Programas de educación sobre la recogida de plástico
Estudios recientes muestran que, a nivel mundial, la producción de plástico va a aumentar en un 40 % durante la próxima década.
România Internațional, 27.10.2021, 16:16
Estudios recientes muestran que, a nivel mundial, la producción de plástico va a aumentar en un 40 % durante la próxima década. Dado que el plástico es un generador de residuos altamente contaminante, se deben tomar medidas ASAP —lo antes posible—. Es por eso que ASAP —acrónimo de la expresión en inglés «as soon as possible», lo antes posible— son también las iniciales de un proyecto rumano destinado a poner en marcha una mejor recogida selectiva de residuos. El Ejército de Selección Rigurosa de Plástico ayuda este año a los ayuntamientos rumanos a educar lo mejor posible a los alumnos en el sentido de la recogida selectiva, a crear en las escuelas la infraestructura necesaria para este tipo de recogida y a controlar, junto con los trabajadores de saneamiento, la calidad de la recogida por partes. Y debido a que, en general, la lucha contra la contaminación y la vida sostenible nos influye, especialmente para el futuro, ASAP se dirige a las próximas generaciones que, de todos modos, están más abiertas a este tipo de acciones, según considera Andrei Bortun, creador del Ejército de Selección Rigurosa de Plástico.
“Hemos notado que hasta ahora ha habido bastantes campañas de comunicación y educación que generalmente dicen a los ciudadanos y, a veces, a esta audiencia más joven que es importante recolectar de manera selectiva. Pero en Rumanía, y por eso el país tiene malos resultados, no hay infraestructura para atender a quienes estarían convencidos de tener este comportamiento. Y entonces, siempre que nuestro público-meta consistiera en adolescentes y jóvenes, nos fijamos en el mapa de Rumanía y vimos que existe una red extraordinaria de escuelas e institutos rumanos. Hay casi 19 000 instituciones educativas, la mayor infraestructura de recolección posible que se puede encontrar en Rumanía. Por supuesto, sabíamos que las escuelas pertenecen a las administraciones locales o a los ayuntamientos, ya sea en grandes ciudades o en pueblos. Otra observación es que la ley obliga a las autoridades locales a recolectar selectivamente y a asegurar la infraestructura necesaria para todo lo que son instituciones estatales, por lo tanto, también para las escuelas. Entonces, desde el punto de vista legislativo, las cosas estaban y están todavía muy claras. Como resultado, ASAP está tratando de brindar a las autoridades locales toda la información necesaria —legislativa, financiera, de creación de infraestructura para la recolección— para que cada ayuntamiento proporcione a las escuelas bajo su jurisdicción la infraestructura adecuada”.
Iniciado en la primavera de este año mediante un proyecto piloto en 69 instituciones educativas del sector 6 de la capital, el programa ASAP ha conseguido recolectar en tres meses más de 450 kilogramos de plástico, más de 6000 kilogramos de papel y más de 130.000 kilogramos de residuos mixtos. Posteriormente, se han firmado asociaciones con los sectores 1, 2 y 3 de Bucarest y con las ciudades de Brasov, Constanta, Iasi, Arad, Sibiu, Targu Mures, Alba Iulia, Ploiesti y Zalau. Después de las ciudades, se trasladará a las aldeas donde hay otras recogidas selectivas pendientes y necesarias. De hecho, Rumanía ya ha sido multada por la Comisión Europea por este motivo y se verá obligada a pagar enormes multas en el próximo período. Teniendo en cuenta la envergadura de este problema, el proyecto está pensado para desarrollarse muchas veces a partir de ahora, también con objetivos colaterales, explica Andrei Bortun.
