¿Cuánto, cómo y qué leen los rumanos?
Cada vez parece más difícil encontrarle un hueco a la lectura. El tiempo pasa entre el trabajo, navegar por internet, hacer deporte o salir con los amigos.
Brigitta Pana, 16.12.2013, 12:44
Cada vez parece más difícil encontrarle un hueco a la lectura. El tiempo pasa entre el trabajo, navegar por internet, hacer deporte o salir con los amigos. Pero ¿cuándo hay tiempo para leer? Últimamente se habla mucho de la lectura y sobre todo por la falta de interés hacia la lectura. En la televisión, en los períodicos, en decenas de blogs y páginas web de Rumanía hay personas que lamentan la pérdida de una costumbre agradable y útil como la lectura. Por un lado nos lamentamos de la pérdida de una práctica vital y la disminución del apetito por una experiencia íntima cuyos efectos sobre la personalidad y la vida son evidentes. El número cada vez menor de lectores o compradores de libros es una realidad. Por otro lado, los amantes de la lectura se desenvuelven en el medio online como los peces en el agua. En Rumanía hay sitios especializados, incluso clubes de lectura, pero en la misma medida hay ciudades sin librerías. Sin embargo, las instituciones de perfil se niegan a ofrecer estadísticas sobre la preferencia de lectura de los rumanos que acostumbran estar al corriente de las últimas tecnologías y novedades. Las editoriales se enorgullecen con ventas impresionantes en las ferias de libro, pese a que los rumanos declaran que últimamente han comprado cada vez menos libros porque según ellos la crisis se refleja en el poder adquisitivo de la gente. La realidad es ambigua y resulta difícil sacar conclusiones incluso cuando existen cifras.
A finales del 2012, www.ivox.ro, plataforma especializada en realizar sondeos en línea, publicó un estudio titulado Cúanto, cómo y qué leen los rumanos?“, cuyo objetivo es identificar los comportamientos y las preferencias relativas a la lectura y adquisición de libros y las razones que fundamentan la lectura“. Las cifras suministradas provienen de unas 800.000 personas cuestionadas en octubre de 2012. ¿Por qué no leen los rumanos? Un 28% admite sinceramente que no le gusta leer, un 26%, especialmente mujeres, afirman que no tienen tiempo. En cambio, los hombres dicen que no tienen paciencia. Por otra parte, tan sólo un 5% opina que la vida nos enseña más cosas que los libros. Lo importante es que los amantes de la lectura mantienen esta costumbre porque, según ellos, la lectura es relajante y representa un camino hacia el desarrollo personal. Un 36% de las personas encuestadas declara leer diariamente y tan sólo un 4,8% admite que no acostumbra leer todos los días. Como bien se sabe, las mujeres leen más que los hombres. También los rumanos que superan los 55 años de edad prefieren este tipo de actividad. Dado que la mayoría de los lectores piensa que la lectura es relajante, la literatura de ficción lidera el top de las preferencias, seguida por los libros de cultura general y los de especialidad que ocupan el tercer lugar. En un mercado asfixiado por títulos motivacionales y volumenes de psicología práctica, los lectores de este género no superan el 5%. A pesar de las apariencias, campos tales como los negocios y la economía no logran centrar la atención de más del 3% de las personas que leen. Tampoco la gastronomía, un arte que los rumanos han venido descubriendo últimamente, parece animar los espíritus. Tan sólo un 1,5% de los respondientes están interesados en los trabajos científicos de interés general o los diccionarios y las enciclopedias.
Estimados oyentes, el libro electrónico es una realidad cada vez más consistente en el ámbito editorial. Estamos asistiendo a la nueva revolución del mundo digital, si primero fueron los sectores de la música y del vídeo (con el cine y la televisión), ahora le toca el turno al sector editorial con la llegada del libro electrónico o digital. Un libro electrónico no es otra cosa que la versión digital de un libro de papel, de tal forma que puede visualizarse en cualquier dispositivo digital: ordenadores, teléfonos móviles, lectores de libros electrónicos, Ipad, … Menos del 6% de los participantes en el sondeo cuenta con un dispositivo electrónico para leer y casi la mitad está pensando en comprarse uno, aunque el 71% de los lectores rumanos prefiere el libro de papel. Un 26% de las personas cuestionadas están interesadas en los libros electrónicos, especialmente las personas de sexo masculino. Un aspecto positivo sería que un tercio de los entrevistados afirman que desde la aparición de los libros en formato digital han empezado a leer más. Pero, ¿cuánto leen los rumanos? La encuesta señala que un 73% lee libros al menos una vez en seis meses lo que indica que el 27% no lee nunca un libro. Un número bastante significativo declara que no logra terminar un libro. Este es el caso de los jóvenes en especial: un 17% de las personas que no han cumplido los 25 años de edad no consiguen terminar los libros empezados. En conclusión, el estudio revela que la mayoría de los rumanos encuestados lee 4 libros al año.
La mayoría de los rumanos siguen sus preocupaciones personales y se dejan guiar por opiniones expresadas en el ámbito online al elegir un libro, mientras que un tercio pregunta a sus amigos o deciden solos. Las recomendaciones de los libreros cuentan poco porque la mayoría de los lectores parece tener una personalidad bien definida. Pero, evidentemente hay gente que lee lo que encuentra mientras que los jóvenes prefieren prestar que comprar. En una sociedad tradicionalista, en la que los rumanos están al corriente de los cambios generados por el desarrollo de la teconología, el principal lugar de donde se adquiere libros sigue siendo la librería, seguida por las librerías en línea, los hipermercados, las tiendas de libros viejos o las tiendas virtuales de las editoriales que siempre ofrecen descuentos, promociones, regalos, etc. Cabe mencionar también que muchos jóvenes rumanos acostumbran comprarse libros a través de internet. Las estadísticas también revelan que a los rumanos les gusta leer en la cama, pero también al aire libre, delante del ordenador o en baño y menos en las bibliotecas o las cafeterías. Por supuesto que las mujeres prefieren leer al aire libre mientras que los hombres prefieren leer en el ordenador o en baño. En definitiva, creo que el lugar no cuenta mucho sino más bien el contexto porque la lectura está contruida de detalles.