Sostenibilidad ecológica premiada en Bucarest
Las 12 en punto. Si no es ahora, no lo haremos nunca. Si no somos nosotros, no lo hará nadie.
Christine Leșcu, 23.02.2022, 18:26
Las 12 en punto. Si no es ahora, no lo haremos nunca. Si no somos nosotros, no lo hará nadie. Este es el lema imperativo de la primera edición de la Gala Green Report, celebrada a principios de este año. La tónica definitiva la da la emergencia climática y los problemas ecológicos de los que todos somos conscientes, problemas que la publicación online Green Report viene denunciando desde hace 15 años, desde su creación. Pero no solo se encuentran problemas en sus páginas virtuales, sino también soluciones, la mayoría de las cuales las encuentran las organizaciones ambientalistas, pero también las iniciativas empresariales. De hecho, los premios Green Report, otorgados durante la reciente gala, señalan exactamente cómo los problemas ambientales también comienzan a abordarse a través de proyectos económicos y sostenibles en Rumanía. Los proyectos ganadores pertenecen a asociaciones no gubernamentales, al entorno empresarial y a las autoridades locales, y Raluca Fișer, presidenta de la Asociación Green Revolution, iniciadora del Green Report, nos habla sobre los criterios de nominación.
“Hemos logrado dar 12 premios porque había 12 categorías, pero en la categoría de economía circular ha habido dos ganadores, uno del área de empresas y otro del área de sociedad civil, es decir, una ONG con muy buenos proyectos de economía circular. Así, se han entregado 12 premios; se presentaron a concurso 94 proyectos y participaron 54 empresas o asociaciones. Para una primera edición, estamos extremadamente felices y satisfechos con la calidad de los proyectos y la diversidad de quienes los presentaron. Y creemos que es una muy buena señal del mercado, de que el mundo ha comenzado a comprender que el desarrollo sostenible es una parte integral de cualquier plan de negocios y del pensamiento estratégico de propuestas de mercado.
La Gala Green Report también destaca la evolución de la ecología rumana en los 15 años de existencia de esta publicación en línea. Raluca Fișer.
“El tema de la protección del medio ambiente ha salido del ámbito del activismo de las ONG y se ha convertido en una emergencia global que dicta la agenda europea y mundial. Queremos mostrar que la economía circular y el desarrollo sostenible son una parte integral del entorno empresarial. La ecología no significa que la gente coma solo lechuga y camine por el bosque. Es simplemente una cuestión de tecnología y eficiencia en el uso de nuestros limitados recursos. Creemos firmemente que el desarrollo sostenible debe estar integrado en cualquier negocio porque ofrece una gran cantidad de ventajas competitivas, de posicionamiento, de reputación. Y, en primer lugar, tú, como gerente de una empresa, debes tener esta responsabilidad hacia la comunidad en la que operas. La participación en la comunidad, de una forma u otra, y la preocupación por el medio ambiente se vuelven tan importantes que, si no se tienen en cuenta, pueden llevar a una compañía a la bancarrota.
La estrella de la Gala Green Report ha sido la organización “Talleres sin Fronteras, con dos premios y una nominación. Los premios se entregaron a las categorías Excelencia en Economía Circular para la plataforma EduClick y Excelencia en Agroalimentación para la granja social bio&co. Lorita Constantinescu, directora de los programas de Talleres sin Fronteras, nos habla ahora de los proyectos ganadores.
“Hemos ganado la categoría de economía circular con nuestro proyecto EduClick. A través de este proyecto, recolectamos desechos eléctricos y electrónicos y reacondicionamos ordenadores. Los volvemos a poner en funcionamiento y los donamos a escuelas en áreas menos desarrolladas que no tienen acceso a fondos para equipar un laboratorio de informática. Desde el comienzo de la pandemia, los ordenadores han llegado a las escuelas y las escuelas se los han dado a los niños que no tenían un ordenador en casa para que pudieran continuar con la educación en línea. De hecho, en Talleres Sin Fronteras el componente social es el más importante para nosotros. Esta es nuestra misión social, es decir, reintegrar al mercado laboral a las personas vulnerables. Básicamente, nos instalamos en 2008 y EduClick fue el primer taller que se montó. Todo lo que hicimos fue crear las condiciones para la reintegración de estas personas. Los contratamos con un permiso de trabajo nuestro, en talleres y, durante los dos años que están aquí, participan en un programa de apoyo socioprofesional a través del cual aprenden las destrezas de un trabajo. Al final, los apoyamos para encontrar un lugar en el mercado laboral.
Además, este no es el único proyecto a través del cual la organización Talleres sin Fronteras ha demostrado que la ecología va de la mano con la filantropía y el apoyo social. Para la categoría Excelencia en Innovación Ambiental, la organización ha sido nominada con el taller Remesh, donde se recuperan carteles de plástico y se transforman en accesorios como bolsos y carteras. Como en el caso del proyecto EduClick, en este taller se emplean trabajadores que se encuentran en situaciones desfavorecidas. El otro proyecto premiado es bio&co, una empresa social que tiene ramificaciones ecológicas, similar al otro proyecto con el que se premió a Talleres Sin Fronteras. Lorita Constantinescu.
“Este es el tercer taller de la asociación, una granja social, donde cultivamos hortalizas y las vendemos en cadenas de distribución cortas. Hace unos años queríamos apoyar a personas vulnerables a integrarse al mercado laboral también en las zonas rurales. Si los primeros dos talleres, EduClick y Remash, estaban en Bucarest, queríamos hacer algo también para las personas de las áreas rurales y nos fuimos no muy lejos de la capital para que fuera más fácil el acceso. Se trata del pueblo de Ciocănari, ubicado a unos 30 kilómetros de Bucarest, donde cogimos un terreno en alquiler. Allí había una comunidad vulnerable y contratamos a gente de esa comunidad. El terreno alquilado lo reconvertimos a tierras de agricultura ecológica, obtuvimos el certificado ecológico después de casi tres años y actualmente cultivamos 80 variedades de verduras. Luego las vendemos por una cadena de distribución corta a través de un sistema de suscripción directa a los consumidores. El día de entrega de verduras, los consumidores reciben semanalmente la caja que hayan comprado.
La granja de Ciocănari tiene actualmente algo más de 90 suscriptores, pero la organización Talleres sin Fronteras espera que este modelo sea asumido y aplicado por tantas empresas como sea posible.