Reconstituir la época de los 80
Este año en diciembre se cumple el 30 aniversario de la Revolución anticomunista de 1989, una buena oportunidad para los balances, recordatorios, conmemoraciones de víctimas y ... nostalgia.
România Internațional, 24.07.2019, 11:34
Este año en diciembre se cumple el 30 aniversario de la Revolución anticomunista de 1989, una buena oportunidad para los balances, recordatorios, conmemoraciones de víctimas y … nostalgia. Pero también es un buen momento para deshacerse de la apatía cívica, creen los representantes de la Asociación Funky Citizens. A partir del principio de que los alumnos tienen que pasar por más experiencias para hacer que el proceso educativo sea lo más memorable posible, especialmente cuando se trata de educación cívica, la Asociación Funky Citizens ha iniciado el proyecto de apartamentos de los años ochenta, titulado “80 este.
El apartamento está arreglado como en aquellos años con muebles, objetos y el ambiente de ese período. Por lo tanto, los más entrados en años que pasan el umbral de esta vivienda recuerdan aquellos tiempos, y los más jóvenes pueden ver el contraste entre los inconvenientes y la escasez de la época comunista y los derechos de hoy. En este laboratorio de educación cívica, a los alumnos del liceo se les explica el funcionamiento del sistema democrático actual para ver qué derechos y obligaciones tienen y cómo pueden participar en el proceso de toma decisiones. Inaugurado a principios de año, este apartamento arreglado al estilo de los años 80 es tanto un minimuseo de la vida cotidiana en los últimos años del comunismo como un laboratorio de educación cívica, afirma Cosmin Pojoran de la Asociación de Funky Citizens.
“En ese apartamento, los alumnos tienen una experiencia educativa interactiva. Partimos de historias cotidianas, de la vida del día a día. Es posible que hayan oído hablar en casa de Ceausescu o Dej. Pero ¿qué saben de la pequeña historia, de las historias personales? De hecho, queremos mostrar cómo influyen las decisiones tomadas por los políticos a alto nivel en la vida cotidiana de las personas. Inicialmente, nuestra intención era crear un museo, de ahí el ambiente un poco nostálgico del apartamento. Es fácil deslizarse hasta caer en la nostalgia, pero esto es solo la primera capa de significado. Los alumnos que participan en nuestro proyecto tienen entre 16 y 18 años y no pueden sentir nostalgia de aquellos tiempos. Queremos crear un puente entre generaciones, entre estos alumnos y sus padres o abuelos. Queremos que los alumnos hablen con su padres sobre el comunismo después de visitar nuestro apartamento.
La interactividad es el método principal para… enseñar en el departamento “80 este, dice Anabella Costache, otra representante de la Asocación Funky Citizens.
“Con una experiencia personal y lúdica combinada con información histórica y teórica, los alumnos interactúan con el entorno y sacan sus propias conclusiones, que no es lo que sucede en la escuela ni en las clases de educación cívica ni en las clases de historia. De hecho, iniciamos este proyecto también a partir de este hallazgo: que lo que se está estudiando en los colegios sobre el comunismo es demasiado poco para que los alumnos sientan empatía con lo que sucedió en aquella época, para que entiendan todas las injusticias y saber cómo reaccionar ante los intentos de reinstaurar aquel régimen opresivo.
Después de pasear por el apartamento y absorber el mundo de las deficiencias en la década de 1980, los alumnos deben realizar ciertas tareas para comprender mejor la diferencia entre el pasado y el presente. Andrei Bulearca, de la Asociación de Funky Citizens, ha participado en la elaboración de estas tareas.
“Les ponemos tareas que les molesten un poco y que creen algo de frustración. Por ejemplo, en la cocina, una de las tareas es encontrar algunos alimentos que eran más difíciles de encontrar en la época. Obviamente, no encontrarán esos alimentos, y al final, discutiremos las frustraciones que esto ha despertado. Es un pretexto para hablar sobre las deficiencias de ese tiempo y sobre los derechos que fueron violados, derechos de que disfrutan ahora, en la democracia. De esta manera enfatizamos la importancia de la democracia y por qué es importante para ellos tratar de involucrarse en la vida política actual.
De esta manera, se completa la información sobre el comunismo que se proporciona a los alumnos en la escuela. Por ejemplo, en el liceo solo hay un curso opcional sobre la historia del comunismo. Sin embargo, algunos de los alumnos que participaron en el proyecto “80 este ya tenían conocimientos sobre el comunismo Anabella Costache.
“Me sorprendió gratamente encontrar que muchos alumnos hablaban sobre el 17 de diciembre de 1989, un día que estamos marcando de alguna manera en nuestro proyecto al permitir que los niños escuchen un fragmento de un programa de Radio Europa Libre sobre ese día. Les pedimos que escuchen el programa de radio para escribir luego una carta codificada a un amigo imaginario de la República Federal de Alemania solicitando información sobre lo que está sucediendo exactamente en Rumania, porque en la Televisión pública, Ceausescu dice una cosa, y en Radio Europa libre nos enteramos de cosas completamente diferentes. Necesitamos escribir codificado porque las cartas eran intervenidas por la policía política de la época, la temida Securitate.
Existe la necesidad de educación e información sobre el comunismo, según resulta de muchas encuestas de opinión. Por ejemplo, en 2010, el 44% de los rumanos consideraron el comunismo una idea buena pero mal aplicada. En 2016, según un estudio sociológico, más de la mitad (un 52%) de los encuestados respondieron a la pregunta ¿Cómo crees que fue el Partido Comunista Rumano (PCR) frente a los partidos actuales?, diciendo que les parece mejor y el 18% de ellos piensa que fue peor. Más del 40% de los jóvenes también contestaron que el PCR era mejor que los partidos actuales. Andrei Bulearca, un estudiante de 21 años de la Facultad de Ciencias Políticas, tiene una explicación para los puntos de vista de la generación de la que forma parte. Andrei Bulearca
“Dado que los jóvenes no vivieron durante aquella época, que no hay un museo de historia reciente y que no se enseñan suficientes cursos en la historia del comunismo en la escuela secundaria y en los liceos no saben lo que pasó durante el comunismo. Sus respuestas favorables a la época comunista denota desconfianza en el sistema actual o en los gobiernos recientes.