Los rumanos y la percepción de la Unión Europea
Diez años después de la adhesión a la UE y tras un año 2016 extremadamente turbio para el espacio comunitario, Rumanía sigue siendo el país con una de las visiones más optimistas de Europa.
România Internațional, 15.03.2017, 17:56
Diez años después de la adhesión a la UE y tras un año 2016 extremadamente turbio para el espacio comunitario, Rumanía sigue siendo el país con una de las visiones más optimistas de Europa: el 67% frente a la media europea del 50%. A pesar de ello, hace 10 años, esta visión era aún mayor, tanto en Rumanía, donde un 75% de los rumanos compartían esta opinión, como en el resto de la UE, donde un 69% de los europeos la tenían. Son datos incluidos en el informe del país más reciente del Eurobarómetro de otoño, datos recogidos en el mes de noviembre del año pasado en los 28 Estados miembros. Las cifras incluidas en este sondeo representan una excelente oportunidad para ver cómo ha evolucionado la confianza de Rumanía en las instituciones comunitarias desde 2007, considera Angela Cristea, jefa de la Representación de la Comisión Europea en Bucarest:
“Nos enteramos de que 10 años después de la adhesión, la confianza sigue superando la media europea, pero está a la baja. Hoy esta cuota es del 52%, y hace 10 años, cuando Rumanía se adhería a la UE, era del 65%. Por otro lado, el promedio de la confianza de los europeos en la UE es del 36%. Pero desgraciadamente hay menos confianza en las instituciones nacionales. Pero nuevamente, si miramos la tendencia de los 10 años, la confianza en las instituciones nacionales ha aumentado en este periodo. Es decir que la confianza en las instituciones comunitarias está bajando, pero está aumentando la confianza en las nacionales. Nos acercamos desde mi punto de vista a la normalidad. Notamos por ejemplo que la confianza en el gobierno nacional ganó un 10% en 2016 frente a 2007.
A pesar de ello, aunque sean bastante optimistas sobre el recorrido general de la UE, los rumanos son más escépticos y más pesimistas al pensar en su propio país: un 60% de los rumanos consideran que su país está en una dirección equivocada, y un 29% de ellos consideran que la situación económica empeorará. El 40% considera que se quedará igual. Otro aspecto relevante del reciente Eurobarómetro es la manera en que los rumanos miran las prioridades en la agenda pública europea frente al resto de los ciudadanos europeos. Angela Cristea ha proporcionado más información al especto:
“La inmigración y el terrorismo son considerados los principales retos de Europa, aunque el porcentaje de los rumanos que los han mencionado como tal está a la baja frente a 2015. La movilidad de los ciudadanos de los demás Estados miembros se percibe de manera favorable, mientras que la de los ciudadanos de terceros países se percibe más bien de manera poco favorable. Según los rumanos, los objetivos más realistas de la Estrategia Europea 2020 son la ocupación de la mano de obra y la reducción del abandono escolar. (…) Los valores que, según los rumanos, representan de la mejor manera posible a la UE son los derechos humanos (el 38% para los rumanos frente al 34% la media europea), la democracia (el 32% para los rumanos, el 31% la media europea) y la paz (el 27% para los rumanos, el 39% la media europea). Los rumanos consideran que lo que más acerca a los ciudadanos europeos es sobre todo la geografía, después los valores, el cumplimiento del Estado de derecho y la solidaridad con las regiones pobres. Al mismo tiempo, los europeos colocan en el primer lugar la cultura, seguida por la historia, los valores y la economía.
Dado que parte de los objetivos de la Estrategia Europea 2020 son considerados realistas por un 60% de los encuestados, podemos suponer que los rumanos están en general bien informados sobre las políticas comunitarias. La misma conclusión se podría desprender también del gran apoyo que tienen las prioridades de la actual Comisión Europea. Sin embargo, los sociólogos tienen su propia interpretación de los datos sobre el nivel de conocimientos, pero también sobre el estado de ánimo de los rumanos frente al de los demás europeos. Manuela Stănculescu, socióloga en el Instituto de Investigación de la Calidad de Vida de la Academia Rumana:
“En muchos aspectos, nos asemejamos mucho al resto de los ciudadanos europeos. En cambio, hay algo que de verdad nos caracteriza: todo lo que se refiere a Rumanía, la economía nacional, el desempleo, la dirección en la que va el país, etc, se considera que está en el nivel más bajo de Europa. Somos muy críticos con nosotros mismos. En segundo lugar, tenemos una mirada extremadamente positiva de Europa. ¡Y lo mucho que amamos Estados Unidos! Un 38% de nosotros opinamos que los Estados Unidos van de manera excelente, mientras que sólo el 17% ha contestado así en el resto de Europa. Cuando hablamos de Europa y constatamos que nuestra confianza ha bajado frente a hace 10 años, esto significa que hemos llegado a ser más realistas. Diría también que la mayor parte de nuestras opiniones sobre Europa tienen que ver con la falta de información y con el espejismo del extranjero.
Bogdan Voicu, también sociólogo en el Instituto de Investigación de la Calidad de Vida, tiene su propia interpretación respecto a la diferencia entre la media europea del índice de confianza en las instituciones comunitarias y el porcentaje de este índice en Rumanía. Su interpretación parte de la opción ideológica. He aquí la explicación de Bogdan Voicu:
“Sabemos que existe una fantástica diferencia entre los países de Europa del Oeste y los de Europa del Este respecto a la confianza en la UE. El ingreso en la UE significó para los países del oeste una reducción de la soberanía nacional, un traslado del poder de decisión hacia Bruselas, mientras que en el este, esto no importó. En el este, la pertenencia a la UE, a la OTAN o la amistad con Estados Unidos representó una mínima garantía de la independencia y la importancia de los países de allí. Si miramos el ejemplo polaco, constatamos que la confianza de los polacos en las instituciones de la UE cerca de la adhesión a la UE era muy elevada. Inmediatamente después, la confianza empieza a bajar a medida que Polonia se da cuenta de que su Estado no está en ningún peligro y que empieza a tener un importante papel regional. Rumanía no ha llegado todavía a ese lugar. Asimismo, los conflictos militares cerca de la frontera hacen mirar con más interés hacia el lugar de donde puede llegar la defensa. Así explico el hecho de que seguimos teniendo la mayor confianza en la UE, aunque seamos uno de los Estados miembros más pobres.
Al tener una confianza tan elevada en las instituciones de la UE, se espera que la opinión pública de Rumanía se implique lo más posible en los debates iniciados con el lanzamiento por Jean-Claude Juncker del Libro Blanco sobre el futuro de Europa.