La miscelánea: «Babele de Martie», un ritual mágico en Rumanía para la llegada de la primavera
En la Miscelánea de hoy nos sumergimos en una de las tradiciones más fascinantes de Rumanía, que conecta la naturaleza, el cambio de estaciones y la sabiduría popular: hablamos de Babele de martie o las Ancianas. En este programa exploraremos el significado detrás de esta tradición, sus orígenes y cómo refleja la conexión profunda que los rumanos tienen con las estaciones del año. Además, no faltarán algunas curiosidades culturales de la rica tradición rumana.

Brigitta Pana, 10.03.2025, 17:30
La tradición de Babele tiene lugar en los primeros días de marzo, cuando en Rumanía se celebra una serie de días que marcan la transición entre el invierno y la primavera. Babele se refiere a un fenómeno que ocurre entre el 1 y el 9 de marzo, en el que cada día de este período se asocia con una «baba» o «anciana», que, según la tradición, simboliza los diferentes estados del clima. De acuerdo con la leyenda, cada uno de estos días refleja un comportamiento meteorológico impredecible, y se cree que la forma en que el clima se comporta durante estos días predice el clima del resto del año. Así, por ejemplo, si un día de Babele es soleado y cálido, se espera una primavera y verano agradables. Si, por el contrario, el día es frío o lluvioso, eso podría presagiar un año de clima inestable. En la mitología rumana, las «babe» o «ancianas» son consideradas figuras sabias, pero también impredecibles. Se cree que representan las estaciones del año, las cuales, como ellas, pueden ser tanto benévolas como severas.
La tradición de Babele tiene sus raíces en las antiguas creencias paganas, en las que las personas veneraban las fuerzas de la naturaleza y buscaban interpretarlas como signos divinos. Los rumanos tienen una profunda conexión con la naturaleza y, a lo largo de la historia, se ha considerado que los días de Babele son una especie de prueba o advertencia para las personas. Se cree que si una persona desea conocer el clima que le espera en los próximos meses, debe observar atentamente los primeros días de marzo. Si el clima durante esos días es favorable, puede esperar un año próspero, mientras que un clima frío o tormentoso puede ser un indicio de dificultades en el futuro cercano. Además, Babele se asocian con el concepto de «renovación». Al igual que las estaciones cambian, las personas también tienen la oportunidad de renovarse y transformarse, algo que refleja la sabiduría popular y las creencias rumanas sobre el ciclo de la vida.
Numerosas tradiciones, supersticiones y creencias populares están vinculadas a este periodo. En estos primeros días de primavera, todas las mujeres eligen una anciana para saber cómo les irá el alma y la fortuna hasta la llegada de las ancianas del año siguiente. Se sabe desde la antigüedad que estos días de las Babe muestran el estado de ánimo de la gente a lo largo del año. Asimismo, estos días tenían y siguen teniendo un significado especial en la formación de los valores familiares tradicionales y, además, era un «dador de esperanza» para la vida eterna. También de la tradición popular se desprende que la leyenda de Babele está asociada a Baba Dochia, responsable de la llegada del invierno, que, desde el 1 de marzo hasta el 9 del mismo mes, comienza a desprenderse de sus abrigos, señal de que el tiempo se va haciendo más cálido. Las leyendas sobre Baba Dochia son numerosas. Una de ellas la describe como una anciana que tenía una nuera, a la que acosaba siempre que tenía ocasión. Una vez, el 1 de marzo, la manda a lavar la lana, pero no una lana cualquiera, sino lana negra para hacerla blanca. Un ángel ayuda a la nuera. Le da una flor blanca y le dice que lave la lana con ella. Baba Dochia decide ir con las ovejas a las montañas, convencida de que había llegado la primavera porque había visto a su nuera con la flor en la mano. Se pone 9 abrigos de piel y se lleva a las ovejas a la montaña. Allí hace demasiado calor o demasiado frío, llueve y las ovejas se mojan. Se quita un abrigo cada vez, y cuando se queda en camisa, llega la escarcha y la congela. Dios la convirtió en una roca con las ovejas, para que la recordaran.
En las familias tradicionales, cuando las personalidades femeninas se encontraban, a menudo ocurría que estas entraran en conflicto. Así, «Baba» simbolizaba no a una anciana fea y mezquina, sino a una mujer que se ganaba su propia autoridad. Dado que los primeros días de marzo siempre han presentado una mayor inestabilidad atmosférica, la asociación de cada mujer con uno de los nueve días se percibía anteriormente como una forma de empoderarla y educarla hacia el autocontrol y la conciencia de sus propios deberes dentro de la familia. Cada uno de los nueve días, en función del tiempo, revelaba el carácter, las cualidades y los defectos de cada mujer. Pero más allá de este juego que forma parte del periodo festivo de fechas fijas, del 1 al 9 de marzo, la tradición de Babele, simbolizada también por Baba Dochia, no es más que la última batalla entre el invierno y la primavera. Tras su muerte, los días comienzan a alargarse y triunfa el buen tiempo.
La baba se elige en función del cumpleaños de la persona. Si el día está comprendido entre el 1 y el 9 de cualquier mes, la baba también será ese día, por ejemplo, si alguien nace el 6 de agosto, su baba será el 6 de marzo. Si la fecha de nacimiento se compone de dos dígitos, la elección de la fecha de nacimiento es la siguiente: si alguien nace el 28 de mayo, la fecha de nacimiento se calcula como 2+8=10, 1+0= 1 por lo que la fecha de nacimiento será el 1 de marzo. Así, los días luminosos y soleados traen la felicidad, la buena suerte y la abundancia, mientras que el tiempo frío, lluvioso y nevado significa lágrimas, penas, pobreza, insatisfacción.
Las tradiciones relacionadas con estos días difieren de una zona a otra. Mientras que en Muntenia hay 12 viejas, y no 9 como en el resto del país, en Maramureș es costumbre llamar a las puertas en los primeros días de marzo, para que el invierno abandone la casa y deje paso a una estación con temperaturas más suaves, y en la región de Ardeal a las viejas se las llama Vântoase por el caprichoso clima.