Voluntarios salvan los bosques
Los bosques, fuentes de aire puro, biodiversidad, puestos de trabajo, alimentos y materias primas para varias industrias, ocupan en el presente solamente un 27% del territorio de Rumanía, más exactamente 6,4 millones de hectáreas.
Christine Leșcu, 09.05.2014, 13:58
Los bosques, fuentes de aire puro, biodiversidad, puestos de trabajo, alimentos y materias primas para varias industrias, ocupan en el presente solamente un 27% del territorio de Rumanía, más exactamente 6,4 millones de hectáreas. El estado es propietario de la mitad de ellas a través de la Administración Nacional de los Bosques de Rumanía, mientras que el resto son de propiedad privada.
Desgraciadamente, en la zona privada, las restricciones con respecto a la explotación no se aplican correctamente. Alin Ușeriu-Uhlman, presidente de la asociación no gubernamental Tășuleasa Social, considera que la deforestación ha alcanzado un récord indeseable en los últimos años:
“Si tenemos en cuenta los últimos 25 años, creo que en toda la historia de Rumania no ha habido abusos tan grandes contra los bosques. Nuestra asociación desarrolla su actividad en medio de los montes Cárpatos, pero a causa de la inexistencia de un programa coherente para las 850.000 explotaciones de montaña, el único plan que se aplica consiste en saquear los bosques y en esto participa mucha gente, incluso con ayuda de los guardabosques, lo que empeora la situación.”
La deforestación masiva ha llamado la atención de varias organizaciones no gubernamentales que tratan de corregir la situación a través de sus medios específicos: lobby, protestas o plantación de esquejes. Además de la asociación Tășuleasa Social, World Wide Fund llama también la atención acerca de la importancia de la preservación de las selvas. Csibi Magor, director de World Wide Fund Rumanía, cree que las talas de los últimos años se pueden explicar mediante el hecho de que las leyes no son necesariamente malas pero se aplican mal.
“La legislación rumana referente a los bosques y los principios en los que se basa el actual Código Forestal son buenos. Precisamente por ello todavía tenemos bosques naturales con una gran diversidad de la fauna y flora. El hecho de que este Código no se aplique o de aplique de manera deficiente es otro asunto. Y no basta con referirnos solo al Ministerio de los Bosques, sino que también tenemos que apuntar hacia el Ministerio de Justicia. Mientras que un 95% de los casos abiertos de infracciones forestales no se resuelvan, será muy difícil hablar de lucha contra la corrupción en este área de actividad.”
Otro problema legislativo atañe al hecho de que en Rumanía las oportunidades ofrecidas por la UE no se valoran suficientemente. Por ejemplo, mediante la Política Agrícola Común. Más exactamente, a través del Fondo Europeo para el Desarrollo Rural, la UE pone a disposición de los estados miembros financiación para los proyectos de repoblación forestal, preservación de los ecosistemas y desarrollo de las comunidades rurales de las zonas de bosque. Csibi Magor:
“A nivel de la UE existen fondos destinados a los bosques, pero esto no significa que también en Rumanía haya también semejantes fondos. Desde mi punto de vista negociamos mal antes de la adhesión del año 2007, porque no incluimos en el fondo de desarrollo rural el capítulo destinado a los bosques. Además, estábamos a punto de cometer el mismo error para el período presupuestario 2014-2020 y de pasarnos otros siete años sin los fondos necesarios para los bosques. Afortunadamente, en Bucarest hubo una protesta de los propietarios de bosques a la cual nos sumamos también nosotros y el Ministerio de Agricultura nos prometió que incluiría los bosques en el Plan de Desarrollo Rural.”
Las protestas cívicas y la implicación social pueden representar una solución, al menos hasta la implicación más decidida de las autoridades. La asociación Tășuleasa Social, creada en 2001, se basa en la actividad de los voluntarios y gracias a ellos a los largo de los años se han plantado decenas de miles de esquejes, especialmente en Transilvania y las zonas limítrofes de la capital.
“El voluntariado es una acción mal percibida en Rumanía y, de todas maneras, no se puede explicar, sino sentir. Además, hacer algo para tu prójimo significa en primer lugar cumplir con tu deber humano”, cree Ușeriu-Ulhman, que gracias a su poder de convicción ha logrado movilizar para cada repoblación a miles de voluntarios. A continuación, Alin Ușeriu-Uhlman nos explica cuánto mide la superficie repoblada de bosques y si el número de esquejes es suficiente.
“No es suficiente. Contamos con 115 hectáreas planteadas en las que participaron más de 5.000 jóvenes. Desgraciadamente, otras 115 hectáreas de bosques se talan cada día en Rumanía y no podemos quedarnos de brazos cruzados. La repoblación es nuestra forma de luchar. Los bosques de Rumanía son un bien europeo, no solo un bien de Rumanía. Por ello digo que la madera no es solo propiedad de los que la explotan sino de todos los demás. Si la naturaleza logra corregir las cosas con respecto a nosotros los ciudadanos, no sé qué haremos. Nosotros hemos dado el primer paso, pero les incumbe a las autoridades implicarse más.”
La implicación social es vital y se tiene que continuar, especialmente ahora que se está negociando un nuevo Código Forestal en el Parlamento de Rumania. Csibi Magor, director de World Wide Fund Rumanía, nos ofrece más detalles:
“La implicación social puede marcar la diferencia. El Código Forestal, en su primera versión, suponía una apertura total a los requisitos del mercado en lo que atañe a las talas. Intervinimos de inmediato y rogamos a los simpatizantes de World Wide Fund Rumanía que enviaran SMS a los parlamentarios y les explicaran que aquel no era el porvenir que los ciudadanos deseaban para su país. ¿Qué ocurrió? Al día siguiente, 9 diputados retiraron su firma del proyecto de ley. Después, durante reiteradas campañas, cuatro versiones del Código Forestal fueron remitidas a la comisión parlamentaria y en el presente tenemos un código redactado en base a la consulta con la sociedad civil que está bloqueado en el Parlamento. Hay que presionar continuamente.”
En consecuencia, la implicación cívica y el voluntariado son dos modalidades de corregir las situaciones negativas no solo en lo que atañe a la deforestación sino también con respecto a otros problemas sociales.