El voluntariado en Rumanía
Para los rumanos que nacieron antes de 1975 y recuerdan cómo era la vida durante el régimen comunista, la palabra voluntariado tiene un sabor amargo y una característica aparte
Brigitta Pana, 07.06.2014, 19:04
Para los rumanos que nacieron antes de 1975 y recuerdan cómo era la vida durante el régimen comunista, la palabra voluntariado tiene un sabor amargo y una característica aparte. En aquel entonces, la gente trabajaba en nombre de la causa comunista, por la patria socialista. El fenómeno no se compara con el del oeste de Europa o el de EE UU. Allí hay muchos jóvenes implicados en organizaciones cuyos voluntarios ayudan sobre todo a las personas desfavorecidas. Ser voluntario es algo normal, es una modalidad de socializar y contribuir de manera benévola, para algunos es un modus vivendi. Históricamente el voluntariado ha sido visto y concebido desde una perspectiva filantrópica, como la realización de acciones puntuales que acompañan ciertas situaciones y circunstancias,especialmente de emergencia, y no necesariamente como la participación en acciones que se proponen metas estratégicas vinculadas a la superación de los problemas estructurales de la sociedad. Sin embargo, en los últimos años este concepto ha comenzado a reinventarse y hoy en día son muchas las transformaciones que se han logrado gracias a movimientos de voluntariado. La participación en las actividades de voluntariado es muy amplia en los Países Bajos, donde más de la mitad de los encuestados realiza alguna actividad de voluntariado (57 %), y el 31 % lo hace de manera regular. Lo mismo sucede en Dinamarca (el 43 %, y el 21 %, de manera regular). Más de una tercera parte de los encuestados realiza alguna actividad de voluntariado en Finlandia (39 %), Austria (37 %), Luxemburgo (35 %), Alemania (34 %) y Eslovenia. Sin embargo, Malta (16 %), España (15 %), Grecia (14 %), Rumanía (14 %), Bulgaria (12 %), Portugal (12 %) y Polonia (9 %) están muy por debajo de la media de la UE.
En comparación con los años 90 el número de los voluntarios rumanos con ganas de servir sin esperar nada a cambio está en aumento. Los vemos en lugares donde hace falta ayudar: en hospitales, asilos de ancianos, en plantaciones de árboles, en la recogida de basura o incluso en las construcciones de casas. Son personas que ayudan a los necesitados desinteresadamente, que aman sinceramente a su prójimo. ¿Cuál es su motivación? “Siento una satisfacción y una recompensa emocional que otra profesión normal no me las ofrece”, ha explicado Alex Tunaru, voluntario en Habitat for Humanity. “Quise cambiar algo en mi vida, sentirme útil, vivir de otra manera”, ha confesado, por otra parte Adriana Stoica, voluntaria en la asociación Más Verde.
Dragos Bucurenci viene participando desde los 17 años de edad en acciones de voluntariado. “Empecé mi carrera como voluntario y trabajé en la organización “Salven a los niños”. Para mí también el voluntariado significó desde el comienzo de mi vida adulta lo que él significa para la mayoría de la gente que vive en Europa Occidental, es decir una forma de aprendizaje. El voluntariado es una forma de aprender haciendo algo”, nos ha contado Dragos Bucurenci. En 2008, Dragos fundó la asociación no gubernamental Más Verde a fin de proteger el medio ambiente. Las campañas promovidas a través de esta organización tuvieron mucho éxito. Miles de jóvenes se suman cada año a la Asociación Más Verde para emprender acciones de ecologización. Doru Mitrana dirige esta organización no gubernamental. Desde hace más de cinco años lucha por cambiar la percepción de los rumanos sobre el trabajo en beneficio de la comunidad. “Desde el año 2008 hasta hoy en día, miles de personas se han sumado a nuestras acciones dedicadas a la protección del medio ambiente. Alrededor de 20.000 personas trabajaron en acciones de plantación, limpieza, promoción u otras actividades desarrolladas”, recueda el presidente de la asociación Más Verde.
Según el más reciente euro barómetro, Rumanía tiene aproximadamente 4,4 millones de voluntarios, respectivamente el 20% de la población del país. El número es bastante insignificativo en comparación con otros países de la UE, donde el promedio europeo es del 40-50% de la población. Una explicación sería que mucha gente piensa que el voluntariado significa trabajo patriótico. Cabe precisar que Rumanía cuenta con una ley del voluntariado aún desde el año 2001, pero dicha ley no alienta de manera activa la participación en actividades de voluntariado. Precisamente por eso, la Federación Volum está luchando por modificar la legislación, estimulando a los jóvenes. “Hay tres modificaciones importantes. La primera se refiere a la obligatoriedad del contrato de voluntariado en forma escrita. La segunda modificación — y sumamente importante — tiene que ver con el reconocimiento del voluntariado como experiencia profesional. Quiero hacer una diferencia clara entre la experiencia profesional y la antigüedad en el trabajo. La experiencia profesional significa reconocimiento por parte del empleador, el mercado laboral, el período de voluntariado y afectará especialmente a los jóvenes. La tercerea modificación se refiere a un certificado de competencias. Hemos escogido 8 competencias clave y prácticamente cualquier voluntario puede solicitar este certificado que atestigua estas 8 competencias clave por parte de la organización anfitrión”, ha explicado Anca Nastase, miembro de la Federación Volum.
La Semana Nacional del Voluntariado es un acontecimiento nacional anual que viene celebrándose en Rumanía cada primavera desde hace 13 años, para movilizar cuantas más organizaciones y a los voluntarios que trabajan en ellas, festejar juntos el voluntariado, atraer el apoyo de la comunidad y para reconocer públicamente la actividad de los voluntarios. La edición 2013 significó 425 actividades de voluntariado o de promoción y reconocimiento del voluntariado abiertas al público y organizadas por más de 150 socios, organizaciones no gubernamentales, instituciones y grupos informales de iniciativa en colaboración con otros 663 socios locales. Dichas actividades de desarrollaron en Bucarest, en 38 distritos del país y en 110 localidades. Más de 12 mil voluntarios se implicaron en diferentes proyectos en todo el país y más de 45.000 niños, ancianos o personas desfavorecidas beneficiaron de ayuda. Cabe precisar que unos 500 patrocinadores locales contribuyeron al desarrollo de las actividades de voluntariado en la edición de 2013 de la Semana Nacional del Voluntariado. “Desde hace 12 años venimos festejando el voluntariado en el marco de la Semana Nacional del Voluntariado como un reconocimiento y una celebración de la alegría de ayudar y estar al lado de los necesitados, una oportunidad de hacer un cambio en la comunidad en la que vivimos mediante la implicación directa en actividades de voluntariado. Muchas gracias a todos los que contribuyen a la continuación de la tradición de la Semana Nacional del Voluntariado. Notamos que año tras año, el número de las escuelas y las guarderías que organizan actividades está en contínuo aumento y esto demuestra que el voluntariado es un factor importante en la educación de los jóvenes que se implican cada vez más en la comunidad”, ha destacado Carmen Marcu, Directora de Comunicación de Pro Vobis. La Semana Nacional del Voluntariado es un acontecimiento iniciado y coordinado por Pro Vobis — el Centro Nacional de Recursos para el Voluntariado desde el año 2002 e implementado en colaboración con los socios locales y los centros de voluntariado.