Los rumanos y la lectura
Lo único que necesitas saber es dónde está la biblioteca: estas palabras, atribuidas a Albert Einstein, eran un verdadero impulso por leer, pero la gente ha dejado de leer tanto, desde que la tecnología ha empezado a ser tan accesible. Navegar por el teléfono móvil, a veces durante horas sin interrupción, ahora le roba a las personas un tiempo precioso para sí mismas, un tiempo que nunca regresa. El teléfono vacía nuestras vidas de todo lo más preciado: el tiempo. Tiempo de calidad con los seres queridos, tiempo que debemos usar para aprender, para crecer como seres humanos dotados…
Luiza Moldovan, 06.03.2024, 15:35
Lo único que necesitas saber es dónde está la biblioteca: estas palabras, atribuidas a Albert Einstein, eran un verdadero impulso por leer, pero la gente ha dejado de leer tanto, desde que la tecnología ha empezado a ser tan accesible. Navegar por el teléfono móvil, a veces durante horas sin interrupción, ahora le roba a las personas un tiempo precioso para sí mismas, un tiempo que nunca regresa. El teléfono vacía nuestras vidas de todo lo más preciado: el tiempo. Tiempo de calidad con los seres queridos, tiempo que debemos usar para aprender, para crecer como seres humanos dotados…
Hubo un tiempo en que los libros, prohibidos por el sistema comunista, conseguían engañar al sistema y llegar a la gente, que los leía con avidez. Ahora que todos los libros están permitidos y el acceso es tan fácil, preferimos prestar atención a nuestros teléfonos en lugar de leer. Tal vez esta sea una de las paradojas del hombre moderno: prohibirle algo y hará cualquier cosa por conseguirlo, darle libre acceso y perderá interés.
En un mundo que lee cada vez menos, los rumanos se encuentran entre los que leen bastante. A pesar de que las cifras de ventas de libros alcanzaron los 6 millones de euros el año pasado, una cifra que puede parecer alta, comparativamente, en Alemania se vendieron libros por 9000 millones de euros. Además, comprar un libro no significa que lo leas, pero al menos muestra un interés en leer. En Rumanía, quienes leen, leen mucho y constantemente, y los que no… no leen nada. ¡Hay personas que pueden vivir bien sin siquiera leer una línea!
Alina Ilioi Mureșan, Relaciones Públicas de Bookzone, la editorial que puede presumir de despertar el interés de muchos rumanos ávidos de lectura, nos cuenta que los rumanos compran, sin embargo, muchos libros:
«El mercado del libro en Rumanía está en constante crecimiento y los géneros leídos por los rumanos son cada vez más diversos. Por supuesto, estoy muy contenta de ver a los rumanos que piden libros, que leen grabados y están fascinados de tener su propia biblioteca. Creo que el año pasado fue un año muy bueno, desde todos los puntos de vista, en términos de número de ventas, pero también en términos de plan editorial. Los rumanos leen mucho sobre desarrollo personal y libros sobre cómo mejorar su vida, desde todos los puntos de vista. Están interesados en la salud del cerebro, la alimentación saludable, el equilibrio emocional y mental. Los libros de geopolítica también tienen una gran demanda, dado el contexto y los tiempos en los que vivimos. Los menos vendidos, al menos desde nuestro punto de vista, fueron los libros de fantasía comprados, aunque Cuando florecen los limones fue un gran éxito. En general, sin embargo, los rumanos ya no están tan interesados en la ficción. Al menos, no nuestros lectores».
Parece, sin embargo, que la preferencia por ciertos géneros difiere claramente de una generación a otra: la Generación Silenciosa (los nacidos entre 1928 y 1945) prefiere la literatura clásica, los Baby Boomers (los nacidos entre 1946 y 1964) eligen las novelas policíaca y de suspense, la Generación X (1965-1980) prefiere los clásicos contemporáneos, las biografías, pero también la literatura de ciencia ficción (es, por cierto, la generación que más lee y la más diversa), la Generación Y o Millennials (1981 – 1996) prefieren la literatura contemporánea, la Generación Z (1997 – 2012) prefiere la fantasía, el desarrollo personal y el emprendimiento.
En cuanto al interés por la lectura, Alina Ilioi Mureșan cree que está creciendo, si nos fijamos en las ventas de libros:
«El mercado del libro de este año está en constante crecimiento. No obstante, es difícil de predecir. Por experiencia, hemos visto que muchas veces nos pueden tomar por sorpresa ciertas situaciones».
Sin embargo, si nos fijamos en las cifras, parece que los rumanos no están entre los últimos en tener en sus manos un libro. ¿No estamos tan atrasados en la lectura? Alina Ilioi Mureșan nos da razones para ser optimistas:
«No creo. Me es imposible creerlo, porque veo a diario la cantidad de pedidos de libros que hacen los rumanos y no considero que sean los que menos leen en Europa. Ciertamente, los rumanos piden libros para leer, no para acumular el polvo sobre ellos. Sin embargo, es una inversión financiera y un esfuerzo que hacen. Sí, los rumanos leen y leen mucho».
Versión en español: Mihaela Stoian