – 95 años del descubrimiento de la insulina
La medicina rumana dio a la ciencia universal varios nombres valiosos como Gheorghe Marinescu, Victor Babes, Ioan Cantacuceno, George Emil Palade, o los hermanos Minovici
Brigitta Pana, 01.08.2016, 10:55
La medicina rumana dio a la ciencia universal varios nombres valiosos como Gheorghe Marinescu, Victor Babes, Ioan Cantacuceno, George Emil Palade, o los hermanos Minovici. Entre estas personalidades figura también Nicolae Paulescu, conocido fisiólogo, quien llegó a ser famoso por su contribución decisiva al descubrimiento del tratamiento básico de la diabetes. El gran descubrimiento de Paulescu fue la ´´pancreína´´ – la hormona anti diabetes producida por el páncreas, y llamada más tarde, insulina. Nicolae Paulescu es uno de aquellos hombres que merecen reconocimiento eterno. Según la Federación Internacional de los Diabéticos, más de un 10% de los rumanos padece diabetes. Gracias al fisiólogo rumano estas personas siguen viviendo y su sufrimiento resulta más soportable.
El 8 de noviembre de 1869 en una casa de Bucarest, nacía Nicolae Paulescu, el que iba a ofrecer el medicamento que salva diariamente la vida de centenares de miles de personas: la insulina. Ya desde muy pequeño, destacó en la escuela por sus habilidades. Aprendió francés, latín y griego clásico, idiomas que hablaba de forma fluida. Era un gran pintor e incluso se atrevió a componer algunas piezas musicales, además se sentir una inclinación natural hacia las ciencias naturales, especialmente hacia la física y la química. Estudió medicina en París y se graduó en 1897 alcanzando el grado de doctor en medicina y en seguida entró a trabajar como ayudante de cirugía en el Hospital de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la capital francesa. Tres años después, regresó a Rumanía, donde trabajó como Director del Departamento de Fisiología de la Universidad de Medicina de Bucarest. En 1916, Paulescu consiguió desarrollar un extracto acuoso pancreático que, inyectado en un perro diabético, consiguió normalizar los niveles de azúcar en la sangre, es decir, puso la primera piedra en sus investigaciones para sintetizar la insulina. La Primera Guerra Mundial le alejó del laboratorio y lo llevó al frente, sin embargo, a su regreso a la actividad científica logró aislar lo que él bautizó como pancreína — conocida después como insulina -, una hormona pancreática antidiabética. Su investigación fue publicada en 1921, en varios artículos en la sección rumana de la Sociedad de Biología de París y, el 10 de abril de 1922, Paulescu patentó en el Ministerio rumano de Industria y Comercio su método de fabricación de la pancreína. Un año antes, el 23 de julio de 1921, en el marco de la sesión de la Sociedad de Biología, expuso en cuatro comunicaciones los resultados de su trabajo de investigación. Paulescu encontró en el interior del páncreas un producto activo antidiabético al que nombró pancreína, sustancia conocida actualmente como insulina.
Aunque su historia parece admirable y fascinante, desafortunadamente también tiene una parte oscura. Ocho meses después de la publicación de los resultados de las investigaciones de Paulescu, los canadienses Frederick Grant Banting, Charles Best, James Collip, y J.J.R. Macleod, de la Universidad de Toronto, en un trabajo en el que citaban incorrectamente a Paulescu, hicieron público su descubrimiento de la insulina. Por las mismas fechas, Paulescu desarrolló una intensa actividad política en una Rumanía presa de las turbulencias de la época. Así, en 1923, Frederick Grant Banting y Charles Best anunciaron que descubrieron la insulina y recibieron el Premio Nobel. Siendo consciente de que era una injusticia, el físico escocés, Ian Murray, vicepresidente de la Asociación Británica de Diabetes y miembro fundador de la Federación Internacional de Diabetes inició una campaña internacional por remediar la situación. En 1969, el profesor A.W.K. Tiselius, vicepresidente de la Fundación Nobel reconoció los méritos de Nicolae Paulescu. Desafortunadamente el rumano no logra disfrutar del reconocimiento internacional dado que el 19 de julio de 1931 falleció. El caso de Paulescu es otro ejemplo de que, si en cierto momento, la historia hace una gran injusticia, la reparación ulterior puede traerle a uno la gloria que merece.
Cabe precisar que uno de diez rumanos padece diabetes. Una estadística preocupante, según señalan los médicos que también advierten que más de 4000 niños padecen diabetes mientras que el número de enfermos ha duplicado en los últimos diez años en nuestro país. Lo grave es que centenares de miles de rumanos no saben que padecen esta enfermedad que si no es tratada puede poner en peligro la vida del paciente. Casi dos millones de rumanos padecen diabetes de tipo 2, la forma más común, es decir un 12% del número de los ciudadanos con edades comprendidas entre 20 y 79 años, lo que sitúa nuestro país en el segundo lugar en Europa, después de Turquía, según indican los resultados del Estudio nacional sobre la Prevalencia de la Diabetes, Prediabetes y Obesidad. En cuanto a la prediabetes, los resultados del estudio indican que hay más de 3 millones de rumanos que padecen prediabetes, lo que significa una prevalencia del 18%.