Los costos para una vida digna
El pasado mes de septiembre, el salario neto promedio rumano alcanzó los 2.700 lei (unos 580 euros) mensuales.
România Internațional, 14.11.2018, 18:43
El pasado mes de septiembre, el salario neto promedio rumano alcanzó los 2.700 lei (unos 580 euros) mensuales. En estas circunstancias, surge la pregunta de qué costos pueden cubrirse con esta cantidad. Recientemente, un estudio sociológico sobre los gastos familiares básicos en Rumanía dio varias respuestas a esta pregunta, pero también planteó otras preguntas. La Fundación Friedrich Ebert Rumanía, junto con el Instituto de Investigación de Calidad de Vida y con el grupo Syndex que realiza estudios económicos y sociales para los sindicatos, han calculado la cantidad necesaria para satisfacer las necesidades biológicas y sociales de una persona en Rumanía, es decir, la cantidad necesaria para que la llamada cesta de la compra básica esté llena y garantice una vida decente. La estructura mensual de los gastos para garantizar una vida digna contiene 11 capítulos, que incluyen alimentos, ropa y calzado, vivienda, educación y cultura, salud, vacaciones y ahorros familiares.
Para satisfacer todas estas necesidades, una familia de dos adultos y dos hijos necesitaría 6.762 lei por mes (unos 1.450 euros). Para una sola persona, el valor de esta cesta mínima es de 2.552 lei por mes, aproximadamente 547 euros. ¿Cómo se ha analizado esta “cesta básica para una vida digna”? Nos lo explica Victoria Stoiciu, representante de la Fundación Friedrich Ebert de Rumanía.
El salario promedio neto mensual fue calculado por el Instituto Nacional de Estadística (INS por sus siglas en rumano) en alrededor de 2.700 lei. Si sumamos los dos salarios promedios de una familia no llegamos a los 6.700 lei necesarios para cubrir los gastos básicos. Pero el cálculo y la estructura de nuestra cesta no son descriptivos, su valor no describe la realidad del consumo diario de los rumanos. Describe lo que debería contener una cesta para una vida digna. Destaco la palabra «digna». Los cálculos de esta cesta de la compra realizados por el INS el año pasado se referían solo al nivel de subsistencia, no a una vida digna. Nosotros calculamos ahora los gastos necesarios para una vida digna que cubran más que el nivel de supervivencia de una persona sin llegar a un área de extravagancia o lujo.
Además, este estudio sociológico es representativo de la población urbana, pero también se encuentra una parte de los gastos de la gente del ámbito rural, según Victoria Stoiciu.
No hemos incluido a los jubilados en el estudio ni a personas inactivas. La investigación y la cesta básica, como estructura de costos, es relevante y representativa de la población urbana y ocupada que tiene un trabajo. Es cierto que tal vez esta cesta no sea representativa del área rural, pero eso no significa que, como se ha sugerido, el valor de una cesta decente sería significativamente menor en los pueblos debido al autoconsumo y la agricultura de subsistencia. Es cierto que en estas circunstancias, la cesta básica alimentaria sería mucho más baja, pero aumentaría el gasto en salud, por ejemplo. En muchos pueblos, no hay hospitales. También aumentaría el gasto en educación, ya que no hay escuelas secundarias en muchos pueblos. Allí, para que los hijos vayan a la escuela secundaria, sus padres deben pagar el alquiler en la ciudad o pagar un servicio de traslado diario en automóvil o tren.
La discrepancia entre los gastos mínimos calculados en dicho estudio para una vida digna y la realidad rumana es lo primero que observa una rumana con ingresos medios. Escuchemos la opinión de Catalina.
Las cifras no son realistas por dos razones: la mayoría de la población no gana un sueldo mensual suficiente para cubrir los gastos de esta cesta mínima, y en segundo lugar, los gastos reales de una familia con todo lo incluido en esta cesta básica son mucho más altos en la realidad.
Catalina pone como ejemplo los gastos relacionados con el ocio y la salud. El gasto promedio para la salud se ha calculado en 107 lei por mes (unos 23 euros). Catalina.
Me parece que el gasto en salud está infravalorado, porque 107 lei es muy poco para asistencia médica. Luego, cuando vas con los niños al cine. Una entrada cuesta al menos 15 lei. Si tiene dos hijos y quieren también palomitas de maíz y zumo, gastarás más de 100 lei solo por ver una película.
Una maestra jubilada, Daniela complementa sus ingresos de jubilación trabajando con varias escuelas. Ella cree que sin un ingreso adicional, sería imposible cubrir los gastos básicos y de ninguna manera podría incluir ahorros. En cuanto a los gastos alimentarios de solo un 20,77% para una vida decente, esto es lo que piensa Daniela.
Especialmente con las últimas subidas de precios, no veo cómo sería de tan solo un 20% por mes en una familia con dos hijos. Si la comida se prepara en casa, puede ser, pero incluso si se cocina mucho en casa, esto significa comprar los productos… Si entramos en una tienda hoy, vemos que los precios han subido bastante en comparación con el mes pasado, tal vez un 10%. Se puede gastar un 20% en comida, solo con un menú de crisis que excluye la carne y sin salidas a restaurantes.
En conclusión, esto es lo que piensa Daniela.
Mi pensión está por debajo del salario mínimo… Tengo una pensión de 1.700 lei, pero tengo un ingreso extra, de lo contrario no podría cubrir todos los gastos incluidos aquí. Para una familia de ingresos medios, la cantidad calculada en este estudio es muy alta. Esta cesta es demasiado cara para nosotros. Pensemos que muchas familias con dos hijos viven con tan solo 4.000 lei mensuales.
Al subrayar que el valor mínimo de la cesta de consumo es descriptivo y solo un punto de referencia, los autores del estudio son conscientes de las discrepancias reportadas por… ”los dueños de las cestas”, discrepancias aún más evidentes cuando informamos no solo sobre los salarios sino también sobre el ingreso general de las personas. Victoria Stoiciu.
El 90% de los adultos rumanos tiene un ingreso promedio de 2.100 lei (450 euros), por lo que el 90% de los rumanos tiene ingresos más bajos que la cesta mínima para una vida digna, tal como la hemos calculado en este estudio. Somos un país pobre y parece que la vida digna sigue siendo un privilegio para la mayoría de nosotros, reservada a una minoría muy pequeña.
(versión en español por Irina Calin)