Via Transilvanica y la identidad rumana
Para la ONG rumana Tășuleasa Social, la preocupación por el medio ambiente, la cultura y la implicación social van siempre de la mano. Alin Ușeriu, su presidente, cuenta cómo ha surgido la idea de crear la ruta Via Transilvanica
Roxana Vasile, 26.10.2022, 16:07
Para la organización no gubernamental (ONG) rumana Tășuleasa Social, la preocupación por el medio ambiente y la cultura, por un lado, y la implicación social, por otro lado, van siempre de la mano. Por eso, desde que se creó, hace más de 20 años, esta ONG cuya sede está en lo alto de la montaña, en la Cañada de Tihuța, de los Cárpatos Orientales, se ha centrado en programas de voluntariado encaminados a preservar la naturaleza o a promover la riqueza y la diversidad cultural de Rumanía.
Tășuleasa Social ha ayudado a los jóvenes a entender que el voluntariado es normal, que las mentalidades se pueden cambiar mediante la educación o que el espíritu cívico es importante para la comunidad. Las acciones que han hecho que esta organización sea conocida han sido las forestaciones, en un país en el que las deforestaciones se han llevado a cabo, a menudo, de manera caótica, menospreciando la ley. Los jóvenes han aprendido a plantar plantones, así como cuál es el papel de los árboles y del bosque, pero también por qué es necesario que las cuencas de los ríos permanezcan limpias o cuáles son las soluciones para la recogida selectiva de residuos. Del abanico de actividades de esta ONG tampoco han faltado los actos sociales destinados a apoyar comunidades rurales precarias.
El broche de oro de las acciones organizadas por Tășuleasa Social es su proyecto más reciente, que, además, es el de mayor envergadura: la Via Transilvanica, un circuito que sólo se puede recorrer a paso, en bicicleta o a caballo. La ruta comienza en la región de Bucovina, situada en el nordeste pintoresco de Rumanía, atraviesa el país en dirección transversal, pasando por Transilvania, y termina en el sudoeste, en las riberas del Danubio, en la ciudad de Drobeta Turnu-Severin. Resumiendo, la Via Transilvanica es una ruta atrevida, de 1.400 kilómetros marcados con guardacantones y paneles, una ruta que, según sus organizadores, hará que aquéllos que la recorran descubran o vuelvan a descubrir Rumanía tal como es de verdad.
Invitado a Radio Rumanía, Alin Ușeriu, el presidente de la ONG Tășuleasa Social, ha contado cómo ha surgido la idea de crear la ruta Via Transilvanica:
«Tășuleasa Social» es un nombre que incluye la palabra «social» y nosotros intentamos muchísimo encontrar una solución para vitalizar las aldeas que estaban al borde del abandono. ¡Ésta fue nuestra idea al principio! Luego, cuando propusimos esto y empezamos a darnos cuenta de que teníamos un proyecto tan bueno, miramos y vimos que se había multiplicado por cien el número de personas que recorrían rutas largas. El Sendero de la Cresta del Pacífico, el Sendero de los Apalaches, el Camino de Santiago… Este tipo de turismo es una gran fiesta, que ahora Rumanía puede atender, es la fiesta del turismo sostenible, que representa una tendencia sumamente interesante y sana, desde mi punto de vista. ¡Y Rumanía es un país que está preparadísimo para ello! Su patrimonio rural, su patrimonio natural están increíblemente preparados y pueden competir con cualquier otro país del mundo, sin esforzarnos por hacer algo que no sabemos hacer. Creo que, en la actualidad, tenemos una infraestructura nacional de 1.400 kilómetros, que puede ser un proyecto de referencia, sobre todo en Europa Oriental. Y quizás, si todo va bien y no se queda exclusivamente a costa de los hermanos Ușeriu, llegue a ser una de las rutas importantes a nivel mundial.
A lo largo de cuatro años y medio, Alin Ușeriu y su hermano, Tibi, corredor de resistencia y ultramaratonista, han contado con el apoyo de más de 10.000 voluntarios en su gran aventura llamada Via Transilvanica. La agencia francesa de noticias, AFP, señalaba recientemente que, surgida como por arte de magia, esta ruta les devuelve la vida a las aldeas rumanas despobladas, siendo una iniciativa sin precedentes en la Rumanía de la Europa del Este que, a pesar de su importante crecimiento económico, sigue afrontando un éxodo masivo de las generaciones jóvenes y el vacío que éstas dejan atrás, especialmente en las zonas rurales con paisajes espectaculares. Pero, esos mismos jóvenes de Rumanía – añadimos nosotros -, son los que, ofreciéndose como voluntarios, se han dedicado ahora a revitalizar este espacio rural tan especial.
Escuchemos, de nuevo, a Alin Ușeriu:
Llevamos 22 años en activo, contamos con muchísimos voluntarios, porque la sociedad ya siente atracción por esta forma de manifestarse, este modo de vivir, y «Tășuleasa Social», al trabajar constantemente en tantos campos de actividad y al hacer las cosas lo mejor que hemos podido, por supuesto que se ha ganado muchísimos adeptos y fans, debido a los cuales a nosotros ya no nos da miedo en absoluto proponer proyecto alguno. O sea yo pienso que nuestra forma de vivir, nuestro modo de trabajar nos han traído, probablemente, más de 150.000 personas que han participado en nuestras acciones. Eso sí, contamos con un quid de varios centenares de voluntarios, que están preparados para ir a donde sea con nosotros y a hacer las cosas bien.
Cuando empiezas a recorrer Rumanía a paso, Via Transilvanica incluida, en un lugar se hornea pan, en otro una casa deteriorada puede ser utilizada con otro fin, un objeto de patrimonio puede ser rescatado o un árbol puede ser cortado legalmente y de manera sostenible… afirma Alin Ușeriu, que admite, sin embargo, que aún queda mucho por hacer hasta que Rumanía forme parte de una vez por todas del mapa mundial de las aldeas con circuitos de larga distancia.
Alin Ușeriu: Nosotros celebramos la finalización de la ruta en más de una ocasión, en plan interno, dentro de nuestro equipo, y luego caímos en que, en realidad, ése no era más que el inicio, y cambiamos por completo la manera de comunicar. Por lo tanto, en los próximos años, nosotros iremos por este sendero – la parte relativa a la calidad, a la seguridad, al mantenimiento. La promoción interna, internacional es muy, muy importante. Debemos dar este paso juntos, recorrer este sendero, a ver de qué se trata, quizás debamos crear esta nueva forma de turismo, de turismo activo, que tiene un potencial enorme en Rumanía. Es decir nos queda este proyecto pendiente, pero no se preocupen, tenemos muchísimas ideas nuevas para más proyectos. Nosotros siempre hemos intentado estar un paso por delante de todas las demás organizaciones y lo hemos conseguido, hasta ahora.
Los caminantes pueden recorrer la Via Transilvanica en su totalidad, en varias semanas, o sólo parcialmente, en función del aguante y del deseo que tengan. Y no sería de extrañar que para mucha gente, rumanos incluidos, ésta fuera una ruta iniciática por la naturaleza, la cultura, la historia, las etnias, las tradiciones y la gastronomía de Rumanía, en resumidas cuentas, por la identidad del país.
Traducción al español: Gabriela Ristea