Desarrollar el espíritu cívico y de ayuda ha sido, sin lugar a dudas, uno de los objetivos de la sociedad rumana en los últimos años.
Reconocida como un territorio predilecto para conservar las costumbres populares, la zona rural rumana incluye también unas regiones con numerosos problemas económicos y sociales.
Los indigentes, muy frecuentes especialmente en la capital, son tratados por la llamada gente normal, o integrada desde el punto de vista de social, con desdén o con caridad y compasión.
En el patio del Hospital Infantil “Marie Curie de Bucarest se va a construir una clínica privada dedicada al tratamiento integrado de los niños que padecen cáncer.
Conforme con un estudio realizado en 2016 por el Instituto Nacional de Estadística, en Rumanía viven alrededor de 4,8 millones de jóvenes entre 15 y 34 años de edad.
Un mes después del comienzo del año universitario, los estudiantes organizan un gran festival, que se ha vuelto ya tradicional, y que combina la diversión con el estudio, la implicación social y la preparación para la futura profesión.
Un 65,3% de las mujeres de Rumanía, cuando son cuestionadas en relación con su estado de salud, la autoevalúan como buena o muy buena en comparación con un 74,8% de los hombres.
Si bien el acoso sexual es un concepto ya habitual para la sociedad rumana, el acoso psicológico en el trabajo apenas empieza a ser conocido
En Rumanía hay la menor tasa de graduados en educacion superior de toda la UE inclusive en el caso de los que tienen entre 30-34 años de edad
Según las estadísticas, en Rumanía, más de un 29% de los emprendedores son mujeres, dado que su número aumentó un 7% en los últimos años.
ARCEN e Interesting Times Bureau son dos asociaciones culturales que, desde hace ya algunos años, nos invitan a descubrir la capital Bucarest.
En los últimos años en Rumanía se ha hablado también sobre la capacidad de la escuela de fomentar ciertas habilidades y hábitos. Y aún más recientemente sobre su papel en el desarrollo de la inteligencia emocional.
La célebre cita latina “Mens sana in corpore sano ha adquirido en nuestra época mucha importancia y significados suplementarios casi en todo el mundo. Y Rumanía no es una excepción.