Los jóvenes y la migración
Entre los años 2007 y 2017, es decir en un decenio transcurrido desde la adhesión de Rumanía a la UE, de Rumanía salieron para trabajar en el extranjero 3,4 millones de personas.
România Internațional, 30.01.2019, 18:47
Entre los años 2007 y 2017, es decir en un decenio transcurrido desde la adhesión de Rumanía a la UE, de Rumanía salieron para trabajar en el extranjero 3,4 millones de personas, lo que representa un 17% de la población. Estos datos colocan a Rumanía en el segundo lugar de una clasificación sobre el ritmo de crecimiento de la diáspora, después de Siria, país afectado fuertemente por la guerra civil. Esta es la situación actual y tampoco se vislumbra un buen futuro. Otra investigación viene a confirmar un tema que la sociedad está debatiendo en privado desde hace mucho tiempo: el que la generación actual de jóvenes también intenta irse del país.
El estudio internacional Youth Mobility ha procesado los datos de un sondeo realizado sobre un total de 30 jóvenes de 9 países de la UE: Alemania, Suecia, el Reino Unido, Irlanda, Eslovaquia, Letonia, Italia, España y Rumanía. En este sondeo realizado al final del año 2015 y principios de 2016, por parte de nuestro país participaron 2000 personas, pero la conclusión sigue siendo válida también hoy en día: casi la mitad de los jóvenes rumanos entre 16 y 35 años de edad desean emigrar. El catedrático, Dumitru Sandu, de la Facultad de Sociología de la Universidad de Bucarest, involucrado en esta investigación, ha sacado las siguientes conclusiones:
“No sólo desean hacerlo sino que hacen planes para emigrar. Decir que desean irse del país significa una cosa, porque los deseos varían desde el punto de vista de la intensidad y del nivel de estructuración del futuro, pero nosotros no nos limitamos a preguntar qué es lo que la gente desea sino que también entramos en detalles. En conclusión, un 47% representa a los jóvenes entre 16 y 35 años de edad de Rumanía interesados a la hora del sondeo en salir del país en los próximos 5 años.
Nada sorprendente para la opinión pública de Rumanía, pero si hacemos un parangón nos llevaremos muchas sorpresas por ejemplo con respecto a los motivos para emigrar. A este respecto los rumanos se parecen mucho a los italianos. El catedrátido Dumitru Sandu:
“La lista de motivos es larga y casi siempre comienza con los salarios, los puestos de trabajo y con el nivel de vida. Pero la lista no termina aquí. Entre Rumanía e Italia el denominador común lo representa la corrupción: el mal funcionamiento de la administración, y como las situaciones difieren, serían bueno partir de lo que mejor conocemos, a saber, la situación de los médicos. Ya que las razones principales por las cuales éstos se van del país son de índole económica, uno esperaría que las alzas salariales fuesen una primera medida importante para detener la migración. Pero no es así. No ha transcurrido mucho tiempo desde los aumentos de sueldos en el sector sanitario pero los datos han confirmado que se ha acentuado la diferencia entre el sector privado y el sector público, razón por la cual los médicos del sector privado reclaman la equiparación salarial. Si esto no se puede obtener en Rumanía lo tendrán al alcance en otros países. En esta ecuación se debe tener en cuenta el factor de estabilización de los jóvenes calificados. En igual medida debemos tomar en cálculo la calidad del ámbito laboral y de la vida profesional lo que es válido también en otros sectores de actividad no sólo en el sector sanitario. Los jóvenes desean beneficiarse no sólo de buenas condiciones laborales sino también de condiciones meritocráticas de ascensión profesional igual que en otros Estados europeos.
Durante el diálogo del profesor Dumitru Sandu con los 2000 jóvenes rumanos participantes en el estudio Youth Mobility ha sido debatido también el aspecto de la vuelta al país:
“Si analizamos el problema del éxodo de los jóvenes sólo en términos económicos nunca solucionaremos el problema. Pregunté a los jóvenes encuestados por qué optaron por salir del país y cuántas veces lo hicieron. Además, si hacemos un parangón entre las condiciones de vida existentes en los nueve países antes mencionados veremos que en Rumanía lo que importa es cuántas veces un joven se ha ido a trabajar en el extranjero. Se sabe que los rumanos, independientemente de ser jóvenes o menos jóvenes, se sienten influenciados por lo que han hecho antes. La migración es circulatoria.
La migración circulatoria conocida como “eurolanzadilla supone que uno salga al extranjero para trabajar, vuelva al país tras un determinado período y regrese de nuevo a su trabajo en el extranjero. Sin embargo, esto se puede hacer sólo sobre la base de un compromiso laboral muy firme. El parangón con otros Estados puede aclarar también otros aspectos de la migración laboral: la posibilidad y las condiciones para volver al país. El profesor Dumitru Sandu:
“Una diferencia fundamental entre el rumano común y el polaco común por ejemplo que está migrando al extranjero la representa el hecho de que el último se beneficia de una base contractual o institucional más favorable a la migración circulatoria. Los rumanos se basan más en sus relaciones de familia. Si comparamos al migrante rumano con un migrante del norte de Europa veremos que el último regresará a casa porque se ha realizado el plan mientras que el rumano vuelve por varias obligaciones como el estado de salud, un divorcio o la necesidad de ver a los niños que se han quedado en el país.
La institucionalización de la movilidad circulatoria sería una solución para que los jóvenes que salen a trabajar al extranjero vuelvan por lo menos temporalmente al país para no desenraizarse. Dumitru sandu nos amplía detalles del estudio Youth Mobility:
“Los rumanos se van al extranjero pensando en volver en determinadas condiciones. Ellos toman la decisión de volver haciendo una comparación entre cómo funcionan las cosas en Occidente y cómo funcionan en su país. Además, el ciudadano común guía su conducta no sólo en función de unos índices objetivos sino también de unos índices subjetivos como la confianza. Me refiero aquí a la confianza depositada en el Parlamento, en el Gobierno y en otras instituciones públicas o privadas. Otra faceta del problema la representa también el hecho de que los jóvenes del país así como los del extranjero desconfían cada vez más de las instituciones públicas, más exactamente de la administración pública de Rumanía.
En consecuencia, la condición imprescindible para que los migrantes rumanos vuelvan al país la representa la evolución de la situación del país, la modificación del estado actual para que la confianza en las instituciones renazca.