“Trabajamos con adolescentes y jóvenes. De las investigaciones se desprende que ellos tienen una gran disposición para involucrarse, especialmente si les brindas las herramientas necesarias. También sabemos por las investigaciones que existe una posibilidad importante de que los adolescentes que hoy están involucrados en este proyecto inicien, a su vez, una acción para educar a sus padres, familias y comunidades. Y por eso nos dirigimos a ellos y no a otro tipo de público. Lo que dicen las investigaciones se confirma en las conversaciones con ellos. Lo que se nos confirma no es solo el interés por este tema, sino que también notamos en ellos una actitud nerviosa, revolucionaria y frustrada porque las cosas no suceden más correctamente a su alrededor, no solo en lo que respecta a la recolección. Nuestro pensamiento y esperanza es que una gran parte de los que participarán en este proyecto se convertirán, de hecho, en mejores ciudadanos. Porque nos cuesta creer que, si ponen vidrio, plástico y papel en envases de diferentes colores, quedarán indiferentes a lo que implica la deforestación abusiva de los bosques o que no saldrán a votar cuando los llamen a las urnas y así sucesivamente. Por eso es importante un proyecto diseñado a más largo plazo y no unas acciones puntuales, porque tenemos la posibilidad de que algunos jóvenes quieran involucrarse en proyectos que generen cambio”.
Una de las direcciones del proyecto es el análisis de los residuos ya recogidos para ver si no están mezclados y si se respeta la división por partes, húmeda y seca. Con este propósito, ASAP ha iniciado una colaboración con Green Point Management, que implementa proyectos de responsabilidad ampliada para los productores. Cómo exactamente se ha implicado en las acciones de ASAP, lo escuchamos ahora de la mano de su director Andrei Dinescu.
“Hemos llegado a la conclusión de que una determinación de la composición de los residuos es muy bienvenida. ¿Qué significa la determinación de la composición? Es un proceso que se basa en algunas normas estándares vigentes y en realidad implica la recolección de residuos de estas escuelas y su transporte a una plataforma especialmente diseñada donde nuestros especialistas los dividen por tipos y partes. Es importante porque así hemos visto cuántos residuos reciclables se pierden en los residuos considerados municipales porque no hay recogida selectiva. No fue pequeña la sorpresa cuando nos dimos cuenta de que hasta un 40 % de esos residuos considerados municipales eran de hecho reciclables si se hubieran recogido de forma selectiva. Normalmente, habrían llegado a una fábrica y habrían vuelto convertidos en otros productos en lugar de ir al vertedero”.
Teniendo en cuenta este alto porcentaje, el 40 %, de mezcla de residuos municipales con residuos reciclables, no se puede hablar de una casualidad o de un accidente, sino de la falta de infraestructura para la selección en los bloques de apartamentos, barrios e instituciones, pero también de la falta de educación de las personas en este aspecto, continúa diciendo el director Andrei Dinescu.
“Este proceso de educación debe mantenerse durante un periodo de tiempo más largo. Pero inmediatamente después de decirle a la gente por qué deben recolectar selectivamente y cómo hacerlo, tienen que tener al alcance de su mano la infraestructura de recolección selectiva. Por todos nuestros proyectos anteriores nos hemos dado cuenta de que no existe una cosa sin la otra. Mi opinión personal es que Rumanía ha llegado al punto en el que debe dar pasos reales en esta dirección. Somos un Estado miembro de la UE y tenemos ciertas responsabilidades hacia los demás, pero ante todo hacia nosotros mismos. La educación, la concienciación y la infraestructura son obligaciones. Los municipios tienen acceso a la financiación para ello. Además, los trabajadores de saneamiento saben lo que hay que hacer. Solo hay que meterlos en la conversación y movilizarlos. Y también la población está preparada. Vemos más y más personas que nos piden explicaciones sobre esto y que también se las piden a los ayuntamientos. Creo sinceramente que un proyecto de educación y concienciación a nivel nacional es lo más útil”.
Para este proyecto de sensibilización, ASAP ha pactado una colaboración no solo con los ayuntamientos mencionados, sino también con el Ministerio de Medio Ambiente, Aguas y Bosques y con el Consejo Nacional de Estudiantes.