Rumanía, en el Informe de la Comisión Europea sobre la educación
El sistema rumano de enseñanza aún no ha cumplido los objetivos propuestos para una escuela de calidad establecidos para el año 2020.
România Internațional, 07.11.2018, 17:15
El sistema rumano de enseñanza aún no ha cumplido los objetivos propuestos para una escuela de calidad establecidos para el año 2020, según indica el Monitor de la Educación y Formación publicado por la Comisión Europea este otoño. Con un sistema educativo anticuado, en el que los alumnos no encuentran ni el placer ni la motivación para estudiar, con profesores mal pagados, con una gran diferencia entre el medio urbano y el rural, Rumanía no ha progresado mucho en los últimos años en el campo de la educación. Las asignaciones del PIB para la educación siguen estando muy por debajo del promedio europeo, un 3,7% en el 2016 frente al promedio de la UE del 4,7% del PIB. En el período 2014-2017, un 18,1% de los jóvenes de entre los 18 y 24 años de edad abandonó el colegio tras terminar el octavo grado en comparación con el promedio europeo del 10,6%. Sin embargo existe también un abandono escolar que no figura en las estadísticas: jóvenes que se matriculan en un liceo pero poco tiempo después lo abandonan.
Los especialistas en la educación declaran que estos objetivos se establecieron en los años 2008-2009 en base a la situación de aquel momento y a algunas previsiones sobre el modo en que nuestro sistema educativo podría progresar y que no todos los países partieron del mismo punto en el año en que se fijaron los objetivos.
En cuanto a la tasa de abandono escolar temprano, Ciprian Fartusnic, director del Instituto de Ciencias de la Educación, ha declarado lo siguiente:
“En el presente, no estamos contentos con este indicador ya que en el año 2009 nuestro país se propuso una tasa del 11,3%. Prácticamente, hasta el 2020 queremos alcanzar este valor. La previsión contó con un escenario moderado porque en aquel momento podíamos alcanzar este valor sin problemas, pero llegó la crisis económica, las cosas dejaron de funcionar tal y como deseábamos y en este momento nos situamos bastante lejos de este objetivo. El porcentaje de alumnos que abandonaron la escuela sin haber obtenido un título alcanza casi un 18%. En la actualidad, uno de cada cinco jóvenes de Rumanía no logra terminar el décimo grado.”
En cuanto a la enseñanza universitaria de Rumanía, el promedio de los jóvenes con estudios superiores continúa estando muy por debajo del promedio europeo, salvo algunas excepciones, según nos cuenta Ciprian Fartusnic:
“Las cosas han mejorado un poco en referencia a la tasa de participación en la enseñanza terciaria, en la universidad. También aquí hay un cierto grupo de edad que se ha tomado para el cálculo, a saber entre 30 y 34 años, que está muy cerca del objetivo que nos fijamos para el 2020. Rumanía es uno de los Estados que ha registrado un progreso significativo en este segmento en comparación con el año 2010. En este momento, la enseñanza terciaria es la única que tiene un nivel de financiación, al menos un porcentaje del presupuesto total asignado a la educación que es casi similar a la asignación realizada por otros Estados miembros de la UE. En cambio, el peso de los gastos totales de la educación en la enseñanza preescolar, primaria y secundaria es mucho más reducido y creo que el principal mensaje del Monitor es que debemos reconsiderar algunas medidas actuales e iniciar nuevos programas de apoyo en base al sistema educativo representado por estos niveles. En este momento corremos el riesgo de enfrentarnos a una polarización: niños que logran finalizar la enseñanza superior e incluso continuar sus estudios de maestría y doctorado y muchos otros niños (uno de cada cinco) que no logran finalizar la enseñanza básica.”
Aunque en Rumanía tan sólo un 45% de los alumnos obtiene el título de Bachillerato, sin embargo hay alumnos que sacan muy buenos resultados. Anualmente, miles de alumnos participan en olimpiadas nacionales e internacionales y algunos estudian en las universidades más prestigiosas del mundo. El mismo colegio produce tanto genios como analfabetos, según afirma el especialista en la educación Ciprian Fartusnic:
“Si tuviéramos un sistema educativo malo tal como afirman muchos, no existirían tantos niños que logran adaptarse muy fácilmente a otros sistemas educativos del extranjero, no registraríamos tan buenos resultados en los concursos y las olimpiadas o no existirían tantos jóvenes que estudian en universidades famosas del oeste y que ocupan cargos profesionales importantes. En cambio, nuestro principal problema es que estos niños representan sólo una parte de la historia. Hay muchísimos niños que tienen grandes dificultades a la hora de responder a las demandas del colegio y por lo tanto optan por abandonarlo. El número de niños fuera del sistema educativo, según un estudio que hemos realizados nosotros, alcanza los cientos de miles, y por eso es muy importante que en el futuro tomemos medidas para prevenir este fenómeno. Cuando un niño se acostumbra a no ir al colegio, resultará más difícil determinarlo a que regrese. El sistema escolar “Segunda oportunidad” funciona allí donde existen escuelas que tienen implementado semejante programa sólo que a nivel nacional, la distribución de los centros y colegios que ofrecen este programa es muy diferente por eso vale la pena luchar mucho por la primera oportunidad, para que cada niño encuentre un lugar que lo ayude a alcanzar su potencial, en el que se sienta seguro y protegido. La mayoría de las veces, las escuelas son una causa del abandono escolar porque no logran adaptar su oferta educacional o las estrategias didácticas a las necesidades tan distintas de los alumnos.”
El estudio europeo también indica que la tasa de empleo de los recién graduados (de entre 20-34 años de edad) en el período 2014-2017 fue del 76% frente a un promedio europeo del 80,2%. Las personas con estudios superiores representan un 87,4%, y superan el promedio de la UE del 84,9%.