La primera exposición a gran escala dedicada a Brâncuşi en Rumanía
Constantin Brâncuși fue un escultor rumano, considerado simbólicamente «el padre de la escultura moderna».
Eugen Cojocariu, 28.10.2023, 08:54
A finales de 2023 y principios de 2024 tiene lugar en Timișoara (oeste de Rumanía), en el marco del programa «Timișoara 2023: Capital Europea de la Cultura», la exposición más importante dedicada a Constantin Brâncuşi en Rumanía y Europa del Este en los últimos 50 años: «Brâncuşi: fuentes rumanas y perspectivas universales».
Constantin Brâncuși (1876-1957) fue un escultor rumano con importantes contribuciones a la renovación del lenguaje y la visión plástica en la escultura contemporánea universal, considerado simbólicamente «el padre de la escultura moderna». Brâncuşi comenzó su carrera artística en Rumanía; luego, a partir de 1903, la continuó en París, realizando sus obras de madurez en Francia.
A principios de septiembre se celebró una rueda de prensa en Bucarest, en la sede del Banco Nacional de Rumanía, en la que se presentaron al público los detalles de esta exposición en Timișoara.
Hablamos con Ovidiu Şandor, presidente de la Fundación Art Encounters, comisario de la exposición dedicada a Brâncuşi, sobre lo que ésta representa para los visitantes:
«Creo que esta exposición es importante desde varios puntos de vista. Es la primera exposición de Brâncuşi en 50 años en Rumanía. Creo que este regreso simbólico de Brâncuşi a su país natal es de alguna manera importante, incluso en el contexto de lo que sucede a nuestro alrededor, en momentos complicados como los que estamos atravesando ahora, volver a nuestros puntos fijos, de los rumanos, de la cultura rumana, como lo es Brâncuşi, creo que es importante. Es una exposición única en una generación. Es una oportunidad para que el mundo vea a Brâncuși en su juventud, pero también sus obras de madurez, las obras que lo hicieron famoso. Una presentación especial, en un discurso curatorial concebido por Doina Lemny, que presenta de manera equilibrada tanto todas esas influencias rumanas con las que Brâncuşi parte a París, pero también ese proceso de transformación y refinamiento, que lleva las obras de Brâncuşi a su relevancia universal».
Ovidiu Şandor también nos habló de las obras presentes en la exposición:
«Aunque todos creamos conocer a Brâncuși, es importante que a veces veamos sus obras en vivo, para sumergirnos en este universo Brâncuşi, que propone la exposición con sus más de 100 obras, para ver sus diversas actividades: escultura, fotografía, dibujo, presentadas tanto en relación con Rumanía y con lo que conecta a Brâncuși con su país natal, como también con esta relevancia en el arte universal que Brâncuşi alcanzó (…). Traeremos un importante conjunto de esculturas. Hay más de 20 esculturas. Tanto algunas de sus esculturas icónicas «Pájaro fantástico», «Pájaro en el espacio», «Señorita Pogany», «El beso», etc., como también esculturas menos conocidas, como “El poste fronterizoʺ, obra realizada por Brâncuși en 1945, cuando Rumanía pierde Besarabia, pero al mismo tiempo, quizás algunos componentes menos conocidos de su obra, como la parte fotográfica, sin duda, el dibujo importante para cualquier escultor, documentos que muestran cómo se mantuvo en contacto con determinadas personas del país. Película, película realizada por Brâncuși, película realizada por otros artistas importantes, en la que aparece Brâncuși. Por lo tanto, es una presentación, aunque no necesariamente pretende ser una retrospectiva, es una exposición que sintéticamente logra presentar la complejidad de su obra y los diversos proyectos que tuvo como artista y, por supuesto, más allá de su arte, también trasciende, obviamente, la persona Brâncuşi. Y más allá de la exposición, se está preparando un catálogo importante, una publicación muy seria, también coordinada por Doina Lemny, con 16 nuevas contribuciones sobre Brâncuşi y quizás también sea importante mencionar la primera exposición de Brâncuşi, en la que Brâncuşi se sitúa en el contexto rumano».
Doina Lemny, curadora de la exposición y una de las más importantes expertas internacionales en el arte de Constantin Brâncuşi, declaró:
«Es un regreso simbólico de Brâncuși a su país natal, que nunca abandonó en su mente. Brâncuşi permaneció apegado a su país, pero se desarrolló en Francia. Si intentamos juzgarlo, por qué dejó el taller, la vieja historia, por qué dejó el taller a Francia, es porque allí creó durante cincuenta años todas las obras maestras. Pero él sabía muy bien, era consciente de que sus primeras obras estaban en Rumanía, es decir, las que se encuentran en el Museo de Craiova y en el Museo Nacional de Arte de Bucarest».
Doina Lemny nos explicó la procedencia de las obras de la exposición «Brâncuşi: fuentes rumanas y perspectivas universales»:
«Los dos museos, nos limitamos a sólo dos museos, dos museos y la Fundación de Venecia, ya que el espacio del museo de Timișoara no es muy generoso. Hay muy pocas salas, 11 salas de exposición, y las esculturas no se pueden amontonar para presentarlas todas a la vez, porque si no se ven, se matan entre sí. Así que recurrimos a dos, a la generosidad de dos grandes museos, el Tate Gallery, que nos prestó tres obras de las cuatro que tiene, y el Centro Pompidou, que posee, a través del Taller de Brâncuşi, la mayor colección de Brancuşi del mundo. No recurrimos a los museos estadounidenses por razones de espacio, como decía, y por razones de coste».
Al final de nuestra conversación, Doina Lemny nos contó qué significa el artista Brâncuşi en su concepción:
«Brâncuşi significa un hombre al que debo interrogar constantemente, porque guarda su misterio. Cuanto más avanzo, más me hago preguntas sobre este hombre que supo analizar cada momento de la vida y cómo reproducirlo, porque reprodujo en las formas, pero no reprodujo el ser, no reprodujo una idea y no reprodujo un personaje. Para mí, Brâncuşi sigue siendo un misterio y no, tal vez ni siquiera tenga esa tendencia a penetrar plenamente su misterio. De hecho, él mismo decía: “No pregunten a los creadores, no hay que revelarlo, no hay que levantar el velo por completo.»»
Autores: Eugen Cojocariu, Ion Puican