Profesores ante los retos de la crisis
En Rumania, ya no representa secreto alguno el hecho de que la situación de los profesores no es nada floreciente.
Christine Leșcu, 26.07.2013, 11:04
En Rumania, ya no representa secreto alguno el hecho de que la situación de los profesores no es nada floreciente. Aún más, en el sistema de enseñanza los puestos son evitados a continuación. Incluso los que han enseñado un largo período de tiempo optan por retirarse a causa de los salarios bajos y del estrés . La situación ha venido agravándose con la crisis mundial, cuando en Rumanía, a raíz de las medidas de austeridad – los ingresos de los profesores han sido recortados en un 25%. A consecuencia de todo esto, en los tres últimos años, 40.000 cuadros didácticos han abandonado el sistema educativo. Al mismo tiempo, el sondeo”La vida del joven profesor” realizado por la Federación de los Sindicatos Libres de la Educación, destaca que el éxodo continuará. Simion Hancescu, presidente de esta federación nos presenta los resultados del sondeo:
“Un porcentaje sustancial, más de un 41% de las personas entrevistadas, intenta salir del sistema de enseñanza en los próximos cinco años. Alrededor de un 30% no se han decidido con respecto a su futuro profesional.Los porcentajes son inquietantes y las razones son numerosas. Un primer motivo de descontento lo representan los salarios. El ingreso mensual neto de un joven profesor es de 800 lei, lo que apenas le asegura una vida al límite de la subsistencia. Hay muchos casos de profesores jóvenes dependientes de sus padres. Algunos de ellos trabajan en otras localidades y es escaso el número de consejos locales que les cubren los gastos de transporte. Los profesores se ven obligados a gastar la mitad de su sueldo en el transporte .
Otra categoría la representan los profesores de la enseñanza preuniversitaria que deciden abandonar sus puestos descontentos también por las irregularidades del sistema. Ana, se graduó por el Instituto Pedagógico y luego fue maestra durante cinco años. No renunció al puesto por falta de dinero, sino por los cambios que se operaron dentro del sistema de educación ya desde los años 2000.
“Se nombraban directores y vice directores de escuelas sobre criterios políticos.Surgían controversias entre la plantilla de profesores y los directores. Los cambios eran formales y las condiciones de estudio peores. Además yo nunca estuve de acuerdo con la sobrecarga curricular.
Hubo también choques de mentalidad entre ella, los demás profesores y los padres de los alumnos.
“Yo acostumbraba vestirme de pantalones lo que no era de su agrado y no quería reunuciar a las clases de deporte para dar mas clases de aritmética de lectura.”
Tras hacer malabares con dos empleos a la vez, Ana abandonó el sistema de enseñanza y optó por una carrera en la televisión.. Sus problemas financieros se han acabado y profesionalmente lamenta sólo una cosa:
“Lamento el milagro que se produce cuando 26 pares de ojitos te miran como si fueras el más importante ser del mundo.”
Otro ejemplo es Aura quien fue profesora de francés antes de la crisis. Impartía clases en dos liceos de Bucarest. Para ella la principal razón por la cual abandonó el sistema de enseñanza fue el salario muy bajo. Desde el año 2009 trabaja en una empresa de formación donde enseña el idioma francés a los jóvenes hombres de negocios.
“Sigo practicando mi profesión de profesora. Abandoné el sistema público porque no ganaba un salario decente.En el presente trabajo con gente madura y es más fácil que trabajar con los niños y los adolescentes. No lamento haber salido del sistema de enseñanza porque mi vida ha mejorado mucho. Es verdad que de vez en cuando añoro las satisfacciones que me daba el trabajo en medio de los niños que son muy afectuosos si les tratas bien y te ocupas de ellos.
Desgraciadamente, a la vez con el abandono masivo de los profesores, la educación de las generaciones venideras dejará mucho de desear, aprecia Aura:
Mientras un profesor no tenga un salario decente, nunca obtendrá buenos resultados. Tiene que haber un equilibrio entre el salario y la prestación del profesor. La falta de este equilibrio afecta la calidad de la enseñanza.”