Polución y salud
El aire nocivo de Bucarest se deja sentir a diario entre sus habitantes, sobre todo en los últimos cinco años.
Christine Leșcu, 31.07.2024, 12:30
El aire nocivo de Bucarest se deja sentir a diario entre sus habitantes, sobre todo en los últimos cinco años. Además, recientes investigaciones relacionan el aumento de la contaminación con el empeoramiento de la salud. El estudio más reciente a este respecto ha sido realizado por un equipo de 14 especialistas bajo la dirección del Instituto de Neumología Marius Nasta de la capital, un estudio centrado en la relación entre las partículas PM 2,5 y PM 10 y las hospitalizaciones de pacientes con enfermedades crónicas. En relación con la contaminación causada por las PM, pero también por sustancias tóxicas como el dióxido de nitrógeno (NO2), el Centro de Política Sostenible Ecópolis, a través de su red de sensores Aerlive, ha sacado algunas conclusiones que se presentan en el informe sobre la calidad del aire en Bucarest en 2023.
Oana Neneciu, coordinadora de la red de 44 sensores instalados en colaboración con la ciudad de Bucarest, nos habla de ellas.
Oana Neneciu:
«Las partículas en suspensión son partículas de polvo cargadas de todo tipo de sustancias que se elevan del suelo en general y permanecen en las vías respiratorias o entran directamente en nuestros pulmones. Las PM10 son partículas un poco más grandes, con un diámetro un poco mayor. Las PM 2,5 se consideran las más nocivas porque entran directamente en los pulmones. De los 266 días controlados, en 101 se registraron datos por encima del valor máximo permitido de PM 2,5. El mes con mayores datos de los analizados fue febrero. Así pues, febrero es el mes más contaminado del año. Curiosamente, el 14 de febrero, día de San Valentín, fue también el día más contaminado del año. Parece que todo el mundo va en coche a la fiesta de San Valentín. La contaminación horaria máxima se registró en un hospital infantil, el hospital Victor Gomoiu, y es de 371 microgramos por metro cúbico el mismo 14 de febrero. De los 30 centros analizados –había 30 escuelas y 14 hospitales–, 29 registraron valores superiores a la media anual de PM 2,5. Cuando se trata de contaminación por PM, las zonas más afectadas no son necesariamente las del centro de la ciudad. La contaminación por PM suele producirse en las carreteras más transitadas, por donde la gente suele ir hacia el centro de la ciudad. De los hospitales, 13 de 14 tienen una media anual superior al valor máximo permitido».
La superación de estos valores máximos permitidos de partículas se calcula tomando como referencia las directivas de la UE que Rumanía ha aceptado y los efectos nocivos para la salud humana. También hay recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el límite permisible de partículas: para las PM 2,5, a nivel anual, no deben superarse los 5 microgramos por metro cúbico al mes, y para las PM10 hay límites anuales de 15 microgramos por metro cúbico al mes. Basándose en estos valores de referencia, los autores del Estudio sobre el impacto de la contaminación en las enfermedades crónicas del Instituto Marius Nasta han investigado durante cinco años el efecto que tiene en los pacientes la superación de los límites.
Los resultados los presenta la Dra. Beatrice Mahler, directora del Instituto de Neumología:
«Comparamos las PM que controlamos con el número de ingresos y observamos 3 categorías de afecciones: respiratorias, cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Como hemos comprobado al analizar los datos, el periodo de máxima contaminación es de marzo a mayo. La contaminación empieza en septiembre y aumenta hasta noviembre. La excepción es 2020, cuando tenemos un evento atípico, pero sabemos que fue el periodo del estado de emergencia, cuando el número de admisiones disminuyó y la población se quedó en casa, pero también la industria paró. Lo que hemos obtenido de la evaluación de los datos correlacionados científicamente es que la influencia de las partículas PM 2,5 y PM 10 induce un número medio mensual de ingresos por enfermedades respiratorias entre 1963-3825. Básicamente, tenemos un aumento de 10 microgramos por metro cúbico en el valor medio mensual de PM 2,5, un aumento en el número de ingresos por enfermedades respiratorias que va de 90 a 938 ingresos. Eso significa que los enfermos acaban en el hospital cuando aumentan los niveles de contaminantes. El número de ingresos debidos al aumento de PM10 es ligeramente inferior porque estas partículas, al ser más grandes, no llegan a los alvéolos y permanecen algo en las vías respiratorias, lo que provoca exacerbaciones como bronquitis, etc».
En el caso de las enfermedades cardiovasculares, la situación es similar, con la misma correlación estadísticamente válida para el número de ingresos, concluye la Dra. Beatrice Mahler:
«El aumento de las PM 2,5 en 10 microgramos por metro cúbico al mes induce un incremento del número de ingresos por causas cardiovasculares que oscila entre 26 y 1392. Así que el impacto es mucho mayor para las enfermedades cardiovasculares. Me refiero a la hipertensión y al infarto de miocardio, es decir, a todas las afecciones tratadas por nuestros colegas cardiólogos. En cuanto a las PM10, el número de ingresos es inferior, entre 25 y 888. Diría que el ictus es nuestra sorpresa, no porque no supiéramos que existe una relación entre las enfermedades neurológicas o cerebrovasculares y las partículas. Sólo hicimos la correlación para las partículas PM 2,5, no para las PM10. Por lo tanto, hay 10 ingresos más al mes si el número de PM aumenta en 10 microgramos por metro cúbico».
Por consiguiente, las conclusiones de los especialistas son claras: cuando aumenta la concentración de PM 2,5 y PM10 en Bucarest, aumentan también los riesgos de que una persona con enfermedad pulmonar, enfermedad cardiovascular o riesgo de ictus acabe en un centro médico. Los costes económicos también son muy elevados, según este estudio de impacto: el aumento de las concentraciones de PM2,5 puede generar unos costes de hospitalización estimados entre 137 820 leus (unos 26 500 euros) y 1 436 369 leus (unos 288 000 euros)/mes.
Versión en español: Antonio Madrid