La miscelánea – Alba Iulia, la ciudad más inteligente de Rumanía
Las ciudades actuales se transformarán completamente en el futuro para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Brigitta Pana, 17.09.2018, 17:28
Las ciudades actuales se transformarán completamente en el futuro para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Esto será posible gracias a la evolución de la tecnología. El término de Ciudad Inteligente (Smart City) se emplea para designar a las ciudades que utilizan intensivamente las tecnologías nuevas para mejorar los servicios públicos o aumentar el nivel de confort de los ciudadanos de las localidades urbanas y rurales. A nivel global, ciudades como Singapur, Nueva York o Londres han implementado el mayor número de tecnologías que han contribuido a mejorar la vida de sus habitantes. Se trata de soluciones de productividad, movilidad, seguridad pública y sanidad. En nuestro país, el concepto de ciudad inteligente ha evolucionado en los últimos años y hoy en día existen numerosas iniciativas que se encuentran en diferentes etapas de implementación. Rumanía cuenta con más de 7.000 millones de euros disponibles de los fondos europeos para el desarrollo de nuestras comunidades.
De acuerdo con el Parlamento Europeo, las ciudades inteligentes pueden ser identificadas y clasificadas de acuerdo con seis ejes o dimensiones principales: en concreto, la economía inteligente; movilidad inteligente; medio ambiente inteligente; población inteligente; manera de vivir inteligente y gobernanza inteligente. Por lo tanto, una ciudad puede ser definida como inteligente cuando las inversiones en capital humano y social y en infraestructuras de transporte y TIC contribuyen al desarrollo económico sostenible y a mejorar la calidad de vida, con una gestión racional de los recursos naturales, a través de un gobierno participativo. En 2012, la Comisión Europea puso en marcha una iniciativa específica para el desarrollo de las ciudades inteligentes denominada Ciudades Inteligentes y Comunidades-Asociación Europea para la Innovación. Este programa ha aportado 365 millones de euros para ideas innovadoras y proyectos en el ámbito de la energía, el transporte y las TIC en las zonas urbanas. Ya desde el año 2007, más del 50% de la población mundial vive en ciudades. Para el 2020, el 60% de la población será urbana y se calcula que la cifra siga incrementándose hasta alcanzar el 70% en el año 2050.
Alba Iulia (en el centro de Rumanía) es la ciudad que ocupa la más alta posición en la clasificación de las soluciones inteligentes implementadas para la tecnologización de la comunidad. Esta ciudad ya ha adoptado algunas de las soluciones inteligentes que funcionan con éxito en las grandes capitales europeas. Entre éstas figuran la iluminación inteligente, la monitorización de la calidad del aire, el parqueo inteligente así como el sistema de monitorización de tráfico. Hasta finales de año, varias empresas privadas invertirán alrededor de mil millones de euros en más de 100 soluciones inteligentes para la ciudad y sus habitantes. Recientemente, Alba Iulia ha recibido el premio Business Review Awards 2018 en la Gala de los Premios Business Review, en la sección Local Smart Initiative.
Otras ciudades rumanas que dan pasos significativos hacia la tecnologización de la comunidad son Cluj-Napoca (en el centro-oeste) y Timişoara (en el oeste), ambas con 10 proyectos Smart City en desarrollo. En Cluj Napoca, por ejemplo, la administración pública local ha introducido por primera vez en Rumanía el primer funcionario público virtual, denominado Antonia, que está a disposición de los ciudadanos las 24 horas.
Según opinan los especialistas, las inversiones en la infraestructura inteligente son vitales para el desarrollo duradero de un país. Sin embargo, los inversores en la implementación de las soluciones inteligentes necesitan un marco legal que estimule semejantes iniciativas ya que las ciudades del futuro están más próximas de lo que creemos y es fundamental que profesionales y empresas estén preparados para aprovechar al máximo las nuevas oportunidades de negocio. Para 2050, según la OCDE, si no se toman medidas drásticas el crecimiento económico y demográfico tendrá un impacto medioambiental y social sin precedentes.