La miscelánea: El fenómeno NEET o NiNis en Rumanía
NEET es el acrónimo inglés de la expresión Not in Employment, Education or Training (ni trabaja, ni estudia ni recibe formación) y define a las personas de entre 16 y 24 años que han completado sus estudios y siguen desempleadas.
Brigitta Pana, 10.06.2024, 16:00
La definición es un poco diferente en Rumanía. En concreto, la categoría de NEET o ninis incluye a los que tienen entre 15 y 29 años. Además, debido a la forma en que funciona la legislación del desempleo, en Rumanía no se trata únicamente de los desempleados.
La Comisión Europea ha publicado a principios del pasado mes de mayo un informe especial para siete países a los que les detecta falta de convergencia social con la media de la Unión, es decir, debilidades en los indicadores relacionados con el empleo, los ingresos per cápita, la educación y la pobreza. Rumanía es uno de los Estados analizados, junto con Bulgaria, Estonia, Hungría, Italia, Lituania y España, y varias de las principales debilidades giran en torno al mercado laboral. A escala nacional, a finales de marzo de este año, el desempleo en Rumanía era del 3%, con 236.700 parados, según EURES. Tras la crisis económica de 2008-2013, estos jóvenes ninis, que tienen dificultades para pasar de la escuela al trabajo, se convirtieron en uno de los grupos más vulnerables. A menudo tienen un bajo nivel educativo, dificultades familiares y problemas físico-emocionales. Esta exclusión social puede tener graves consecuencias para las personas, la sociedad y la economía.
Rumanía es el campeón de la Unión Europea en número de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Los datos del Instituto Europeo de Estadística Eurostat muestran que el 19,8% de los jóvenes rumanos de entre 15 y 29 años no tenía empleo en 2022. Esta cifra casi duplica la media europea (11,7%). El segundo país con más desempleo es Italia (19 %) y el tercero, Grecia (15,4 %). En el otro extremo del espectro, la mayoría de los jóvenes de los Países Bajos y Suecia trabaja o estudia. En consecuencia, las cifras de ninis oscilan entre casi el 5% en los Países Bajos y más del 19% en Rumanía.
Si observamos cómo han evolucionado las cosas a este respecto en el periodo 2012-2022, vemos que en muchos países se ha reducido considerablemente la proporción de jóvenes que ni trabajan ni estudian. Los mayores avances se han producido en países como Irlanda, donde se registra una reducción de alrededor del 13%, Grecia con un descenso de más del 11%, pero también Bulgaria, donde el número de jóvenes sin ocupación ha caído en 10 años casi un 10%. Sin embargo, hay dos países europeos en los que la proporción aumentó en 2012-2022. Austria, donde se observa un aumento del 0,9%, y Rumanía, con un incremento del 0,5%.
Un fenómeno interesante es que Rumanía se encuentra en una fase de emancipación, en la que ya no se está dispuesto a hacer cosas que se hacían antes. Los jóvenes, en lugar de trabajar en la hostelería, por ejemplo siendo camareros, o trabajar en otros campos que no les parecen sofisticados, prefieren no trabajar. Quieren ser millonarios y empresarios de la noche a la mañana. Los psicólogos explican que los jóvenes de hoy se dividen en dos grandes categorías: los que están interesados en una carrera profesional y los que aún no han encontrado trabajo o evitan encontrarlo. Hay una dicotomía muy marcada entre los jóvenes que están muy comprometidos, son muy decididos y tienen metas, quieren una carrera profesional, y otros a los que les cuesta mucho adaptarse al entorno real. Estos últimos tienen expectativas poco realistas, algunos de ellos. Esperan que el salario sea muy alto y que el horario sea siempre flexible. Son exigencias poco realistas para la experiencia que tienen y los conocimientos que poseen, así que no encuentran trabajo. En algún momento abandonan y se quedan sin trabajo.
Por otra parte, también existe la categoría de jóvenes acostumbrados a recibir apoyo, que saben que sus padres les proporcionan comodidad económica y aplazan todo lo posible el momento de empezar a trabajar por su cuenta. Estamos hablando de jóvenes que posponen el empleo durante mucho tiempo, las razones son o bien la falta de interés y la creencia de que sus padres son los responsables de mantenerlos, o bien son aquellos que están muy ansiosos, muy temerosos y sienten que no son lo suficientemente buenos, que no encontrarán trabajo. Siempre están anticipando cosas negativas, y eso les mantiene en un estado constante de expectación, por lo que tardan mucho en involucrarse profesionalmente.
Los psicólogos creen que las redes sociales y la vida de los famosos en Internet pueden tener un gran impacto en los jóvenes. Viendo el éxito de ciertas personalidades de las redes sociales, los jóvenes podrían pensar que solo tienen que esperar la idea o el momento adecuados y su éxito podría estar garantizado. Las redes sociales pueden tener un mayor impacto para quienes han vivido más en el mundo virtual, tienen algunos modelos de éxito en este ámbito y se comparan todo el tiempo. Al haber tomado como modelos a personas de éxito en Internet, quieren algo parecido.
Más del 60% de los jóvenes de entre 15 y 24 años de todo el mundo (830 millones de personas) carecerán de las competencias necesarias para el mercado laboral en 2030, incluidas las necesarias para la transición a la economía verde, según un informe de PwC, UNICEF y Generation Unlimited. Según el informe, titulado «Why the world needs to upskill young people to enable the net zero transition», entre las principales razones para ello figuran la falta de una estrategia de educación y formación para el mercado laboral, basada en la colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales, y el acceso limitado o nulo a Internet.
Según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el número de jóvenes de todo el mundo que no tienen empleo, ni estudian, ni reciben formación alcanza actualmente su nivel más alto desde 2005, y la pandemia ha agravado aún más la crisis de la educación y la formación.