La miscelánea: «La Feria de las Chicas» del monte Gaina, la fiesta popular rumana más conocida
El 21 y 21 de julio se celebró una de las fiestas populares más conocidas de Rumanía: la Feria de las Chicas del monte Găina (Gallina), a 1.500 metros de altitud, que se remonta a 1816.
Brigitta Pana, 29.07.2024, 15:00
Los actos se celebraron en el año del bicentenario del nacimiento de Avram Iancu, héroe nacional que desempeñó un importante papel en la Revolución de 1848 en Transilvania. La alegría del centenario de 1924 se renueva este año -2024-, cuando la sociedad rumana en general, y el distrito de Alba en particular, celebran los dos siglos del nacimiento de Avram Iancu, el héroe que luchó por la libertad de la nación rumana. La feria se desarrolla anualmente el domingo más próximo a la festividad de San Elías (20 de julio).
El monte Găina era el lugar de encuentro emblemático de los montañeses, un verdadero centro espiritual de las comunidades montañesas, que vivían en aldeas de difícil acceso con hogares dispersos, muy separados, en las laderas de las colinas.
Antaño, en la meseta del monte Găina, los habitantes de 80 aldeas dispersas se reunían para intercambiar productos. Llevaban consigo chicas que deseaban casarse y chicos jóvenes para conocerse. Estos jóvenes vivían en aldeas dispersas y, de otro modo, no tenían oportunidad de conocerse. La feria en la cima del monte Găina se convirtió así en la ocasión perfecta para anudar compromisos. La preparación de esta fiesta puede llevar años a las chicas, que también traen la dote recibida de sus padres y parientes envuelta en hermosas cajas de dote talladas con diferentes motivos florales. Los organizadores son delegados del pueblo de Vidra (llamados Vidrești) y del pueblo de Bulzești (llamados Crișeni).
Los organizadores prepararon actuaciones folclóricas y momentos conmemorativos, conciertos extraordinarios con artistas de renombre nacional e internacional, proyecciones de documentales, una feria nacional de artesanía tradicional y fuegos artificiales. Uno de los momentos más esperados del evento fue el concierto extraordinario ofrecido por el grupo «Damian & Brothers» en la cima del monte Găina que tuvo lugar la noche del 20 de julio.
Los historiadores señalan que la aparición de la feria se debió a la necesidad de comunicación entre los habitantes de estos lugares, que vivían en asentamientos aislados y dispersos. Junto a las relaciones económicas entre los habitantes de los valles de Arieș y Crișurilor, la feria también propició las relaciones matrimoniales. Hoy en día, La Feria de las Chicas del monte Găina ya no sirve para lo mismo, pero la tradición sigue viva y los moti, población rumana que vive en la zona central de los montes Apuseni, junto con sus invitados o turistas de otras tierras, salen todos los años el domingo más cercano al día de San Elías hacia el monte, donde festejan, participan en concursos y admiran o incluso se llevan un recuerdo de las creaciones de los artesanos locales. El acontecimiento lo abren las famosas tulnicărese de Avram Iancu, mujeres que tocan el tulnic, instrumento musical tradicional de la zona de montaña, seguido de un programa artístico para los participantes. Los preparativos de la fiesta se realizan con unos días de antelación y la salida hacia la montaña se produce en torno a las 4 de la madrugada. Nunca ocurrió que una chica que participaba en esta feria no encontrara pareja, y los moti creen que las parejas que unieron sus destinos en este lugar «mágico» son bendecidas con la felicidad y la buena suerte. El matrimonio lo celebraban en el lugar los sacerdotes que asistían al evento. La ceremonia se acompañaba de cantos y bailes.
Cuando se habla en general del Monte Găina, lo primero que viene a la mente es la Feria de las Chicas del Monte Găina. Lleno de misticismo e hipótesis, el origen de esta feria, perdido en la noche de los tiempos, no hace más que seguir fascinándonos, creando a su alrededor incluso ahora ese misterio indefinible en el que leyenda y realidad se entrelazan necesaria y naturalmente.
En las hogueras de montaña se cuentan dos leyendas sobre el pico Găina. Una de ellas cuenta que los habitantes de la aldea de Vidra de Sus, situada al pie de la montaña, solían trabajar en los baños de oro de las montañas de Bihar. Allí, vieron una gallina dorada que salía de los baños e iba a poner sus huevos en un nido en la cima de la montaña. Intentaron muchas veces atraparla, pero la gallina, asustada, huyó con el oro a las profundidades. Se dice que desde entonces la gente dejó de encontrar oro en esa zona o excavar en su busca. La montaña tomó el nombre de Găina y, como frontera natural, separaba las tierras de los moti de las de los crișeni.
Otra leyenda habla de un hada hermosa y muy rica que tenía una gallina que ponía huevos de oro. Una vez al año, el hada regalaba uno de estos huevos a una niña pobre y buena, para que ella también tuviera una dote para su matrimonio. Durante mucho tiempo, la gente vivió en armonía con el hada porque le pedía consejo y ayuda cuando la necesitaban. Pero un día, cinco chicos de la aldea de Vidra, disfrazados de chicas, llegaron a su refugio, averiguaron dónde guardaba la gallina de los huevos de oro y la robaron, con su cesta llena de huevos. Sin embargo, en su rápida carrera, el hombre que llevaba la cesta la dejó caer, y los huevos llegaron a las aguas arremolinadas del río Arieș, que aún hoy conserva destellos de oro aquí y allá en las profundidades. Asustados, los muchachos escondieron la gallina en las montañas de Abrud (aún famosas por su riqueza en oro). Durante cientos de años, los lugareños extrajeron oro del río Arieș con herramientas rudimentarias. Por desgracia, el oro de la cuenca del Arieș ya no se extrae.