Historia del Balneario Govora
Las conocidas aguas con efecto terapéutico del balneario Băile Govora (sudoeste de Rumanía) fueron mencionadas por primera vez en un documento oficial en 1878
Christine Leșcu, 23.01.2015, 19:36
Las conocidas aguas con efecto terapéutico del balneario Băile Govora (sudoeste de Rumanía) fueron mencionadas por primera vez en un documento oficial en 1878. Algunos años más tarde, dos hombres que buscaban petróleo, el ingeniero Ioan Claus y el alcalde de un pueblo de esta zona, tropiezan con un tipo de agua mineral de color negro y olor a yodo. Así descubren las aguas de Govora, ricas en cloro, sodio, yodo, bromo, azufre, magnesio y calcio, que en la actualidad se utilizan para curar varias enfermedades, como las reumáticas. Los dos hombres apuntan la fecha de su descubrimiento: el 30 de septiembre de 1881. Desde entonces, la zona registra un desarrollo espectacular con la fundación de la localidad y el balneario de Govora en la cercanía de estas aguas donde había solo bosques. Uno de los promotores del balneario fue Ion C. Brătianu, primer ministro liberal antes de la Primera Guerra Mundial. Ionela Niţu, consejera en los Archivos Nacionales del departamento de Vâlcea, nos aporta más detalles.
Desde el punto de vista administrativo, la localidad de Băile Govora figura en los documentos mucho más tarde, es decir en 1908. En aquel año se creó Băile Govora, a través de la unificación de algunos pueblos que pertenecían a otras localidades de la zona. Volviendo a Brătianu, cabe destacar que contribuyó mucho al desarrollo del balneario. Iba a enviar ahí al doctor Zorilean, en 1886, junto con una ambulancia y un equipo de militares para trabajar en las obras de construcción en Govora. Zorileanu se dió cuenta de la importancia terapéutica de estas aguas y recomendó a Brătianu que el Estado invirtiera en el desarrollo del balneario.
En 1887, el balneario recibe por parte del Estado un crédito de un millón de lei y así comienzan las primeras construcciones. Ionela Niţu.:
Se crea la primera base de tratamiento, colocada en el mismo lugar que el balneario de hoy. Era un edificio de madera. Más tarde, se construyen los tres primeros hoteles públicos y el balneario comienza a extenderse, dado que aparecen otros hoteles, construidos por personas privadas. De estos primeros edificios que datan de finales del siglo XIX, algunos se han conservado hasta ahora, como el Hotel Estatal nr.1, el Hotel Ştefănescu, construido en 1900 en el centro del balneario, el edificio de Los Correos que data del mismo periodo, así como otros edificios igual de antiguos que afortunadamente han sobrevivido hasta hoy en día. El máximo desarrollo se registró después de 1910, año en que se fundó la Sociedad Govora-Călimăneşti, una asociación pública-privada. Esta sociedad construyó el edificio emblemático del balneario, el Hotel Palace, ubicado en el centro. Las obras empezaron en 1911 y terminaron en 1914. Se trata de un edificio único en la época y que pretendía ser un un modelo para los hoteles existentes en Europa en aquel periodo. Pocos hoteles contaban con restaurantes, clínica de tratamiento y salas destinadas al ocio, todo en el mismo lugar. Este hotel fue diseñado como un sistema integrado. También en este periodo se rehace la base de tratamiento. Los antiguos edificios son demolidos y se construyen otros que se han conservado hasta la actualidad en el parque del balneario.
Băile Govora sigue desarrollándose en la época de entreguerras. Además de edificios turísticos, se construyen muchas residencias privadas. También aumentan las inversiones en la infraestructura de la localidad: se modernizan las carreteras y mejora el sistema de abastecimiento con agua. Ionela Niţu nos presenta otros símbolos de la ciudad.
”Entre los edificios más importantes figura el Casino o el Cine, un proyecto iniciado en 1928 por la primera mujer arquitecta Virginia Andreescu-Haret. Una parte de las obras se finalizaron en 1930. El edificio nunca ha sido terminado . En 1936, se inaugura el Hotel Balneara, en el centro de Govora, construido en estilo cubista.”
Una cosa menos conocida es que durante la guerra, el balneario acogió a un gran número de refugiados polacos. En octubre de 1939, había unos 700 refugiados y en 1941, incluso algunos miembros del Gobierno polaco, exiliados a Rumanía, encontraron refugio y amparo en Băile Govora.