El Monasterio Hurezi
El Monasterio Hurezi, fundado por el príncipe Constantin Brâncoveanu en el segundo año de su reinado, en 1689, se encuentra en la localidad de Horezu, provincia de Vâlcea, en el centro del país.
România Internațional, 11.04.2015, 18:01
El Monasterio Hurezi, fundado por el príncipe Constantin Brâncoveanu en el segundo año de su reinado, en 1689, se encuentra en la localidad de Horezu, provincia de Vâlcea, en el centro del país. Desde el principio fue concebido como un edificio de culto impresionante, una necrópolis del príncipe y de su familia. Constantin Brâncoveanu fue degollado por orden del sultán hace 300 años, el día 16 de agosto, junto con sus cuatro hijos por haberse negado a convertirse al islám. La Iglesia Ortodoxa Rumana lo ha canonizado reconociendo así su martirio. Durante los 25 años de su reinado el príncipe consiguió mantener la paz en Valaquía, lo que le permitió fundar muchos edificios de culto, palacios y desarrollar un estilo arquitectónico inédito, el “estilo brancovano”, inaugurado con el monasterio Hurezi. La madre Ecaterina Olteanu, guía del Monasterio Hurezi nos ofrece detalles sobre la construcción de este edificio.
Brâncoveanu reinó por un largo período de tiempo durante el cual casi no hubo guerras porque él, como todo buen cristiano, era un buen diplomático. Aprovechó el tiempo de paz para dedicarse a los problemas importantes para el desarrollo del país: la economía, la cultura, la religión. Tras su ascenso al trono, se libró solo una batalla, la de Zărneşti, en el territorio de Transilvania. Después de esta batalla ordenó la construcción del monasterio de Hurezi. Cuatro años antes de llegar a ser príncipe, compró en esta zona el latifundio Huhurezi, en el que no había nada construido. Era solo un bosque inmenso en el que vivían estos pájaros, los huhurezi, es decir los búhos, que todavía oímos cantar por la noche.
Para construir el Monasterio Hurezi, Brâncoveanu contrató a los artesanos más famosos del país: pintores, albañiles, pedreros y carpinteros. Conocemos los nombres de estos artistas y sus rostros aparecen en la pintura mural de la iglesia, lo que rompe con la tradición medieval en la que los artistas eran artesanos anónimos. Todo el conjunto monástico de Hurezi está conformado por varios recintos bien diferenciados. Hacemos ahora una gira por el monasterio de la mano de su guía, la madre Ecaterina Olteanu:
Entramos por la puerta principal y vemos los jardines, subimos luego por este paseo bordado por nogales. Pasamos al segundo recinto donde está la fuente de Hrisant, uno de los abades que ampliaron con nuevos edificios el monasterio. Sigue el último recinto, el sagrado, donde se encuentra la iglesia. Pero aparte de estos recintos en cada punto cardinal hay una ermita. En el sur hay una ermita que sirve de iglesia de la parroquia del pueblo de Horezu. Como todos los monasterios antiguos hay aquí una enfermería construida por mandato de la esposa del príncipe. Como no había hospitales en aquella época, los monjes o las monjas se trataban y se aislaban en la enfermería del monasterio. Todas las ermitas se pueden visitar, pero la enfermería no es funcional.
La iglesia de este conjunto monástico es el atractivo turístico principal porque cuenta con elementos artísticos originales.
Antes de entrar en la iglesia, conviene hablar de esta veranda, que en Hurezi fue ampliada igual que el pronaos. Se sustenta en 10 columnas y tiene pinturas maravillosas. Este tipo de veranda existe también en otros monasterios como en Cozia, por ejemplo, que a pesar de ser más antiguo tiene en su naos pinturas al estilo brancovano. Elementos del estilo brancovano encontramos también en otros monasterios del Valle del río Olt: Dintr-un Lemn, Bistriţa y Surpatele, fundadas por la esposa de Brâncoveanu, la princesa María. La arquitectura exterior de Hurezi tiene muchas influencias del monasterio de Curtea de Argeş como por ejemplo las dos torres, una alzada sobre la naos y la otra sobre el pronaos. Igual que en el monasterio Curtea de Argeş hay una cenefa floral que divide en dos partes el muro exterior. La cenefa está tallada en piedra, no está pintada. Las ventanas tienen en su parte de abajo un marco tallado en piedra y en la parte de arriba estucos redondeados que no fueron pintados.
Otro elemento interesante en el interior de la iglesia es el iconostasio tallado en madera dorada de tilo de 10 metros de alto. La pintura es realmente excepcional.
Desde su creación hasta el año 1872 Hurezi fue monasterio de monjes y se convirtió luego en monasterio de monjas. Es el más amplio conjunto de arquitectura medieval que se conserva de la antigua Valaquia y en 1993 la Unesco declaró al monasterio Patrimonio de la Humanidad.