El Museo de la Aldea – Bujoreni
En el Valle del Olt, entre el balneario de Calimanesti y el distrito de Ramnicu Valcea existe una aldea tradicional en medio de otra aldea más moderna, pero que aún guarda la huella del pasado. Se trata del Museo de la Aldea de la localidad Bujoreni
Christine Leșcu, 04.05.2015, 13:05
En el Valle del Olt, entre el balneario de Calimanesti y el distrito de Ramnicu Valcea existe una aldea tradicional en medio de otra aldea más moderna, pero que aún guarda la huella del pasado. Se trata del Museo de la Aldea de la localidad Bujoreni, distrito de Valcea. Creado en 1974 como un museo al aire libre, similar al famoso Museo de la Aldea de Bucarest, su papel es el de reconstituir la imagen de un pueblo rural tradicional con sus instituciones.
Ionut Dumitrescu, jefe de área del Museo de la Aldea de Bujoreni, nos presenta a continuación lo específico de este asentamiento que mide alrededor de 8 hectáreas. :
“El Museo de Bujoreni representa una síntesis de la aldea tradicional de Valcea. Su riqueza y diversidad de la arquitectura de las aldeas de Valcea han creado la posibilidad de transferir y acondicionar 72 unidades organizadas temáticamente en el terreno que rodea la casa fortificada de Bujoreanu. En la organización de este museo al aire libre han pesado algunos factores constitutivos de una aldea verdadera: las formas del relieve de la zona, el fogón y sus fronteras con todos sus elementos en función de los cuales han sido construidos los hogares y las construcciones comunitarias. Todos estos elementos fueron trasladados de diferentes localidades del distrito de Valcea.”
Dichas localidades son representativas para todas las subregiones geográficas de Valcea: Dragasani, Tara Lovistei, Valea Topologului. Típica de esta región del norte de Oltenia es la casa con galería. La galería es un lugar parecido a una veranda donde la gente pasaba el tiempo, comía o dormía durante los días tórridos de verano. Desde este lugar se observaba toda la actividad de las calles de la aldea. Para parecerse más a una aldea auténtica de Valcea, el museo de Bujoreni está dividido en cuatro sectores: el sector del hogar, el sector social-cultural, el sector de artesanía-técnicas populares y el sector de las construcciones especializadas. Más detalles sobre esta división nos ofrece también Ionut Dumitrescu:
“El sector del hogar-vivienda describe la estructura del hogar en función de los oficios tradicionales. En el marco del museo destaca de modo especial la casa con galería que ocupa un lugar aparte. El tamaño de la casa da la impresión de una verdadera monumentalidad. A la vez, en el Museo de la Aldea de Bujoreni se construyó la primera escuela creada en un museo al aire libre de Rumanía. Se trata de un edificio de tipo “Spiru Haret” con dos habitaciones y un salón para los profesores. Asimismo, aquí fue trasladada la primera posada de Rumanía que proviene del Valle del río Lotru, de la zona montañosa del distrito. En la actualidad, en el marco del museo existen tres iglesias de madera. La primera fue transferida en 1976 y data de 1775. La segunda, en 2003 y data de 1771 y la tercera fue trasladada hace dos años y data de 1755, siendo esta última la iglesia de madera más antigua del norte de Oltenia”.
De hecho, todos los edificios en el marco del Museo de la Aldea de Bujoreni tienen una antigüedad de entre 100 y 250 años, el más antiguo es del siglo XVIII y el más reciente del comienzo del siglo pasado. Incluso la casa fortificada de Bujoreanu en cuyos alrededores se construyó el museo tiene una antigüedad considerable. La casa fortificada funcionó como residencia y torre de defensa contra los ataques de los turcos en los siglos XVII-XVIII.
Nuevamente ante los micrófonos de RRI, Ionut Dumitrescu, jefe de área del Museo de la Aldea de Bujoreni.
“La casa fortificada perteneció a la familia Bujoreanu e inicialmente tuvo tres niveles. Desde el último se podía ver a los turcos cuando atacaban la zona. En aquella época esta casa fortificada se comunicaba con la iglesia ubicada en la colina Cetatuia a través de una llama cuyo humo anunciaba a los que viven detrás de la colina que los habitantes de la casa fortificada corrían peligro. La casa se convirtió en depósito de cereales y en los años 60 se decidió restaurar este monumento, pero el último nivel no pudo ser restaurado. Hoy en día, la casa tiene sólo dos niveles.”
En conclusión, el Museo de la Aldea de Bujoreni ofrece a los visitantes la oportunidad de conocer no sólo la tradición arquitectónica de la zona sino también páginas de la historia de Oltenia.