¿Cuánto alcohol consumen los rumanos?
Todos sabemos que el consumo de alcohol perjudica nuestro desarrollo cerebral y puede ocasionarnos problemas de memoria y de aprendizaje provocados por el etanol que contienen todas las bebidas alcohólicas.
Brigitta Pana, 12.11.2013, 12:39
Todos sabemos que el consumo de alcohol perjudica nuestro desarrollo cerebral y puede ocasionarnos problemas de memoria y de aprendizaje provocados por el etanol que contienen todas las bebidas alcohólicas. El consumo de bebidas alcohólicas por adolescentes y casi niños o niñas, ha aumentado considerablemente y esto se refleja en las estadísticas, que nos revelan que los accidentes son las primeras causas de muerte en jóvenes entre los 10 y los 19 años de edad. Pero, hay grandes diferencias entre las estadísticas nacionales y las proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud en cuanto al consumo del alcohol en Rumanía. Por eso, la Asociación Rumana para la Promoción de la Salud ha iniciado el primer “Estudio sobre el impacto económico del consumo del alcohol en el sistema de sanidad de Rumanía” para obtener datos concretos sobre este vicio y sus costos.
Dicho estudio empezó el pasado mes de mayo y finalizó el pasado mes de octubre. El objetivo del proyecto es apoyar al Ministerio de Sanidad para iniciar un programa que aumente el grado de concientización de las posibles enfermedades causadas por el consumo excesivo del alcohol y el tratamiento asociado. Rumanía forma parte de una zona geográfica en la que el consumo del alcohol manifiesta una leve tendencia de crecimiento. Cabe destacar que el consumo del alcohol en Rumanía está calificado por la Organización Mundial de la Salud de “estable“, pero como les acabo de decir hay algunas diferencias entre los datos nacionales y los proporcionados por la Organización Mundial de la Salud.
La población no conoce todos los efectos del consumo excesivo del alcohol, por esto este estudio es sumamente importante para todo el sistema médico rumano, explica Florentina Furtunescu, doctora y coordinadora científica del estudio. Las estadísticas disponibles en el presente indican que el consumo del alcohol por habitante en Rumania es de 13 litros de alcohol puro al año. Esto significa que en 12 meses un rumano puede beber 177 botellas de vino, una botella cada dos días o 330 vasos de licor o 534 cañas de cerveza. Con semejante consumo, no debe extrañarnos que tengamos 69 mil enfermos al año tratados en hospitales. Obviamente todo esto cuesta. Por ejemplo, en 2012, la Casa Nacional de Seguros Sociales pagó 25 millones de euros por las personas ingresadas a causa de las enfermedades causadas por el consumo excesivo del alcohol. Con los 25 millones de euros podríamos pagar el tratamiento de los enfermos de cáncer por un año. Al mismo tiempo, cabe mencionar que esta suma representa el presupuesto anual de un hospital de urgencia de la capital. Las estadísticas también revelan que más de 15 mil rumanos mueren anualmente a causa del consumo del alcohol y 3500 son mujeres. Lo grave es que cada vez más jóvenes caen víctimas a este vicio. Más del 47% de los adolescentes rumanos admiten haber bebido por lo menos dos veces en la vida.
El cóctel de alcohol y medicamentos vuelve a ser una de las preferencias de los jóvenes, según advierten los psiquiatras. Los especialistas afirman que esta combinación tóxica de bebidas y pastillas puede crear una adicción igual de peligrosa que la a las drogas. La situación es muy grave porque desafortunadamente estas pastillas se pueden comprar de cualquier farmacia. «Ha subido el número de los jóvenes consumidores de alcohol en combinación con la benzodiacepina o los ansiolíticos. Estos medicamentos no los venden los comerciantes, se encuentran en las farmacias, esta es la parte más grave” declara la doctora Cristina Hudita, directora del hospital Sf. Stelian donde se tratan los pacientes con problemas de adicciones tóxicas. Esta combinación peligrosa es una de las preferidas por los jóvenes tras haberse cerrado varias tiendas que vendían etnobotánicas. Estamos hablando de combinaciones peligrosas para el organismo que pueden afectar seriamente el cerebro. Aunque no hay estudios específicos, los psiquiatras dicen que también existe una predisposición genética que puede llevar a la adicción. “El tratamiento de cualquier adicción requiere tiempo y es muy costoso. El número de los consumidores de plantas etnobotánicas hospitalizados ha reducido a la mitad en 2013, pero ha subido el número de personas que consumen heroína y alcohol en combinación con el diazepam”, advierten los especialistas.
Los diversos estudios realizados en estos últimos años indican que, efectivamente, los jóvenes beben de un modo diferente al que los hacían sus padres, y que esta forma de beber preocupa por su falta de autocontrol. La edad de inicio en el hábito de beber socialmente ha ido bajando hasta situarse en los 12-13 años, según afirman los médicos. Estos mismos estudios indican que la cantidad promedio de alcohol consumida semanalmente por nuestros jóvenes está cercana a los límites que se consideran peligrosos para la salud. Este consumo se centra casi exclusivamente en los fines de semana y se hace de una manera compulsiva, muy rápidamente. Ellos mismos, en sus reflexiones, muestran su desorientación ante la falta de regulación familiar y social que perciben, en la ausencia de referencias externas que les permitan establecer sus propios límites en su conducta personal. Para que nos hagamos una idea, si bebemos más de 280 gramos de alcohol a la semana, ya estamos en situación de riesgo para padecer problemas físicos y dependencia; esta cantidad equivale a treinta cañas de cerveza, tres botellas de vino o una botella de licor.
La Noche Europea sin Accidentes es una iniciativa que cuenta con la participación voluntaria de discotecas de toda Europa. Dicho evento cuenta con el apoyo de la Comisión Europea y desde hace 10 años viene desarrollándose el tercer sábado del mes de octubre de cada año. En el evento de este año han participado 16 países entre los cuales también Rumanía. Es un buen momento de reflexión sobre la incompatibilidad que existe entre el consumo de alcohol y drogas y la conducción. Así que, a la entrada de las discotecas los voluntarios, de edades comprendidas entre 17 y 29 años, han animado a cada grupo a que elija un «conductor designado», que se compromete a estar sobrio cuando se siente al volante de su vehículo. Los voluntarios han pedido a las discotecas participantes que usen un brazalete reconocible. Cuando los «conductores designados» han salido de la discoteca se les ha dado la oportunidad de someterse a una prueba de alcoholemia para comprobar si han cumplido con su compromiso. Cabe subrayar que en 2009, 120.000 personas perdieron sus vidas en tragedias ruteras en Europa. En Rumanía las estadísticas de la Policía indican que el año pasado 2.042 personas murieron en accidentes de tráfico y otras 8.860 resultaron gravemente heridas