Niños sin padres a su cuidado porque estos trabajan en el extranjero
A principios de la década del 2000, los rumanos empezaban a buscar trabajo en el extranjero, en los países de la UE, lo que en Rumanía generó un fenómeno anteriormente poco frecuente: muchos niños cuyos padres se habían ido a trabajar, se quedaban en Ruma
Christine Leșcu, 09.02.2015, 10:44
A principios de la década del 2000, los rumanos empezaban a buscar trabajo en el extranjero, en los países de la UE, lo que en Rumanía generó un fenómeno anteriormente poco frecuente: muchos niños cuyos padres se habían ido a trabajar, se quedaban en Rumanía con uno de sus padres o con otros familiares. Los efectos no han tardado en manifestarse, según afirman tanto las familias, como los psicólogos o los profesores. La ausencia de los padres y de su autoridad, así como la añoranza al padre ausente han empezado a manifestarse en el comportamiento de algunos de estos niños. El sociólogo Florian Niţu nos amplía más detalles.
”Las estadísticas indican de manera clara que se trata de un retraso y además de un descenso en los resultados escolares y en el interés por los estudios. Por otro lado, existe una vulnerabilidad en cuanto a los comportamientos nocivos, es decir, el consumo de alcohol, tabaco o droga, etc. También aumenta el riesgo de participación en grupos de delincuentes o incluso en ser víctimas de estos grupos. Sin embargo, el mayor impacto es el psicológico, que afecta a la personalidad del niño. El ”síndrome del padre ausente” es un fenómeno que se manifiesta no solo en Rumanía sino también en otros países, donde siempre ha estado presente. Cabe destacar que la ausencia de uno o de ambos progenitores genera falta de confianza, sentimientos de culpabilidad y un alto nivel de ansiedad.”
No todos los niños cuyos padres se han ido a trabajar al extranjero tienen estos problemas, pero la vulnerabilidad se manifiesta en la mayoría de ellos. En estas condiciones, es necesario saber el número exacto de dichos niños. Recientemente, la Fundación para una Sociedad Abierta ha iniciado un proyecto al respecto. Victoria Cojocariu, miembro de la Fundación para una Sociedad Abierta.
”En 2007 hicimos un primer estudio y entonces nos dimos cuenta de que no se sabía el número exacto de niños que se habían quedado en casa porque las estadísticas oficiales eran inexactas. Desde 2004, las estadísticas de la DGPC indicaban un total de unos 80.000. Dado que el número de rumanos que salían del país había incrementado, quisimos comprobar que los datos eran correctos o no. Así realizamos un estudio independiente y lo publicamos en 2009. Al mismo tiempo, otra organización, ”!Salvad a los niños!”, hacía un censo sobre estos niños. En 2008, el censo indicaba unos 350.000 niños. Según los datos proporcionados por la Dirección General de Protección del Niño, el número de dichos niños alcanzaba poco más de 82.000. Señalábamos entonces esta diferencia, causada en nuestra opinión, por la incapacidad de la DGPN de recopilar los datos de manera eficiente por razones de mala infraestructura. También quisimos destacar el número elevado de asistentes sociales que había en algunas localidades, lo que hacía imposible la elaboración de bases de datos. En 2015, según las estadísticas oficiales para 2014, el número de niños rondaba unos 80.000.
El sociólogo Florian Niţu ha hablado con algunos de estos niños en el marco del proyecto «Orizont_FemRural», financiado a través del POSDRU y realizado por la Asociación para la Promoción de la Mujer en Rumanía. Así el sociólogo ha constatado que todas las personas involucradas en este fenómeno, padres y niños, perciben la separación como una ruptura, una ruptura que cada uno gestiona de manera individual. Florian Niţu:
”Hay modalidades distintas para hacer frente al trauma provocado por la ruptura, tanto en los padres como en los niños. He visto niños que sufrían mucho a causa de la ausencia de sus padres, pero también he visto niños que han logrado adaptarse. Cabe destacar que estamos hablando de una relación modificada, una relación que tiene sus momentos dramáticos, pero también sus momentos felices. En la vida de un niño, hay periodos en que les cuesta mucho separarse de sus padres pero también hay momentos en que resulta más fácil hacerlo. Hay periodos cuando el niño es más vulnerable, y esto depende de la edad o de las circunstancias, pero también hay momentos de normalidad. No debemos exagerar con las consecuencias negativas de la salida de los padres.”
Uno de los objetivos del proyecto «Orizont_FemRural» es contrarrestar los efectos negativos, identificando los errores cometidos por los padres a la hora de gestionar la relación con sus hijos. Florian Niţu.
”Parece que uno de los errores fundamentales cometidos por los padres es responsabilizar a los niños por su propia decisión de irse a trabajar al extranjero. Incluso cuando ven a su hijo gritando o llorando, los padres le dicen que lo hacen por él. Para el niño, ”me voy, lo hago por ti” significa ”tú tienes la culpa, si no fuera por ti, yo me quedaría.” Esto es lo que piensa el niño y este mensaje ”me voy por ti” llega a ser un peso sobre los hombros del niño. En muchas ocasiones, a esta explicación se añade: !Ay, que dura es la vida aquí!.” De esta forma, el niño se sentirá culpable: mamá y papá se van por mi culpa, piensa el niño. Si solo la madre se va, pueden aparecer tensiones en la relación de pareja y por lo tanto, incluso se puede llegar a un divorcio . La mitad de los matrimonios donde la madre se va sola a trabajar al extranjero acaban en divorcio. En estos casos el niño además se sentirá culpable de la ruptura entre sus padres.”
Otros errores cometidos por los padres se refieren al hecho de que dejan de llamar a sus hijos y de mantener el contacto telefónico con la escuela y en vez de llamar, envían regalos. Por lo tanto, los expertos recomiendan a los padres mantener un contacto estrecho y frecuente utilizando todos los medios de comunicación. La relación familia–escuela también es importante, dado que en los últimos años han aparecido nuevas situaciones de este tipo. Victoria Cojocariu.
”En cuanto a la situación de los niños, la crisis económica ha generado algunos cambios. Hay niños que se quedan en casa con uno de sus padres, o con los abuelos, pero también hay niños que regresan del extranjero. El Ministerio de Educación ha señalado estos casos desde hace un año y medio. El ministerio ha recibido señales por parte de las autoridades locales, que se han visto obligadas a solucionar los problemas de decenas o incluso cientos de alumnos que han regresado de los países donde sus padres trabajan, porque estos últimos ya no pueden mantener a sus hijos. Estos niños se reincorporan al sistema educativo rumano tras haber estudiado durante algunos años en un sistema extranjero. Lo que es cierto es que estos niños tendrán problemas aquí. Algunos regresan solo , otros junto a sus padres. Desafortunadamente, no hay datos suficientes en cuanto al número de estos niños.”
Aunque en general, la mayoría de los niños se resignan a la ausencia de sus padres, también existen situaciones de rechazo, un rechazo que incluso puede conllevar al suicidio del niño. Por lo tanto, es necesario elaborar unas estadísticas exactas y enseñar o aconsejar a los padres sobre cómo pueden mantener una relación a distancia con sus hijos.
(Traducido por Simona Sarbescu)