MERITO, una comunidad para profesores destacados
Lanzado en 2015, el proyecto Merito premia, en su gala anual, a los profesores del ámbito preuniversitario con resultados destacados.
Christine Leșcu, 28.09.2022, 12:50
Lanzado en 2015 por un grupo de empresarios reunido en la asociación Romanian Business Leaders, el proyecto Merito premia, en su gala anual, a los profesores del ámbito preuniversitario con resultados destacados. En el año en que fue creado este proyecto, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un poco más de un 40% de los profesores en Rumanía sentía que su la sociedad valoraba su profesión. Así que el proyecto Merito también fue creado para demostrarles lo contrario, según ha afirmado Cosmin Chiriță, gestor de proyecto.
“Iniciamos el proyecto para reconocer el trabajo de aquellos profesores valiosos de todo el país justamente para destacar ejemplos positivos de profesores en un entorno mediático por entonces lleno de ejemplos negativos. Y nos dimos cuenta de que también había ejemplos positivos en los que valía la pena centrarnos. A pesar de los problemas que hay en el sistema educativo, hay también profesores comprometidos, entusiastas, dedicados, que están haciendo su trabajo por vocación y que abren nuevos horizontes respecto a la enseñanza, y vale la pena presentarles como modelos positivos. (…) Cualquier persona nos puede recomendar en nuestra página web un profesor de este tipo de la educación preuniversitaria pública de Rumanía. Es una de las fuentes que nos ayudan a recibir recomendaciones. La segunda fuente es nuestro acercamiento a las comunidades locales, a la red de profesores Merito, para recibir estas recomendaciones. Después sigue la selección que dura casi un año, con todo lo que significa documentación en línea e in situ. (…) También tenemos algunos criterios respecto a lo que hacen fuera del aula, si colaboran con otros profesores, si trabajan con otros estudiantes o si tienen impacto en las comunidades desfavorecidas. Son criterios que reúnen, básicamente, lo que consideramos que crea el perfil del profesor valioso, eficaz, que también esperamos que ayuden a que el sistema educativo siga la dirección que todos queremos.”
Además de los premios ofrecidos dentro de la Gala anual Merito, los profesores elegidos entran en una comunidad donde pueden intercambiar experiencias y mejorar sus logros profesionales. El gestor Cosmin Chiriță nos cuenta cómo.
“Fácilmente, con el tiempo, empezamos a desarrollar esta comunidad de profesores valiosos, a invertir continuamente en su desarrollo. Esto significa formación, acceso a expertos en el extranjero, a libros, a estudios, a análisis procedentes del extranjero e incluso facilitar su participación en cursos o conferencias importantes para su desarrollo como profesionales. (…) Queremos que ellos también transmiten las buenas prácticas, los métodos, la experiencia adquirida a través de estos programas para contribuir a la formación de otros profesores en el sistema. Básicamente, intentamos ya mejorar el nivel y la calidad de los profesores en Rumanía, partiendo del inicio, para que los profesores aprendan de otros profesores en las comunidades locales que convertimos por medios de aprendizaje colectivo.”
Uno de los miembros de la comunidad Merito es Doru Căstăian, profesor de ciencias humanas y sociales en el Liceo Dimitrie Cuclin de Galați. He aquí lo que ha contado de su método de enseñanza.
“Enseñar educación social a un grupo de estudiantes de secundaria y enseñar economía o filosofía a jóvenes de 17-18 años, en el 11º o 12º grado, son dos cosas distintas. (…) Pero no creo que haya algunos métodos especiales adecuados especialmente para estas asignaturas. Pero hay un prejuicio bastante nocivo al respecto. Muchas veces me han dicho que consigo hacer ciertas cosas durante la clase justamente porque las asignaturas me permiten hacerlo. Si hubiera enseñado matemáticas, física u otra asignatura más rigurosa, no habría podido hacer las cosas que hice enseñando ciencias humanas y sociales. No lo creo en absoluto. Creo que los métodos adecuados para enseñar ciencias humanas en general también son muy adecuados para enseñar ciencias rigurosas. A veces, en el caso de los estudiantes mayores, uso una forma muy clásica de enseñar. Creo que también la exposición tiene su papel fundamental en la enseñanza, aunque este antiguo método didáctico no esté en su mejor momento. Creo que hay que evitar el exceso de interactividad y de lúdico a toda costa porque a veces la mente necesita alimentación seria, importante y consistente para poder funcionar. Por lo tanto, no es un problema hacer presentaciones, y tampoco invitar a mis estudiantes a participar en polémicas y debates.”
Liliana Olărașu, profesora de matemáticas en la escuela secundaria Vasila Conta de Iași, es considerada una profesora atípica porque enseña esta asignatura muy rigurosamente, pero de manera “poco antipática”. Además, ha ayudado a algunos estudiantes suyos que estaban a punto de abandonar los estudios a no renunciar. Liliana Olărașu.
“He tenido algunos casos. Recuerdo el caso de un chico que, desgraciadamente, tuvo que repetir el quinto grado. Era el tipo de niño que se sentaba en la última fila, nadie hablaba con él y no confiaba en sí mismo. Había sido mi estudiante en el quinto grado. Había tenido que repetir el grado a causa de la historia, y no de las matemáticas, aunque tampoco destacaba en matemáticas. (…) Este chico tocaba bien el acordeón, pero nadie lo sabía. Yo me había enterado por casualidad. Y también iba a clases particulares de teoría musical. Recuerdo que entonces también daba clases de informática y le dije que hiciera un archivo de PowerPoint sobre sus aficiones. Hizo un trabajo maravilloso. Me sorprendió cuántas cosas sabía. Hablando del abandono, es verdad que a veces faltaba, pero cuando vio que también descubrí otra cara suya, Cosmin empezó a ir más a la escuela. No abandonó, sino que consiguió terminar el octavo grado. Es necesario comunicarnos de esta manera con los estudiantes, para entenderlos, relacionarnos con su ritmo, con sus necesidades y, sobre todo, hacer que les guste ir a la escuela. Después van a estudiar.”
Versión en español: Monica Tarău