«El junco es hormigón»
România Internațional, 25.08.2017, 14:08
El Delta del Danubio es la más extensa reserva natural de Europa. En 1991 fue reconocida internacionalmente y después fue incluida en el Patrimonio Natural Mundial. Es una región turística muy bella que además es de interés para los científicos. La Reserva de la Bioesfera del Delta del Danubio ocupa el quinto lugar entre las zonas húmedas del planeta, y el segundo lugar en Europa. Es también la tercera en el mundo en importancia ecológica.
El Delta del Danubio es una zona de interés, gracias a su rica vegetación y fauna, así como a las características que la hacen única en el mundo. El junco cubre grandes superficies del Delta – casi un 78% del área total. Debido a sus características, el junco es un material ideal para las construcciones, muy apreciado en la arquitectura moderna. Las casas de vacaciones construidas de junco mostraron que esta materia prima no está caducada, sino que es una tecnología orientada hacia el futuro que además respeta el medio ambiente. Loredana Pană, coordinadotra de proyecto de la Asociación Letea en la UNESCO, ha señalado al respecto:
Nosotros estamos a favor del uso del junco como materia prima para las construcciones. Se puede usar para los tejados o para realizar los aislamientos térmicos. Los tejados de junco duran hasta cien años. Por eso se utiliza mucho en Gran Bretaña.
Desgraciadamente, la técnica de la construcción de los tejados con junco se está perdiendo. Solo en la población de Letea del Delta del Danubio aún se conservan casas cubiertas de junco, construidas según las tradiciones locales. Los métodos de construcción que utilizan el junco podrían ser introducidos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en los próximos años, en un intento de rescatar la tradición que todavía se mantiene en los pueblos aislados del Delta. Para conservar estas técnicas, la Asociación Letea en la UNESCO, en colaboración con el Centro de Políticas Duraderas Ecopolis y con el Centro de Recursos para la Participación Pública ha lanzado hace poco la campaña de información titulada El junco es hormigón, que está incluida en el proyecto del mismo nombre destinado a promocionar el paisaje rural del Delta. De nuevo ante nuestros micrófonos, Loredana Pană:
“A través de este proyecto queremos mostrar que los tejados de junco del Delta del Danubio son únicos. Es verdad que el junco se usa para hacer tejados también en Hungría y en Reino Unido, así como en otras partes de Europa, pero los métodos de construcción empleados aquí, en Rumanía, son únicos. Son técnicas tradicionales, los artesanos usan herramientas tradicionales que ellos mismos crearon, pero que corren el riesgo de desaparecer. En Letea, por ejemplo, hoy por hoy queda un solo artesano. Queremos también llamar la atención del público sobre el paisaje tradicional rural, que desgraciadamente, está desapareciendo en Rumanía, a través de varios programas que conserven las aldeas auténticas. Esto es lo que pretendemos hacer a través de este proyecto, queremos promocionar el patrimonio cultural del Delta del Danubio con el fin de impulsar el turismo cultural.
Cerca de la aldea de pescadores de Letea se encuentra el bosque de Letea – el bosque subtropical de robles situado más al norte de Europa. Los turistas que visitan esta zona pueden hospedarse en las haciendas tradicionales, en pensiones turísticas que usan el junco como materia prima, según declaran los iniciadores del proyecto. Escuchemos de nuevo a Loredana Pană:
“Para la UNESCO, estamos elaborando un estudio sobre las técnicas de construcción y los métodos tradicionales de realizar tejados. Por eso, es importante identificar a todos los artesanos para mostrar que este oficio todavía está vivo y que sigue usándose. Pero, eso será bastante difícil. Solo hemos identificado hasta ahora a dos artesanos que nos dijeron que en total son seis.
El proyecto goza del apoyo de todas las autoridades locales y centrales de la zona. Sin embargo, la puesta en práctica de dicho proyecto es más difícil porque, según afirman los representantes de la Asociación Letea en la UNESCO, la protección del paisaje rural tradicional del Delta del Danubio no parece ser una prioridad. Lo importante es que los habitantes de la zona entiendan que la tradición local debe perdurar, sobre todo porque acuden ahí miles de turistas cada verano.