Negocios ecológicos
Según un estudio reciente, el 86% de los encuestados rumanos considera que el calentamiento global es un problema muy grave.
Christine Leșcu, 22.01.2020, 19:09
Según un estudio reciente, el 86% de los encuestados rumanos considera que el calentamiento global es un problema muy grave. El porcentaje es alentador en comparación con otra encuesta de opinión realizada en 2009 cuando el cambio climático era una preocupación para solo el 16% de los rumanos. Según el mismo estudio de 2019, el 75% de los encuestados dicen que están interesados en campañas de recolección de residuos y ecologización, y el 86% está preocupado por el estado de la forestación del país. Sin embargo, el grado de participación en actividades de este tipo es menor: el 38% de los rumanos participaría en una recolección de residuos y el 33% estaría involucrado en campañas de forestación. Sin embargo, hay cada vez más iniciativas, individuales o en grupos pequeños, de participación ciudadana en la reducción de la contaminación y en actividades económicas amigables con el medio ambiente.
Un ejemplo es Dinu Drog, abogado de Bucarest, iniciador de un grupo de participación ciudadana destinado a resolver algunos de los problemas del barrio donde vive y, más recientemente, empresario en el campo de las energías renovables. Hacia fines del año pasado, creó una cooperativa de energía renovable por iniciativa de un vecino de su barrio, cooptando a un socio de los Países Bajos. Si inicialmente la cooperativa tenía 15 miembros, ahora, dos meses después de su lanzamiento, cuenta con 140 miembros. ¿Qué es una cooperativa de energía renovable? Dinu Drog:
Una cooperativa de energía es una comunidad energética que proporciona a los miembros de la cooperativa energía proveniente de recursos renovables. Al mismo tiempo, también está produciendo energía. Esta es una cooperativa de energía renovable, tal como se define en la legislación de la UE. Se trata de una tendencia en Europa que consiste en democratizar el mercado energético, hacer que los ciudadanos sean lo más activos posible ofreciendo la posibilidad de convertirse en productores de energía individualmente mediante la colocación de paneles solares en el tejado de sus casas, por ejemplo. Otra alternativa para la producción de energía es la asociación dentro de tales cooperativas de energía, de las personas que desean producir energía verde. Nosotros ya estamos en discusiones avanzadas sobre la compra de un campo de paneles solares que queremos adquirir con los aportes de los miembros de nuestra cooperativa. Actualmente, la cooperativa funciona como un fondo de inversión, y los miembros, a cambio de sus inversiones, reciben un retorno, es decir, una tasa de interés.
Los miembros de la cooperativa son accionistas, por lo que tienen acceso a sus servicios, pero también se convertirán en proveedores de energía verde, y serán a la vez beneficiarios de energía verde después de obtener la licencia necesaria. Más tarde, la cooperativa también podrá invertir en unidades de producción ecológica. Actualmente, la cooperativa de Dinu Drog es única en Rumania y en Europa del Este, y representa un ejemplo de participación ciudadana de personas muy atentas al medio ambiente en el que viven y al aire que respiran. Dinu Drog.
Cada uno de nosotros puede encontrar soluciones: separar la basura, reciclar, prestar más atención al consumo de energía eléctrica… Pero también son necesarias las herramientas públicas, las comunidades que dan más peso a estas gestiones. La cooperativa de energía renovable es una herramienta de este tipo porque une a personas interesadas en tales ideas: sostenibilidad y ecología.
Otro ejemplo de emprendimiento ecológico o amigable con el medio ambiente es la editorial Seneca, autodenominada la primera editorial ecológica en Rumanía. También forman parte de este negocio una librería-cafetería donde destacan los libros de ecología y en donde no pagas por lo que consumes, sino por el tiempo que pasas ahí dentro. De hecho la cafetería Seneca tiene una cocina donde los clientes se pueden preparar solos sus cafés, tés o zumos y los ingredientes son muy naturales.Stefania Oprina nos da detalles sobre cómo funciona una editorial verde.
Significa cuidar el medio ambiente. Al hacer un producto, en nuestro caso un libro, significa elegir papel reciclado para imprimir, significa aprender que una hoja de impresión tiene un ancho estándar y, por lo tanto, siempre hay restos que por lo general se tiran, pero se pueden usar para imprimir otras cosas. Por ejemplo, se pueden usar para imprimir folletos promocionales y no usar papel nuevo. También significa tener cuidado con la tinta que se usa y con el sitio dónde se imprimen los libros. Pero todos estos cuidados se ven recompensados por el hecho de que salen algunos libros muy bonitos que el público recibe con gran gusto porque saben que se cortaron menos árboles para nuestros libros.
El reciente interés de los rumanos en vivir de una manera más ecológica y sostenible también es evidente por el hecho de que el libro publicado en la editorial Seneca, titulado Familia (casi) residuo cero y escrito por la pareja francesa Jérémie Pichon y Bénédicte Moret fue el libro de ecología más vendido en la Feria del Libro de Gaudeamus de finales del año pasado. Stefania Oprina:
La gente ya está buscando soluciones prácticas. Tienen bolsas textiles, reutilizables, para evitar el uso de bolsas de plástico. Ya no usan cubiertos de plástico, y en lugar de usar pajitas de plástico, se traen de casa sus pajitas de metal. También quieren encontrar recetas, como las que vienen en este libro: recetas de pasta de dientes o detergentes con la menor cantidad de contaminantes. Por lo tanto, ahorran dinero y tiempo debido a algunos hábitos o una rutina que ya no requiere pasar mucho tiempo en los supermercados, por ejemplo. Además, las recetas nos enseñan a producir cantidades lo suficientemente grandes para que no convirtamos nuestras casas en laboratorios y perder mucho tiempo con la preparación.
Ya sea que se manifieste a través de inversiones en energía renovable o a través de la renuncia al plástico, la preocupación de los rumanos por el medio ambiente y el interés por las iniciativas cívicas en este campo está aumentando.